Reforma abre la puerta a la incorporación de nuevas vías de ingreso, dentro de las cuales podría estar contenido el Pace.
 

Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl

 

Es un programa que no debería existir debido a que responde a las falencias del sistema educativo y así lo reconocen los distintos actores al interior del Pace, sin embargo, frente a la imposibilidad de erradicar las brechas en el corto plazo, se busca la extensión indefinida de este piloto que se aplica desde hace dos años a nivel nacional.

José Sánchez, director de Docencia de la Universidad de Concepción, detalla que la reforma a la educación superior haría posible la prórroga de este Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo gracias a la instalación de mecanismos alternativos de ingreso. Así el Pace "podría incorporarse como parte de las políticas con que el ministerio contribuya a la equidad en la Educación Superior", manifestó la autoridad.

Es que, efectivamente, el Pace está orientado a restituir el derecho a la educación terciaria a estudiantes de sectores vulnerables, garantizándoles un cupo vía preparación y seguimiento de los jóvenes, con una etapa de nivelación para que puedan mantenerse en el sistema y lograr su titulación, sin requisitos PSU.

Pero para el director ejecutivo del Pace en la UdeC, Jorge Ulloa, existen sin embargo, requerimientos pendientes que la Reforma podría mejorar.

Existen nudos críticos en relación a que el tipo de estudiantes que asisten a los establecimientos Pace, proviene de familias de escasos recursos y, por lo tanto, requieren de ayudas que van más allá de la gratuidad que hoy entrega el sistema al sector.

"Decirles que pueden estudiar gratis es una gran noticia, pero ayudar a estos estudiantes a que accedan a la universidad no es sólo decirles tu carrera es gratis, es también ayudarlos a que se mantengan y a que puedan desarrollar sus carreras. Desde el inicio hemos planteado que un tema fundamental es atender a estos estudiantes en sus necesidades de transporte, en temas de alimentación, de vestuario, etc.".

Para muchos estudiantes, agrega Ulloa, el desplazarse geográficamente para estudiar en una institución podría ser una condicionante para poder hacer valer efectivamente su acceso a la educación.

Destacó que existen conversaciones al respecto con el Mineduc. "Se están haciendo esfuerzos para ver a través de qué mecanismos se les pueda ayudar, pero este es un punto que deben atender", sentenció.

Respecto de la permanencia del programa, Ulloa manifestó que ésta se justifica en tanto el actual sistema de admisión a las universidades se mantenga.

"Una vez que se revise y ya hay varias discusiones al respecto. El tema no es que entren a la universidad los estudiantes con mejor puntaje PSU, porque ya sabemos que no es un buen predictor de éxito, sabemos que es mucho mejor el comportamiento de las notas de enseñanza media de los estudiantes".

Para Ulloa se trata de una discusión que debe estar presente desde ya en al discusión legislativa, puesto que a nivel académico se trata de un debate de largo aliento en que existen claridades que deben ser consideradas en el nuevo cuerpo legal.

Una tendencia además que se ha dado a nivel internacional de incorporar nuevas herramientas de admisión y no sólo una prueba de conocimiento.

"Se trata por un lado de justicia social y, por otro, de la necesidad de mantener cautivos los cerebros, que no se fugue y la evidencia dice que están distribuidos equitativamente en todos los estratos sociales".

El Pace divide su quehacer en 5 áreas de trabajo: Matemáticas, Lenguaje, Preparación para la Vida Universitaria (área compuesta por sicólogos a cargo del diagnóstico, motivación y monitoreo de los jóvenes), Comunicaciones y Vinculación con el medio, y Coordinación Ejecutiva.