Considera que es urgente construir un centro de salud que apoye a la saturada de la Unidad de Emergencias del Regional y pide apoyo transversal.

Nicolás Fajuri Clarke
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Hace una semana, Diario Concepción publicó un exhaustivo reportaje sobre la alta demanda de atención de pacientes que presenta la Unidad de Emergencias (UE) del Hospital Regional y las complicaciones que derivan de ella, y de lo conveniente que podría resultar el convertir el antiguo Traumatológico en una posta que contribuya a descongestionar al más grande de los centros asistenciales del sur de Chile . 

Al día siguiente, los senadores Felipe Harboe (PPD) y Jacqueline van Rysselberghe (UDI), coincidieron en que, a su juicio, este proyecto no es prioridad. Una semana más tarde, el director del Hospital Regional, Doctor Sergio Opazo, recoge el guante para abrirles los ojos. "Los invito a visitar las dependencias del Hospital para que conozcan la realidad", emplazó. Desde su perspectiva técnica, la idea de una posta complementaria es una necesidad real, que va mucho más allá de aumentar las camas o ajustar la gestión.

– ¿Cómo opera la Unidad de Emergencias del hospital regional?

– Tenemos la mejor Unidad de Emergencia de Chile. Contamos con 130 médicos, entre neurocirujanos, cirujanos infantiles, neurólogos, internistas, dentistas, maxilofaciales, anestesistas, entre otros especialistas. Y de todos ellos, hay más de uno por área. Con eso logramos atender a un promedio de 500 personas al día. No hay nada comparable en el país.

– ¿Cuál es el conflicto que presenta?

– Estamos afectados por algo que no es responsabilidad nuestra, que son los pacientes que están hospitalizados ahí. La UE no tiene camas y, por resolución ministerial, no debe tenerlas. Solo tiene camillas de observación transitoria mientras los enfermos se estudian, para pasarlos a cirugía o darles el alta médica. Ahí es donde se produce el problema, ya que estamos sobrepasados al tener ocupados los lugares de consulta con pacientes con indicación de hospitalización, lo que nos deja sin espacios para examinar a las personas que llegan por urgencias. Hemos tenido que comprar servicios con el presupuesto del hospital en el sistema de salud privado para dar abasto.

– ¿Se soluciona con más infraestructura?

– Por supuesto. Esto se estudió cuatro años atrás, cuando nos reunimos con el gobierno anterior. Recientemente, finalizó el estudio de la red asistencial del Bío Bío. La conclusión es que sólo para la ciudad de Concepción, faltan entre 250 y 300 camas de nivel intermedio, sin la necesidad de que los pacientes que las ocupen estén en la UCI. Ese espacio no está en este hospital. ¿Y cómo se llama eso? Posta central.

-¿Cómo se les soluciona el problema a los pacientes que viven en los alrededores de Concepción y la provincia?

-Para eso debería existir un hospital de mediana complejidad, que esté ubicado en Chiguayante o en San Pedro y que cuente con las cuatro especialidades esenciales: medicina, cirugía, obstetricia y pediatría, además de una buena atención de urgencias.

– Alrededor del 70% de los pacientes de la UE presentan complicaciones menores, que pueden ser resueltas en Unidades de Atención Primaria. ¿Por qué llegan acá?

– Estoy de acuerdo con que las personas con complicaciones que no son graves debieran ser atendidas en la atención primaria, pero si tú vas a las nueve de la mañana y te dicen que no quedan horas o vas después de que se terminó la atención del Sapu y no hay médicos, tienes que venir acá. Eso no nos perjudicaría si tuviéramos donde hospitalizar a nuestros pacientes.

– ¿Qué mirada a largo plazo necesita desarrollar la Salud en Bío Bío?

– Si nosotros hubiésemos sido visionarios desde el comienzo, como Servicio de Salud Concepción hace rato tendríamos terminada la tercera etapa del hospital. Yo trabajaría en el proyecto de construir un hospital de alta complejidad para 15 años más. En ese tiempo la población penquista lo va a requerir.

– ¿Un mensaje a los senadores que consideran que una postal central no es prioridad?

– Hay un desafío mayor y ante eso tenemos que unirnos. Por tanto y en reconocimiento de nuestras diferencias, me gustaría invitar a todos los parlamentarios de nuestra zona a que nos visiten, para que conozcan nuestra realidad. Aquí les voy a hablar de lo bueno y de lo malo.