En centro hospitalario ya cuenta con tres máquinas de primera generación que permiten dar asistencia respiratoria y circulatoria a pacientes que no responden a ventiladores mecánicos y tienen altas posibilidades de fallecer, superiores al 90%.
 

Ximena Valenzuela Cifuentes
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl

Desde hace 15 años, las enfermedades respiratorias constituyen una de las principales causas de muerte de la población chilena, siendo sólo superadas por las afecciones del aparato circulatorio y tumores malignos. 

De hecho, según estadísticas del ministerio de Salud, constituyen el 10,5% de las muertes informadas del país con un volumen de 8.287 defunciones cada año, ya sea por contagio de Hanta y H1n1, por nombrar algunas.

De ahí , la importancia de que los centros de salud cuenten con los llamados equipos Ecmo, máquinas que permiten dar asistencia respiratoria y circulatoria a pacientes que no responden a ventiladores mecánicos y, que tienen altas posibilidades de morir, mayores al 90%. 

Desde este año, el Hospital Regional de Concepción cuenta con tres equipos Ecmo, que tienen un valor unitario de $150 millones, monto al que se debe sumar un set de cánulas y accesorios necesarios para realizar el procedimiento que tienen un valor cercano a un millón 700 mil pesos, que puede durar un mes, pero que permite dar asistencia a procedimientos de alta complejidad.

Nueva oportunidad 

Si bien, viven en Castro, Puerto Montt y Concepción pero los une la misma experiencia. Un día no pudieron respirar, acudieron al centro de salud más cercano y semanas más tarde despertaron a cientos de kilómetros de sus casas, sin saber que su porcentaje de gravedad sobrepasó el 92%, condición considera como altamente crítica y, que deben sus vidas a la capacidad de reacción de sus familias, a los equipos de Urgencia y al trabajo realizado en el Hospital Guillermo Grant Benavente.

Mauricio Díaz, pescador artesanal de Chiloé que habita en Putemún, localidad cerca de Castro, contó que un día cargaba cajas de mariscos en un camión, sufrió un mareo y cayó contra las rocas. "Tenía un resfrío que llevaba días y molestaba mucho, así que aproveché el dolor de la caída para hacer reposo porque me sentía muy mal, estaba congestionado y perdí el apetito". Cada día le costaba más respirar hasta que pidió auxilio en la Urgencia del Hospital de Castro: "Me puse azul, me desmayé y me desperté 45 días después en Concepción".

Caso similar fue el de Marco Castro, de 49 años, que tras un resfrío que derivó en problemas respiratorios fue al Centro de Salud Familiar Tucapel y minutos después la sirena de una ambulancia anunciaba su traslado urgente al Guillermo Grant Benavente. En el trayecto el enfermo perdió la conciencia y así se mantuvo durante un mes y nueve días.

El diagnóstico de ambos fue H1-N1 que derivó en una insuficiencia respiratoria severa. Sus porcentajes de gravedad sobrepasaban el 92% y los ventiladores mecánicos no eran suficientes para mantenerlos con vida.

En Puerto Montt, Luis Mansilla, también sufrió los síntomas de un resfrío, pero su historia fue distinta. Fue ingresado en estado grave al hospital local y en cuestión de horas se produjo su traslado a Concepción. 

Leonila Ferreira, médico jefe de la UCI Médica del Regional, recordó que el paciente "llegó con un síndrome cardiopulmonar por Hanta Virus, muy grave, con una insuficiencia respiratoria catastrófica y componente miocardítico severo, que también necesitaba de apoyo cardiaco. Su condición era extrema pues en cualquier momento podía hacer un paro y morir".

Dichos pacientes hace sólo seis meses habrían integrado la lista de muertes por enfermedades de invierno o Hanta Virus. Sin embargo, la incorporación de tres equipos Ecmo al centro asistencial amplió las posibilidades de tratamiento y de sobrevida.

"Lo más importante es que Luis es el primera persona con síndrome cardiopulmonar por Hanta Virus conectado a Ecmo en hospital público, fuera de Santiago", dijo Ferreira.

El paciente respondió bien a la terapia y tras 5 días fue retirado del equipo y actualmente continúa en recuperación pulmonar, pero aún con apoyo de ventilador.

La médico jefe de Uci Médica aseguró que estos resultados abren nuevas posibilidades para los pacientes con Hanta Virus y que contribuirá a reducir las tasas de mortalidad en el sur del país. "Hasta ahora entre los hospitales que tienen Ecmo fuera de Santiago sólo habíamos tratado pacientes con H1N1, pero los resultados obtenidos con Luis nos permiten enfrentar con más optimismo lo que viene en materia de Hanta".

