Entre los cementerios General de Concepción y Número 1 y 2 de Talcahuano esperaban recibir 180 mil personas. El recinto penquista no superó las 70 mil y los del puerto contaron 20 mil personas menos de las pronosticadas.
Entre los cementerios General de Concepción y Número 1 y 2 de Talcahuano esperaban recibir 180 mil personas. El recinto penquista no superó las 70 mil y los del puerto contaron 20 mil personas menos de las pronosticadas.
Tania Merino Macchiavello
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La había tocado antes enfrentarse a un feriado de cuatro días, pero en los siete años que lleva como director del Cementerio General de Concepción, Ernesto Cruces nunca había visto una mañana de Todos Los Santos tan despoblada como la de ayer. "Casi no parecía 1 de noviembre", relató.
Es que al igual que el año pasado el personal del camposanto se preparó para recibir 100 mil visitantes, cifra que en 2015 se logró en sólo dos días, pero no fueron más de 70 mil los que finalmente visitaron el camposanto: 12 mil lo hicieron en sábado, 15 mil el domingo, 20 mil el lunes y el resto ayer después del mediodía.
En tanto, unas 150 personas participaron de la misa celebrada en el nuevo crematorio por el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali.
Lo mismo ocurrió en Talcahuano, donde se habían estimado en 80 mil las visitas a los dos cementerios locales, que cuentan con un universo de 300 mil personas que ocupan los servicios y 12 mil construcciones o sepulturas en su interior. "Llegaron entre 50 mil y 60 mil personas", describió el administrador de los recintos, Rubén Henríquez.
La escapada fuera de la zona para unas pequeñas vacaciones, la lluvia del lunes, que en Talcahuano causó la inundación de los estacionamientos del cementerio dos, al coincidir su mayor intensidad con el fenómeno de marejadas y el frío matinal de ayer fueron citadas como causas probables de esta merma en el flujo de visitantes por los administradores.
Sin embargo, y aunque no hubo aglomeraciones, el flujo de visitantes se mantuvo constante en los principales camposantos de la provincia, lo que muestra que la tradición se mantiene en especial en los grupos de mayor edad de la población. "No había jóvenes", describió Henríquez.
Los distintos recintos trabajaron ayer en horarios extraordinarios que se prolongaron pasado las 19.00 horas.
La baja afluencia fue motivo de queja también para los vendedores de flores que habitualmente se ubican fuera de los establecimientos. Calcularon en 40% la baja en las ventas respecto de años anteriores.
En materia de seguridad, los encargados de los distintos cementerios destacaron el trabajo de Carabineros, PDI y vigilancia interna que permitió que la jornada se desarrollara sin mayores incidentes graves que lamentar.
Punto aparte fue la emergencia sufrida en el cementerio penquista luego de que un niño de tres años cayera de uno de los nichos de segundo nivel de la avenida Gabriela Mistral, siendo trasladado rápidamente al consultorio Lorenzo Arenas para su atención. Al ser consultado al respecto, el encargado del cementerio lamentó lo ocurrido y argumentó que el recinto constantemente está haciendo un llamado de responsabilidad a los padres que asisten con niños pequeños para que extremen las precauciones y evitar extravíos o accidentes.
En lo demás, salvo algunas alzas de presión en algunos de los asistentes todo se desarrolló con normalidad.