Habitantes del sector aseguraron que la llegada de la Coordinadora Arauco Malleco inició los ataques y provocó la división en las comunidades indígenas.
Habitantes del sector aseguraron que la llegada de la Coordinadora Arauco Malleco inició los ataques y provocó la división en las comunidades indígenas.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
No sólo la provincia de Arauco es escenario de atentados relacionados con el conflicto mapuche en la región. En la provincia de Bío Bío ya se han registrado ataques que tienen en alerta a quienes viven o trabajan en esa zona.
Según el Barómetro de Conflictos de Connotación Indígena, que contiene las denuncias ante Carabineros y Fiscalías entre enero y junio de 2016, hubo tres denuncias por hechos violentos: dos en Alto Bío Bío y una en Santa Bárbara. Uno de ellos fue el registrado el 21 de febrero de este año, cuando desconocidos quemaron cinco excavadoras en obras de la central hidroeléctrica El Retiro, a 25 kilómetros de Ralco.
En 2015, los hechos denunciados en la provincia fueron cuatro; dos en Alto Bío Bío, uno en Quilaco y uno en Mulchén. Uno de ellos fue el ataque incendiario a maquinaria de un contratista del MOP.
El hecho también se agrava, porque este año la Comunidad Arauco Malleco reconoció su presencia en la zona. A través de un comunicado, reivindicaron "todas las acciones realizadas en la zona del Alto Bío-Bío, territorio ancestral pehuenche. Acciones que están principalmente dirigidas, en contra de las centrales hidroeléctricas Angostura, propiedad de grupo Colbún, por tanto de la familia Matte y de la central Pitrilón".
Una persona que conoce bien la realidad de la zona es Pedro Esquerré, quien ha estado en el lugar desde 1970, "cuando mi padre compró las tierras a una sucesión que llevaba muchos años en la zona y ha ido pasando de generación en generación".
Sin embargo, hoy sus tierras están tomadas por la comunidad Cauñicú, "lo que ha generado un grave perjuicio a nuestra familia y trabajadores. En esta zona la autoridad debe recuperar el Estado de Derecho, para promover el desarrollo económico de Alto Bío Bío".
Y es que hoy la violencia se está haciendo común en la zona: desconocidos destruyen antenas de comunicaciones, queman camionetas y hacen que el clima en el sector sea inseguro, "porque para los proyectos de infraestructura que requieren la contratación de subcontratistas el panorama es muy complicado, puesto que nadie quiere invertir ni arriesgar sus maquinarias en la zona", dijo Esquerré.
Por esto, están abiertos a negociar, pero con condiciones, ya que "irnos de nuestros campos sería reconocer que la violencia y las armas han ganado al Estado de Derecho, por lo que no cederemos ante estas presiones".
Esquerré insistió en que las autoridades han tenido una nula respuesta ante estos problemas. "Las autoridades locales prefieren resguardar sus cargos que colocarse al servicio de las personas que sufren en esta zona de violencia. Es necesario que exista un apoyo al emprendedor, porque es la única posibilidad de rescatar esta zona y dar un crecimiento sustentable y sostenido en el tiempo. De otro modo no existirá solución alguna a este problema".
Turistas con miedo
Jennifer Morales es dueña, junto a su esposo Patricio Alegría, de cabañas en el sector de Ralco. Aseguró que los hechos de violencia han hecho que lleguen menos turistas al sector, lo que notaron el verano pasado y hoy, y que la gente prefiere andar con cautela en esos sectores.
"Todo sigue igual que en el verano, todo es más lento por lo mismo. La gente tiene miedo, y recorre una sola ribera del río, porque la otra es más violenta", precisó la mujer, y recordó que "ahora le han disparado a camionetas, casi matan a una persona que trabajaba en una faena arriba, atajan turistas, entonces hay temor por acá".
En cuanto a la vigilancia policial, agregó que en Ralco apenas hay dos patrullas "y eso tiene que alcanzar para todo, no hay ninguna vigilancia especial, sólo nosotros nos organizamos para que no pase nada", dijo Morales, ya que aunque nada ha ocurrido en sus cabañas, sí han sufrido amenazas.
"Todo cambió desde que la Coordinadora Arauco Malleco se metió a Alto Bío Bío hace un año y medio, dos años. Antes no pasaba nada y el cambio ahora fue muy fuerte".
El ex alcalde de Alto Bío Bío, Félix Vita, quien hoy postula nuevamente al sillón edilicio, aseguró que hay una responsabilidad del gobierno local y nacional, "porque se ha introducido divisiones en las comunidades, y por eso los líderes naturales han perdido su fuerza". Agregó que eso ha facilitado la llegada de grupos extremistas a las comunidades, y la violencia ha ido aumentando.
Vita también concordó en que la llegada de la Coordinadora Arauco Malleco fue lo que enrareció el clima en la zona.
"Pero yo insisto en que el Estado fomenta las divisiones, porque hay grandes empresas allá,como Endesa, que pagan su patente en Santiago, y acá no pagan un peso, entonces eso no aporta. Eso debería cambiarse mediante una ley, para no estar dependiendo de proyectos del gobierno regional. Manejar recursos propios con las patentes sería distinto. Además, hay poca absorción de mano de obra por parte de las centrales, pues sólo dura el tiempo de su construcción", dijo Vita.