La técnica 

La especialista explicó que el Ecmo es una técnica avanzada de asistencia respiratoria y circulatoria que opera en aquellos casos en que la insuficiencia es tan grave que los pulmones, a pesar de contar con apoyo de ventilador mecánico, no son capaces de oxigenar la sangre. Por lo tanto, las posibilidades de que el paciente muera superan el 90%.

Detalló que la asistencia Ecmo puede ser de dos tipos: veno-venosa, que está destinada sólo a los pacientes con problemas respiratorios, con corazón funcionando bien, como los que tienen H1N1. "En este caso el enfermo que realmente necesita asistencia de Ecmo suele estar conectado a la máquina entre 14 y 45 días", dijo.

Existe también la veno-arterial, que es para pacientes con problemas respiratorios y de circulación, por lo que el Ecmo debe sustituir las funciones de pulmón y corazón, técnica que fue aplicada al paciente de Puerto Montt y que tras el exitoso procedimiento dio respuesta a un antiguo anhelo del equipo de profesionales que trata a los enfermos con hanta en el Regional.

"Desde hace años hemos planteado como una de las posibilidades de mejorar sobrevida de pacientes con Hanta someterlo a Ecmo para reemplazo de dos funciones severamente afectadas. Aunque aún no existe terapia específica de Hanta, este sistema de asistencia es el que está dando mejores resultados", aseveró. 

De hecho, los equipos Ecmo llegaron al Regional respondiendo a los intereses de los equipos cardiovascular, quienes por la complejidad de cirugías cardiacas requieren asistencia ventricular y, también de la UCI Médica como referentes de síndrome cardiopulmonar por Hanta y de enfermedades respiratorias que requieren asistencia veno-venosa. 

El proyecto, aprobado y financiado por el Ministerio de Salud, permite que actualmente se salven vidas. La médico intensivista agregó que, "la política ministerial es acercar Ecmo a extremos del país, habilitando distintos centros fuera de Santiago, ya fueron implementado en Temuco y Talca, pero aún no han tratado pacientes", acotó.

Cómo funciona Ecmo 

No todos los pacientes tienen las condiciones para ser conectados a Ecmo. Leonila Ferreira manifestó que existen indicaciones muy precisas asociadas a resultados en la sobrevida por lo que cada caso debe ser estudiado.

La decisión de conectarlo pone en movimiento a equipos multidisciplinarios y el proceso se inicia en pabellón donde los cirujanos cardiacos y perfusionistas conectan las cánulas o tubos a los vasos, habitualmente en las venas, arterias femorales y yugular. De esta forma se extrae la sangre hacia el Ecmo, que cuenta con una membrana que la oxigena y la devuelve al paciente. 

"Así debemos esperar que se recupere el pulmón y a mayor tiempo mayor es el riesgo de múltiples complicaciones, a las que deben estar atentos médicos intensivistas más enfermería exclusiva para el paciente (…). En los casos más complejos debemos sustituir además de funciones pulmonar y cardiaca, la función renal".

Otra gran decisión que deben tomar los especialistas es sobre el momento preciso para desconectar al paciente. Esto sigue criterios muy rigurosos y ocurre cuando existe seguridad de que la función pulmonar superó su etapa crítica. Después del Ecmo viene un periodo de una a dos semanas conectados a ventilación mecánica, posteriormente se inicia el proceso de recuperación más rápida y fuera de riesgo.

Hasta el año pasado Ecmo estaba prácticamente reservado para la región Metropolitana. La Clínica Las Condes es el referente nacional y le siguen el Hospital del Tórax, el de la Universidad Católica y la Clínica Alemana. 

Si bien en los establecimientos privados el valor diario de conexión por paciente asciende a entre 4 y 5 millones de pesos, en el caso de los internados en el Regional tuvo costo cero. 

Ferreira comentó que este año, contabilizando otoño como invierno, 67 pacientes estuvieron en riesgo de muerte en la UCI médica, por problemas respiratorios. De ellos 36 tenían diagnostico H1N1. 

En Hanta, el número de casos positivos en la Región, durante el 2016, asciende hasta hoy a nueve, uno fallecido, todos derivados a la UCI del Hospital Regional. Para todos ellos, a juicio de la especialista, el Ecmo abre una nueva posibilidad de sobrevida, tal como la que disfrutan hoy Mauricio, Marco y Luis.