Experta en nutrición de la Universidad de Concepción aseguró que además de revisar las carnes, obviamente, compradas en lugares autorizados, las personas deben consumirlas bien cocidas para evitar contagio y enfermedades asociadas. 

Ximena Valenzuela Cifuentes
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Hasta el supermercado Maxi Ahorro llegó el seremi de Salud, Mauricio Careaga, junto a personal de la Unidad de Salud Alimentaria de la cartera, para fiscalizar el estado de las carnes que el recinto comercial vende en la Región. 

Hasta el momento, según indicó la autoridad sanitaria se han retenido en la Región 4.913,95 kilogramos de productos cárnicos de la marca Minerva, en el contexto de la Alerta Alimentaria determinada por el Ministerio de Salud y, que aún están a la espera de los resultados que debe entregar el Instituto de Salud Pública, que permita confirmar o descartar la inocuidad alimentaria. 

"A nosotros nos corresponde el trabajo de vigilancia en la Región. Específicamente, estamos fijándonos en las carnes Minerva que vienen desde Brasil, haciendo retención de ellas, asegurando su conservación en la cadena de frío y la calidad de la misma. Hoy estamos, adicionalmente, tomando muestras de lo que está retenido, a objeto de realizar los primeros análisis en nuestros laboratorios. Si hubiesen cuerpos extraños se conducirán al Instituto de Salud Pública, ISP", declaró el seremi. 

Las retenciones de productos cárnicos fueron objeto de 39 fiscalizaciones realizadas a la fecha, 16 de ellas radicadas en Arauco, 14 en Concepción, 6 en Ñuble y 3 en Bío Bío . En total, son 3.440,6 kilos retenidos en la Provincia de Concepción, 1.144,51 en Arauco, 291,14 en Ñuble y 37,7 en Bío Bío.

"Hay dos empresas como son Líder y Unimarc, que han importado desde Brasil estas carnes, por lo que estamos redoblando la vigilancia en estos supermercados y sus subsidiarias, pero además, ampliando la fiscalización a otros supermercados para asegurar la inocuidad, a través de nuestra Unidad de Seguridad Alimentaria", agregó la autoridad sanitaria.

Cadena de contagio 

Julieta Sánchez, docente del departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción, que dicta la asignatura de inocuidad de los alimentos, afirmó que la carne de vaca estaría contagiada con parásitos como la Tenia, Cisticerco y Cisticercosis. 

"Estas larvas llegan a la carne cuando el animal consume agua, alimento u otra carne, por ejemplo, si se come a otro animal como una rata que contiene la larva. La vaca la ingiere se va al intestino del animal, en el intestino la larva explota, crece, se reproduce y penetra a través del intestino delgado por los vasos sanguíneos y se distribuye a través de todo el organismo de la vaca. Luego cuando la larva se convirtió en gusano tiende a anidarse en tejidos blandos como músculo, cerebro y tejidos nerviosos, entre otros". 

Síntomas y prevención 

La especialista explicó que si una persona consume la carne contaminada puede tener variados síntomas, dependiendo del parásito alojado en el animal, que pueden ir desde nauseas, vómitos, fiebre, dolor de cabeza hasta problemas neurológicos. 

"Cuando el parásito se aloja en el cerebro, en el tejido ocular y en el corazón producen otro tipo de síntomas cardiacos y neurológicos, por ejemplo, alteración de la visión y funciones motoras, entre otras". 

La nutricionista dijo que hay responsabilidades de primer nivel en el tema, relacionados directamente con la fiscalización que debe realizar la autoridad sanitaria, pues existen políticas cuyo objetivo es mantener la inocuidad de los alimentos que se importan, controles de fronteras, plantas de proceso y comercialización de productos importados. 

Pero también hay otro nivel relacionado con el consumidor que implica comprar en lugares autorizados, carnes certificadas, que tengan información de la planta procesadora y además, realizar una inspección visual del producto.

Aseveró que una de las medidas de prevención más importantes es que la persona consuma la carne bien cocida, pues al ser sometida a altas temperaturas no deberían ser portadoras de virus, bacterias ni parásitos vivos. "Que no tengan sangre, cuando está coagulada la sangre quiere decir que está bien cocida a más de 67 grados que se necesitan para destruir microorganismos", aseveró. 

Cabe recordar que la alerta se establece en relación a una denuncia del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), por presencia de lesiones compatibles con parasitosis en un corte de sobrecostilla envasada; denuncia que se repitió en la Región de Atacama al día siguiente.

Las lesiones observadas, que corresponden a esferas o perlas similares a la grasa, de distintos tamaños, color amarillo o salmón, deben descartar su consumo y denunciar ante la autoridad sanitaria.