Pamela Barragán tenía 264 plantas en su departamento, de entre 10 y 120 centímetros de altura. Argumentó uso recreativo, medicinal, y tener una conexión con ellas.
Pamela Barragán tenía 264 plantas en su departamento, de entre 10 y 120 centímetros de altura. Argumentó uso recreativo, medicinal, y tener una conexión con ellas.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
Un inédito juicio oral enfrenta Pamela Barragán Saavedra, ingeniero civil químico, acusada por la Fiscalía del delito de siembra, cultivo y cosecha de cannabis sativa, por el que arriesga una pena de 3 años y un día de cárcel y una multa de 40 UTM.
En su departamento del sector Bosquemar de San Pedro de la Paz, la PDI encontró 264 plantas, en diversas partes de la vivienda, de entre 10 y 120 centímetros de altura y 480 gramos de la droga, por lo que fue detenida el 15 de enero de 2015.
En el caso, inédito en Concepción por la cantidad de droga, la Fiscalía planteó que la mujer tampoco contaba con la autorización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para realizar este cultivo, por lo que no se estaría en presencia de un uso personal, aseguró la fiscal Carla Hernández.
"La figura es la siembra, el cultivo y la cosecha de cannabis, sin autorización del Servicio Agrícola y Ganadero. Está sancionado, salvo, y lo dice la norma, que se esté en la hipótesis del artículo 5º, es decir que sea cultivo para un uso distinto, pero que en nuestro concepto y tras realizar la investigación, no resulta ser justificado, porque no está permitida la autorregulación en la siembra, cultivo y cosecha de cannabis sativa".
La profesional explicó que el gramaje permitido aún no está definido en el Congreso, "pero a la luz de las discusiones que se han producido, lo que se propuso en la última sesión de octubre es una cantidad bastante ínfima en relación a lo que se incautó en este caso. Lo que está proponiendo el Gobierno para estimar que estamos en presencia de un autocultivo regulado es una planta de cannabis sativa por persona".
La fiscal precisó que lo que se busca es que se aplique la sanción que corresponde, que en este caso son 3 años y un día de cárcel.
El defensor de la profesional, Claudio Vigueras, explicó que, a juicio de la defensoría, "la totalidad de las especies vegetales que mantenía Pamela y que estaban en su domicilio estaban destinadas a su consumo. Ahora, este consumo era diversificado, porque ella hacia alguna suerte de experimentación autodidacta con este material. Además, lo consumía en distintas maneras y era para un consumo para un tiempo prolongado, pero no para terceros", dijo. La mujer elaboraba cremas y aceites con la cannabis.
En cuanto a la no autorización del SAG, el abogado dijo que cuando las especies vegetales están destinadas a un consumo personal, no se requiere este permiso, "y eso está en la ley. Lo relevante es si la cantidad justifica el consumo personal, eso es lo que nosotros afirmamos, pero no se requiere autorización. Tenemos elementos probatorios para eso, que demostrarán nuestra teoría del caso. Parte de su consumo era también para uso medicinal".
Vigueras informó que la mujer tiene un diagnóstico de depresión de hace algunos años atrás, "pero no se trata de afirmar que todo se trata de un uso medicinal, acá la versión de consumo es diversificada".
Conexión espiritual
La misma Pamela Barragán explicó que el uso de las plantas es recreativo y medicinal, "tratando enfermedades que me han diagnosticado y eso evolucionó a una conexión espiritual con la planta y la sustancia. Queremos transmitir ese contexto de vida de los cultivadores, que hay una conexión más allá, que es con la energía de la planta, en contextos de uso más espiritual, que nos vincula con ella".
En cuanto a los hechos que se le acusan, Barragán aseguró que por sobre la ley de Drogas está la Constitución "y hay tratados en que nos muestran cómo seres soberanos que tenemos derechos, y eso prevalece por sobre las exigencias de esta ley, entonces no hay un criterio de cantidades, sino que hay que ver que sea una persona responsable de su autonomía y que decide cultivar para sí misma buscando un bienestar".
La ingeniera insistió en que cultivaba para ella misma, "para fumar, cocinar, experimentar, esos eran los fines que yo buscaba con mis plantas". Agregó que los 480 gramos que encontraron en su casa "son hojas que uno va cortando cuando hace procesos de poda o que se van muriendo. Suena como un número grande, pero era una bolsa que se seca, y cuando se seca disminuye un 80% del peso, entonces es mucho menos en gramos".
Agregó que el proceso judicial lleva casi dos años "y ha sido desgastante, es harta la energía que hay que invertir, pero ha sido un aprendizaje y un crecimiento. Me he tenido que conectar con mi lado espiritual para sobrellevar esta situación, y la planta me ha servido para sobrellevar este proceso difícil y tratar de ver lo positivo. Es parte de mi estilo de vida y voy a seguir haciendo lo que me hace bien".
Thiago Díaz, integrante de la agrupación Cultiva Conce, aseguró que la situación le parece insólita, "porque a pesar de todos los fallos que ha habido en la Corte Suprema, que han avalado que para una persona es parte de sus derechos esenciales el desarrollo espiritual, es increíble que se criminalice a una persona que sólo tenía un jardín en su casa. Ella disfrutaba viendo crecer sus plantas, para luego usar esta medicina natural. Yo puedo tener un jardín con menta, un jardín con cannabis, tienen aromas, efectos al consumir. Entonces la idea es que avancemos un poquito y dejemos de pensar en el número, porque independientemente de que sea una o 100 plantas, puedo sacar los mismos gramos, porque no necesariamente voy a dejarlas crecer".