El representante de Senda explicó que las medidas aún se están analizando, pero que la Región muestra indicadores preocupantes como la cantidad de patentes para la venta de alcohol existentes.
 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

Controversia causó está semana el anuncio del ahora ex director nacional del el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Mariano Montenegro, que fijaba restricciones a los llamados happy hours, donde se puede acceder a dos tragos al precio de uno y a las barras libres, frecuentes en discotecas. 

Sin embargo, el director regional de Senda, Bayron Martínez, precisó que aún están trabajando en el denominado Plan de Acción de Alcohol 2017-2020. El documento debe estar listo en marzo de 2017. 

"El objetivo es determinar acciones que disminuyan el alto consumo de alcohol en nuestro país, donde la incidencia de consumo riesgoso de alcohol es de uno de cada 10 personas, adultos y jóvenes, que fallecen en este país". 

Martínez recordó que la primera incidencia del muerte en jóvenes, entre 15 y 30 años, es alcohol asociado a accidentes de tránsito, caídas y riñas. "Ahí están incluidos los homicidios, los femicidios, variados tipos de cáncer, todos relacionados por uso riesgoso de alcohol y sus enfermedades, que incidió que los tratamientos no hicieron efecto o que se generaron por el consumo". 

En cuanto a los escolares, en la Región del Bío Bío, el 32,4% consume alcohol. De ellos, 2/3 tuvo un episodio de embriaguez en los últimos 30 días, según los resultados del Décimo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, de 2014, encuesta que se realizó a 6 mil 635 estudiantes, de una población de 98 mil 387 en la Región, de colegios municipales, particulares subvencionados y particulares pagados, desde octavo básico a cuarto medio. En los alumnos entre primero y octavo básico, el 20% consume alcohol. El nuevo estudio se conocerá en noviembre. 

Martínez adelantó que algunos de los cambios que quiere proponer este plan llevan consigo una agenda legislativa, "al restringir publicidad, disminuir el consumo de alcohol de mala calidad, y que en los supermercados está más barato que cualquier producto, que un litro de leche o kilo de arroz. Queremos cuidar a las personas. Por ejemplo, en Francia, la incidencia de alcohol y fallecidos es de un 1%, y acá en Chile es un 10%. 

– Una de las medidas que se aplicarían en el plan es la restricción a las patentes de alcoholes, ¿cuál es la realidad de la Región?

– Nosotros hicimos este año un levantamiento de patentes en la Región, que incluye a las 31 oficinas comunales, que cubren el 90% de los habitantes de la región, y hay un promedio de una patente por cada 290 personas, y debería haber una por cada 600. Entonces hay el doble de patentes en la Región de lo que está permitido. La comuna que más tiene patentes es Concepción, con mil 391, después viene Chillán con 747 y Los Ángeles, con 646. Las comunas que menos tienen son Trehuaco, con 19, Quirihue con 36 y Santa Juana con 53. 

De hecho, el plan de acción detalla que es la ley la Ley 19.925 la que define cuotas de patentes por comuna, cuya tasa es de una por 600 habitantes. Esta norma se excede hasta en el doble en la mayoría de las comunas donde se ha trabajado. Los procesos de fiscalización municipal a las infracciones como venta a menores de edad, prohibición de venta a personas en estado de ebriedad o consumo problemático, son en la práctica mínimas o nulas, detalla el documento. 

Por eso, explicó Martínez, se debe revisar la ley de Alcoholes en su totalidad, para realizar cambios desde el Congreso. "Y realizar cambios en los colegios, en los barrios, desde la capacitación. Eso estamos haciendo en Talcahuano, para que los dueños de botillerías entiendan que no le tienen que vender a menores de edad, pero el tema pasa porque hay que tomar ciertas decisiones. Por ejemplo, esa misma comuna no promocionará alcohol en sus espacios públicos desde enero desde 2017". 

Insistió en que el plan "no se trata de políticas prohibitivas, sino que restrinjan el acceso al alcohol a los niños y adolescentes. Y esto es un tema de salud pública, porque entran 900 millones de dólares por impuestos, pero el Estado tiene que desembolsar más de 3 mil millones de dólares por accidentes, riñas, enfermedades y otros relacionados con el consumo de alcohol. Entonces no conviene, a nosotros nos preocupan las personas, pero desde el erario de la nación tampoco sale a cuenta. Aquí sólo gana la gran industria. 

– ¿Qué medidas de este plan podrían ser eficaces para la Región?

– Todas las políticas públicas deben ser graduales. Primero necesitamos que los recursos que se recaudan con la ley de Alcoholes sean bien utilizados, porque cada municipio, cada servicio de Salud decide si lo destina a prevención, rehabilitación, sensibilización y hay que ordenar eso. Tenemos hasta marzo del próximo año para tener listas estas medidas y aún no se sabe cuántas serán. Y hay que incluir a otros seremis y servicios. Podemos disminuir el acceso al alcohol con una política impositiva, que es lo más probable, pero va a pasar por el Congreso, el Ministerio de Salud, para poder avanzar, por ejemplo, en la no utilización de espacios públicos como medios de difusión de consumo de alcohol, capacitar a los expendedores de alcohol y cerrar los locales de quienes no cumplan con la ley. 

Además, Martínez detalló que el plan pretende priorizar, como Estado, la salud de las personas, "e insistir en los efectos que el consumo de alcohol causa en sus vidas". Precisó que las medidas no están zanjadas, y aún se trabaja en ellas. 

– ¿Y qué va a pasar con los happy hour y las barras libres?

– Se tiene que avanzar. Lo que se busca es determinar un precio base por unidad de medida de alcohol, porque cuando facilitamos el consumo tenemos estos efectos. No hay que olvidar que el 24% de los habitantes de la Región del Bío Bío tuvo un episodio de embriaguez en los últimos 30 días, según nuestros datos, y a eso no se le da la importancia debida. El tabaco y el alcohol matan más que muchas enfermedades. Con el primero hemos tenido buenos resultados, las cifras van disminuyendo, pero en alcohol se mantienen y eso es por la disponibilidad que hay. 
 

El ex director, los "happy hour" y barras libres

 

"El happy hour es el fomento de consumo a bajo precio, donde puedes tener un consumo desmedido, exactamente lo contrario a lo que necesita el país, que haya menos consumo excesivo, consumo de riesgo. Es parte de lo que hay que debatir sobre las restricciones, porque no ayudan a la salud pública", dijo Mariano Montenegro, ex director del Senda, el día anterior a dejar su cargo. 

En esa instancia, aseguró a La Tercera, que una medida para atacar los happy hours y las barras libre sería establecer un precio mínimo al alcohol, ya que la última reforma tributaria tuvo por fin recaudar dinero, pero no atacar el fondo del problema.

"Lo que nos pasó es que hicimos una reforma, pero no se puso el énfasis en subirle el precio para disminuir el exceso y el consumo", dice.

Por eso el nuevo plan propone analizar esta medida que tuvo éxito en Escocia que consiste en fijar un precio mínimo para una unidad estándar de alcohol, lo que significa que no puede ser vendida a menor precio. Es decir, cuanto más alcohol contenga una bebida, mayor será su precio. Según la propuesta escocesa, una medida de este tipo tiene más impacto en consumidores de riesgo, es decir, quienes regularmente beben por sobre los patrones recomendados.