En el caso sólo va como imputado el menor de edad I.M.P., ya que su hermano Jorge Montecinos Pinto murió asesinado en la cárcel de Chillán en julio pasado. 

 

Carolina Abello Ross

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Con 60 testigos, 11 peritos, más documentos y otras pruebas se presenta el Ministerio Público al juicio por el ataque al cajero de Servipag, Pablo Ramírez Arias, quien resultó quemado con combustible en un ataque en el supermercado Mayorista 10 de Hualpén, el 29 de julio de 2015. 

El juicio quedó fijado para el 15 de septiembre y podría extenderse por un mes, dada la gran cantidad de testigos, y porque al único imputado en el caso, I.M.P., se lo acusa de otros dos hechos, aparte del ataque a Ramírez Arias. 

Uno de ellos es el ataque a otra cajera de la empresa Servipag, ocurrido el 21 de agosto de 2014, donde, según la acusación de la Fiscalía, él y otro sujeto amenazaron con quemar a la mujer y le robaron 6 millones de pesos. 

El día 31 de julio de 2015, alrededor de las 22 horas, el entonces menor de edad de 17 años, entró a robar a la tienda Samsung del mall Plaza del Trébol, pero fue detenido por los guardias del recinto. 

El acusado pudo ingresar al mall ya que cuando fue detenido por el ataque al cajero el tribunal de Garantía estimó que no había antecedentes suficientes para dejarlo en prisión, lo que fue revocado por la Corte de Apelaciones. 

Él y su hermano, Jorge Montecinos Pinto, quien también fue detenido por el ataque al cajero, quedaron en prisión a la espera del juicio. Sin embargo, en julio pasado éste falleció en la cárcel de Chillán, ciudad en la que estaba desde marzo pasado, donde había sido trasladado por motivos de seguridad. 

Sin embargo, pese a estar con una custodia especial de Gendarmería, Montecinos fue apuñalado por otro interno el 15 de julio en el módulo de imputados del penal chillanejo. Falleció dos días después, lo que causó conmoción en todos los intervinientes en el caso. 

Tras ese hecho, se dictó respecto a Jorge Montecinos el sobreseimiento definitivo respecto a su responsabilidad en este caso, causado por su fallecimiento.

En el juicio, la Fiscalía solicitará 10 años de internación provisoria para I.M.P., la máxima pena que se puede medir para un menor de edad. 

El testimonio de Ramírez

El abogado querellante en el caso, Enrique Hernández, aseguró que por la gran cantidad de testigos, el juicio va a durar máximo un mes. 

Además, también ellos llegan al tribunal con prueba propia, donde ponen especial énfasis en los familiares de Pablo Ramírez, para dejar claro el daño que el joven sufrió tras el ataque con combustible. 

Esto, porque estuvo semanas con riesgo vital. Debió ser trasladado a la Mutual de Seguridad en Santiago, donde estuvo con ventilación mecánica. Tras ser dado de alta, siguió en tratamiento para poder recuperarse tanto física como sicológicamente del ataque, por lo que hasta hoy sigue con licencia médica. 

Producto del ataque, Pablo Ramírez sufrió quemaduras por fuego en vía aérea, cabeza, cuello, hombro y extremidad superior derecha, mano derecha y zona escapular, todas lesiones de carácter grave y que pudieron ocasionarle la muerte si no hubiese tenido atención médica inmediata. 

En ese sentido, Hernández aseguró que el joven "ha tenido tratamiento sicológico desde el día en que recuperó el conocimiento en Santiago, principalmente como reparación del daño sufrido producto de este hecho tan grave. Estimamos que Pablo tendrá la entereza para poder enfrentar este juicio, recordar los hechos nuevamente y exponerlos al tribunal", dijo el abogado, quien recordó que en septiembre, apenas pudo prestar declaración, reconoció a los hermanos Montecinos como autores del ataque en una diligencia encabezada por el fiscal del caso, Julián Muñoz.

"Hay que recordar que es un juicio por tres hechos, el de Pablo es el más grave, y tenemos la convicción que su testimonio será de gran utilidad para el desarrollo del juicio", dijo el profesional.