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Dueños de tragamonedas contraatacan: amenazan demandar a superintendente

Abogado que los representa aseguró que dictamen esclarece que las máquinas de sus clientes son "seudoaleatorias", y que, por tanto, intervendría la destreza y podrían operar. Por ello, afirma, están cuantificando los daños causados por incautaciones y decomisos para presentar la acción legal.

Por: Diario Concepción 06 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1534.jpg

Abogado que los representa aseguró que dictamen esclarece que las máquinas de sus clientes son "seudoaleatorias", y que, por tanto, intervendría la destreza y podrían operar. Por ello, afirma, están cuantificando los daños causados por incautaciones y decomisos para presentar la acción legal. 
 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

Un significativo cambio en las normas que hasta ahora han regido el funcionamiento de las máquinas tragamonedas podría significar la circular emanada por la Superintendencia de Casinos, a fines de septiembre pasado, que aclara la definición de la aleatoriedad de la generación de resultados en una máquina de azar, las que están prohibidas de usarse fuera de los casinos de juegos.

Esto porque, según el documento, "las interpretaciones erróneas respecto al concepto de aleatoriedad puede generar infracciones a normas legales y reglamentarias". 

Así, aclara que las máquinas de premio programado son máquinas de azar, las que define como "aquellas cuyos resultados son fruto del azar y no de la destreza del jugador". Es decir, el resultado de la jugada es independiente de la habilidad del jugador e imperceptible por este. 

Por esto, el abogado Héctor Mella, director del grupo jurídico Lex, que representa a distintos dueños de estos locales a lo largo del país, aseguró que las máquinas de sus clientes pueden funcionar.

"Y hay que tener claro que las máquinas de estos locales no son las mismas que las de los casinos. No son los mismos juegos, no son iguales", precisó el profesional. 

Esto, porque las de los casinos son de azar, ya que el jugador aprieta un botón de la máquina, y ésta decide el resultado, al estar programada. "Es decir, el jugador no tiene control alguno sobre el juego, pero en el caso de las nuestras el jugador interviene en el resultado del juego. Y hoy lo reconoce la Superintendencia de Casinos, que antes nunca lo había hecho". 

Mella recordó que por años existió la creencia de que todas las máquinas eran iguales, tanto las que estaban en los casinos como en los locales en las ciudades, pero que ellos llevan años insistiendo en que no es así. 

"Por ejemplo, si yo tengo dos autos de la misma marca y modelo, y yo pregunto si uno es bencinero, petrolero, mecánico o automático. Y la respuesta lógica es que habría que examinarlos. Con las máquinas es lo mismo: el examen tiene que realizarlo un perito certificado, que en nuestro caso es un perito judicial de la Corte de Apelaciones de Santiago y otro de la Universidad de Santiago, y ambos determinan que nuestras máquinas son seudoaleatorias". 

Y este resultado se explica porque en las máquinas de sus clientes "el jugador interviene a través de los botones, deteniendo las figuras para hacerlas coincidir una con otra para obtener un resultado, no así en los casinos, donde en la máquina se aprieta un botón y se detiene sola, pero en las nuestras depende de la voluntad del jugador", explicó el abogado. Es decir, el resultado de las máquinas depende de la destreza del jugador, lo que ya habían ratificado ambos peritos. 

Lo que viene

Con este documento en mano, firmado por el superintendente Daniel García, el abogado Mella aseguró que todo lo que se ha hecho hasta ahora, "como incautaciones de máquinas, decomisos de dinero, cierres de locales fueron mal ejecutados que el superintendente reconoce que hay dos tipos de juegos". 

El problema es que los municipios aún no están en conocimiento de la información, por lo que siguen poniendo trabas para que estos locales funcionen, explicó el profesional, quien representa a más de 200 comerciantes a nivel nacional, en Concepción y Chillán en la Región del Bío Bío. 

"Ahora estamos cuantificando el daño causado para presentar una demanda por indemnización de perjuicios contra el superintendente, porque ellos entregaron esa información a los municipios, los que ordenaron las incautaciones, los decomisos y las prohibiciones contra nuestros locales", precisó el profesional. 

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