En 1924, con motivo del centenario del mítico liceo penquista, el abogado Carlos Dávila escribió un sentido telegrama a la institución que lo formó. Ocho años más tarde encabezaría la "República Socialista", gobierno que habría de durar sólo 100 días.

Alejandro Mihovilovich Gratz
Director de Biblioteca Municipal,
Investigador del Archivo Histórico
de Concepción

Normalmente ensalzamos la figura del Presidente Juan Antonio Ríos como el hombre más destacado en la historia de nuestro liceo, desconociendo o pasando por alto a Carlos Dávila Espinoza, ex alumno, que en julio de 1932 asumió como Presidente Provisional de Chile, en lo que se hizo llamar los 100 días de la República Socialista.

Carlos Dávila nació en la ciudad de Los Ángeles el 15 de Septiembre de 1887. Era hijo de don Luis Dávila y doña Emilia Espinoza. Realizó sus estudios en el Liceo de Hombres de Concepción, cursando la secundaria entre los años 1900 y 1906, en cuya época tuvo profesores de la talla de don Julio Parada Benavente, don Pedro Nolasco Cruz-Silva, Ismael Letelier, Ricardo Fritis y Edmundo Larenas; maestros que dieron origen a la Universidad de Concepción. 

Dávila en el curso de su vida ostentó diversos cargos de importancia, de ellos podemos destacar que en 1917 fue el primer Director del Diario La Nación, periódico recién fundado; entre 1927 y 1931 fue embajador de Chile ante el gobierno de los Estados Unidos, durante su estadía estudió en la Universidad de Columbia doctorándose en leyes, y en 1929 realizó estudios especializados en la Universidad de Southern de California; vuelto al país en 1932 desempeñó el cargo de Presidente Provisional de Chile por un período de 100 días, asumiendo el cargo en medio de una crisis económica mundial que afectó a nuestro país. A pesar del corto periodo se destacó por: organizar los lavaderos de oro en Chile, crear la Caja de Amortización y convocar a elecciones presidenciales, sin embargo el Decreto Ley para esas elecciones quedó en el papel, pues tuvo que dimitir bajo la presión del pronunciamiento militar del 13 de Septiembre de 1932, sucediéndolo el General Bartolomé Blanche Espejo, quien se desempeñaba como su Ministro del Interior. Radicándose en Estados Unidos se dedicó a la prensa, recibiendo el premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia por su contribución al periodismo. En 1942 escribió el libro "Nosotros los de las Américas".

Además fue miembro del Consejo Económico y Social de las Nacionales Unidas y Secretario General de la Organización de Estados Americanos O.E.A. Falleció a causa de una antigua infección renal el 19 de octubre de 1955, en la ciudad de Washington, Estados Unidos. 

Como una curiosidad histórica publicaremos el telegrama que Carlos Dávila envió en agosto de 1924 a don Enrique Molina, Rector del Liceo, con motivo de cumplirse 100 años de su fundación, en ella se destaca la importancia que don Carlos Dávila atribuye a la formación que recibiera de este importante centro educacional. El telegrama que a continuación transcribimos, no necesita explicación alguna, pues en el está puesto el corazón de todo ex alumno agradecido por su alma mater.