Investigación reveló que los penquistas respetan sus derechos, pero creen que la migración aumenta la delincuencia o afecta el mercado de trabajo. 
 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

Durante las últimas décadas, la inmigración se ha convertido en un fenómeno de actualidad e impacto social creciente en la Región. El Ministerio de Desarrollo Social (2015) estimó que la población extranjera asentada en Bío Bío alcanzaba a 12.000 personas en 2015. 

Esta nueva realidad social constituye una situación de contacto intercultural inédita en la Región. Sin embargo, existen escasos antecedentes disponibles acerca de las características sociodemográficas y psicosociales de la población inmigrante a nivel local y se desconoce el impacto que su presencia tiene en la población autóctona de la Región, y las estrategias que ambos grupos han desarrollado para relacionarse. 

Ante esta necesidad, la Universidad Andrés Bello Concepción, a través de su Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, y con el apoyo de la Dirección de Extensión Académica; en conjunto con la Secretaria Regional Ministerial de Desarrollo Social de la Región del Bío Bío, organizaron el seminario "Migración situada, construyendo espacios para la integración en la Región del Bío Bío", en el que se dio a conocer un estudio que revela cómo viven los migrantes en la zona y lo que opinaban los penquistas de su llegada, en una encuesta que respondida por más de 700 personas. 

Y los resultados del estudio son contradictorios, ya que si bien los habitantes de la Región reconocen los derechos de los migrantes, los ven como una amenaza en el ámbito laboral.

María José Mera, docente de la Escuela de Psicología de la Unab, estuvo a cargo del estudio, el que tienen resultados preliminares y señaló que el 50% de los extranjeros se han sentido discriminados. Pese a ello, la mayoría de ellos pretende quedarse aquí. 

"Por ejemplo, al buscar un trabajo, un arriendo, un colegio para sus hijos, al intentar acceder a los servicios de salud, se han sentido discriminados. Sin embargo, ellos están mucho más dispuestos a compartir su cultura y a aprender que nosotros, así que la tarea es para nosotros como chilenos". 

En cuanto a la percepción de los penquistas, aseguró que tienen respeto por los migrantes, y están de acuerdo con regularizarlos, pero tienen la idea de que la migración puede aumentar la delincuencia, afectar negativamente el mercado de trabajo local, el acceso a la vivienda, a la educación y ayudas del Estado. "Es decir, hay un respeto hacia ellos, pero hay temor a que la migración pueda producir dificultad en el acceso a ciertos servicios, es decir, es una actitud ambivalente".

La profesional aseguró que el objetivo es entregar los resultados del estudio al Gobierno, "y queremos entregarles los resultados a Desarrollo Social, para que sirvan para discutir sobre las políticas publicas. Y como académicos, nuestro rol es generar contenidos para que nuestros alumnos se formen en este tema". 

Más migrantes

Rodrigo Sandoval, jefe nacional del Departamento de Extranjería y Migración, reveló que en Bío Bío la comunidad extrajera más grande es la argentina, mientras que la llegada de colombianos, peruanos y españoles registra un aumento importante.

En cuanto a la migración, aseguró que para frenar el ambiente hostil que muchas veces enfrentar los extranjeros "se debe conversar del tema con la sociedad, las autoridades, y entregar cifras objetivas que reflejan esta realidad. Nuestra convicción es que las personas van a tener la madurez de entender que la migración es una necesidad". 

En ese sentido, Sandoval recordó que en Bío Bío apenas hay un 2,3% de los extranjeros que residen en Chile, que equivalen a un 0,5% de la población general, "pero la Región es una de las que ha exhibido un mayor crecimiento de migración, pero lo que es más importante es que las autoridades y la población analicen el tema". 

Agregó que a la Región y al país seguirán llegando extranjeros, porque la situación económica sigue siendo mejor que la de otros países verdinos, "y mientras eso no cambie, no cambiarán los flujos migratorios". 

La autoridad aseguró que Chile necesita atraer migración, porque hay que considerar que Chile está en 1,8 hijos por mujer y debe ser 2,1; si en el año 2025 uno de cada 5 chilenos tendrán sobre 65 años y muchos de ellos con el ingreso mínimo, "habrá muchas personas dependiendo del Estado, y muy pocas trabajando, y con una necesidad de financiar un estado demandado. Y Chile tiene que tener cuidado, porque muchas cosas que tenemos en el país son reactivas a la migración, entonces se corre el riesgo de que estas personas escojan otros destinos y entonces vamos a empezar a echarlos de menos". 
 

En Concepción encontró la oportunidad

Patricia Moreno es peruana, vino por primera vez a Chile hace 3 años y se quedó 8 meses. Regresó porque sus hijas encontraron trabajo en Concepción y hoy trabaja en el restorán "Fina Estampa", y en sus tiempos libres trabaja cocinando las delicias de la comida peruana. 

"Chile me ha abierto las puertas con el trabajo y estoy muy agradecida de la gente de este país, porque yo vivo en casa de chilenos y me tratan excelente", dijo la mujer. 

"Yo me vine con la propuesta de un trabajo, entonces me ha ido bien. Hay cosas más difíciles como acostumbrarse a las comidas distintas, pero nada muy complicado", dijo Patricia, quien espera quedarse en la zona a vivir con sus dos hijas, ya que por ahora está con visa de trabajo. Agregó que no ha sentido discriminación y ha sido muy bien tratada por sus colegas de trabajo.