Además instruyó a elaborar un nuevo reglamento penitenciario, con enfoque en DD.HH.
Además instruyó a elaborar un nuevo reglamento penitenciario, con enfoque en DD.HH.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
La Presidenta Michelle Bachelet anunció ayer que instruyó a la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Fries, que se elabore un nuevo reglamento penitenciario, con enfoque en Derechos Humanos, para tratar con dignidad a las personas privadas de libertad.
Esto, a raíz del caso de Lorenza Cayuhan, la comunera mapuche que denunció haber dado a luz a su hija con grilletes en los pies y con un gendarme en la sala de parto, situación que fue motivo de un recurso de amparo presentado por la Defensoría y el Instituto Nacional de Derechos Humanos, el que hoy está en manos de la Corte Suprema.
"Quiero aquí referirme al caso de la comunera mapuche Lorenza Cayuhan, que denunció una situación humillante en el proceso de su parto. Esta denuncia debe ser investigada en profundidad y conocer la verdad de lo sucedido. Justamente, porque debemos asegurarnos que nadie sufra situaciones humillantes o vejatorias, he instruido a la subsecretaria de Derechos Humanos que se elabore un nuevo Reglamento Penitenciario, con enfoque de derechos humanos, para que se trate con dignidad no sólo a las mujeres, sino a todas las personas que están privadas de libertad", dijo la Mandataria, en la ceremonia donde se promulgó la ley que tipifica los delitos de tortura.
Esta norma tiene como fin fortalecer la investigación de los casos, las sanciones para los responsables y el amparo de las víctimas de este tipo de crímenes y establece una pena que puede llegar a 10 años de presidio para la tortura cometida por un empleado público o por particulares en funciones públicas, o instigados o con consentimiento de un empleado público.
En caso de que se trate de apremios ilegítimos o de otros tratos crueles, inhumanos o degradantes que no califiquen como torturas, las penas pueden llegar a 5 años de presidio. Y si en conexión con la tortura se producen otros delitos, como homicidio o violación, la ley entonces en esos casos establece penas más graves, las que pueden llegar hasta el presidio perpetuo calificado.
La nueva norma abarca las tres dimensiones de la tortura en lo físico, psicológico y en la violencia sexual.
Siendo la última una agresión "que es invisibilizada cuando las víctimas son mujeres y se le considera un delito menor", la Presidenta anunció que dentro de la ley se hace una distinción específica para estos delitos contra el género femenino.
El defensor regional, Osvaldo Pizarro, precisó que el proyecto de ley fue una moción del Ejecutivo para tipificar el delito de tortura para adecuar la legislación chilena a la Convención Internacional. "Y con ocasión de la promulgación de esta ley, la Presidenta cita el caso de Lorenza como un trato cruel y degradante, y para nosotros eso simboliza lo que ella ha vivido".
Además, en cuanto a la revisión de los reglamentos penitenciarios, el objetivo es evitar que haya procedimientos que se actúe contra la dignidad de las personas privadas de libertad, "es decir, creemos que con el caso de Lorenza Cayuhan, quedó en evidencia que el reglamento penitenciario es contrario al trato digno que debe recibir en una persona en circunstancias determinadas y particularmente en un caso tan especial como el de Lorenza. Es evidente que la cita que hace la presidenta a este caso hace ver que tenemos reglamentos de Gendarmería que van en contra de la dignidad de las personas privadas de libertad".
El coronel Christian Alveal, director regional de Gendarmería, se refirió al caso de Lorenza Cayuhan, y reveló que el sumario, por la importancia que tiene, quedó en manos de la dirección nacional de la institución. En cuanto a la revisión de los reglamentos, aseguró que es "una muy buena noticia para todos, porque mejorar todo lo que dice relación con derechos humanos es bueno para la institución, hay que avanzar en lo que signifique un mejor trato para las mujeres. Todo lo que dice relación con la privación de libertad tiene que estar sujeto a una revisión constante, porque los tiempos cambian".