Tras la ratificación en la Cámara de Diputados de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, se trabaja en la elaboración de una política pública y cambios culturales.
Tras la ratificación en la Cámara de Diputados de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, se trabaja en la elaboración de una política pública y cambios culturales.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
La semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó por 75 votos a favor y una abstención, el proyecto de acuerdo enviado al Congreso, en junio pasado por la Presidenta Michelle Bachelet, sobre la ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
La Convención tiene por objetivo asegurar y garantizar 24 derechos y libertades básicas de las personas mayores, como por ejemplo, el de igualdad y no discriminación por razón de edad, la vida y dignidad en la vejez y el derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia, entre otros.
Al respecto, el director nacional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) , Rubén Valenzuela, precisó que "la Convención será un importante avance para la protección de las personas mayores. Como Estado deberemos asumir una serie de compromisos, que deberemos trabajar de manera transversal y coordinada, implicando modificaciones de leyes, planes y programas, con el fin de mejorar la calidad de vida de este segmento de la población".
Dentro de los principios generales que inspiran esta Convención están la promoción y defensa de los derechos humanos de la persona mayor; su valorización; su papel en la sociedad y contribución al desarrollo; su dignidad, independencia, protagonismo y autonomía; la igualdad y no discriminación; y la participación, integración e inclusión plena y efectiva en la sociedad.
De esta forma el Estado podrá adoptar medidas para prevenir, sancionar y erradicar aquellas prácticas contrarias a la Convención, tales como aislamiento, abandono, sujeciones físicas prolongadas, hacinamiento, expulsiones de la comunidad, la negación de nutrición, infantilización, entre otras, que atenten contra la seguridad e integridad de la persona mayor.
El paso siguiente es que el Proyecto de Acuerdo, que busca la ratificación de la Convención Interamericana, sea analizado por el Senado, en su segundo trámite constitucional.
En este marco, se realizó en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Concepción el seminario "Envejecimiento y Derechos Humanos", donde se analizó la realidad de los adultos mayores en Chile, que a nivel nacional alcanza a tres millones de personas y en la Región a 348 mil.
Harum Oda, profesional de Ciencias Sociales a cargo de Educación, Promoción y Estudios de la sede regional Bío Bío del Instituto Nacional de Derechos Humanos, explicó que "nos parece importante relevar temas emergentes en Derechos Humanos, para personas vulnerables, entre ellos los adultos mayores. Nos parece interesante generar espacios de discusión y de debate académico, para poder ir nutriendo el análisis de la política pública en relación a los derechos humanos, y sobre el tema que hoy está en la palestra, que es el sistema de pensiones en Chile".
Agregó que como instituto tienen el rol de proteger y promover los derechos humanos, y por eso realizan estas instancias. Aseguró que hay brechas en salud y en el sistema de pensiones, que hacen más difícil la calidad de vida de los adultos mayores.
Cecilia Bustos, vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, explicó que hace falta ver a los adultos mayores como sujetos de derecho y no de caridad. Agregó que, además de la salud y la previsión, hay una brecha enorme en la participación de los adultos mayores en la vida civil. "Hay necesidades no cumplidas en los entornos familiares, y falta ver cómo respondemos como sociedad. Como Estado tenemos respuestas insuficientes a sus necesidades".
Avanzar en un cambio cultural
Carol Lagos, directora regional de Senama, explicó que hay conciencia de las brechas que hay en Chile en cuanto al trato que hay hacia los adultos mayores, y por eso se decidió la firma de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, con lo que se podrá implementar una política de Estado en beneficio de este grupo.
"Sabemos que el Senama necesita fortalecimiento institucional, y es una tarea pendiente".
Sin embargo, agregó que lo más importante a cambiar es la cultura, ya que aunque haya una política pública, si la gente no se compromete con ellos, no va a haber una efectividad. Hemos avanzado muchísimo, pero hay que entender que los derechos humanos no caducan con la vejez".