Es la segunda iglesia que es atacada en lo que va del año en la zona. En 2006, también había sido blanco de un ataque.
Es la segunda iglesia que es atacada en lo que va del año en la zona. En 2006, también había sido blanco de un ataque.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
La madrugada del 28 de diciembre de 2006, la acción de quienes vivían cerca de la capilla Laura Vicuña la salvó de arder en un incendio. Desconocidos habían lanzado dos bombas molotov, pero los vecinos apagaron el fuego con ramas de pino.
10 años después, la acción se repitió: pasada la medianoche, un grupo de sujetos lanzó antorchas al templo, el que se empezó a incendiar.
Oscar García, párroco de Cañete, contó que los objetos incendiarios rompieron dos ventanas, y se quemó parte del altar, una alfombra y el suelo, "pero si no es por los vecinos, se quema la capilla entera", dijo el sacerdote, quien aseguró que el templo se salvó, nuevamente, gracias a los vecinos, que se levantaron y apagaron el fuego como pudieron".
El párroco aseguró que la gente estaba atenta a cualquier cosa que pudiera ocurrirle a la iglesia, "porque las personas ya tienen cuidado, porque ya nos quemaron una capilla, entonces están casi como en vela. Y además que ya habían intentado quemarla antes. Yo ya había escuchado que, por el lugar en que estamos, la capilla estaba corriendo riesgo". Afortunadamente, los daños fueron menores.
"Aquí la gente quedó con mucho miedo, muy asustada después de esto. Tenemos comunidades vecinas que son mapuche, pero aunque se encontraron panfletos, yo no puedo estar seguro que sean ellos, porque cualquiera lo puede inventar y poner cualquier nombre en un cartel, entonces tenemos que tener mucho cuidado", dijo el religioso.
La iglesia está ubicada a la altura del kilómetro 37 de la Ruta P-70, en el sector Lleu Lleu de Cañete. Allí se encontraron panfletos pidiendo la libertad de Emilio Berkhoff, quien estuvo un año prófugo y fue recientemente recapturado; la machi Francisca Linconao, formalizada por la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay y los presos mapuche.
El panfleto está firmado por el grupo Weichan Auka Mapu, grupo que se ha adjudicado la quema templos religiosos en Bío Bío y La Araucanía.
Precisamente, la Iglesia Católica es uno de sus blancos, luego del desalojo, el 8 de abril pasado, de un grupo de mapuches desde el Seminario Mayor San Fidel, en Padre de las Casas, que reclama como suyo el predio que ocuparon por dos años.
Así se diferencian de la Coordinadora Arauco Malleco, la que se atribuye las actuaciones de los Órganos de Resistencia Territorial (ORT), los que adhieren a la ideología de autodeterminación y recuperación territorial de la coordinadora, a objetivos forestales e hidroeléctricos presentes en su territorio.
En Bío Bío se han atribuido 12 ataques desde 2013, incluido el ataque al fundo San Guillermo, de Claudio Galilea, en junio de 2015, donde quemaron tractores, maquinaria agrícola, Fardos y galpones, causando daño avaluado en 500 millones de pesos y la quema de una capilla en el sector Antiquina, Cañete, en abril de este año.
Según el Barómetro de Conflictos de Connotación Indígena, realizado por la Multigremial de La Araucanía, la intensidad de la violencia ha aumentado. El incendio, atentado incendiario y/o atentado explosivo constituye el 72,7% de las denuncias en el Bío Bío.
Habrá querella
El intendente (s) Enrique Inostroza y el gobernador de Arauco, Humberto Toro, se reunieron en la mañana de ayer con el sacerdote, para averiguar detalles de lo ocurrido y anunciaron que hoy se interpondrá una querella por el delito de incendio.
"Hemos venido a señalarle al padre Oscar el repudio del Gobierno a este acto de intolerancia, y que por suerte, la acción solidaria de los propios feligreses, impidió que el fuego pudiera avanzar", dijo Inostroza, quien agregó que no se aceptará la quema de cualquier tipo de iglesia, sea católica o evangélica, "porque tenemos que construir un país que sea tolerante, con todas las formas de pensamiento y por eso hemos decidido interponer una querella por el delito de incendio para que los responsables de este acto puedan sufrir las consecuencias".
En cuanto a los autores y los indicios encontrados en el lugar, como los panfletos, aseguró que son parte de la investigación de la Fiscalía, "sólo tenemos que solidarizar con la comunidad católica de Cañete, y agregar que actos intolerantes no serán aceptados por el Estado, vengan de quien vengan".