Ciudad

"No hay magia: hay que aumentar la tasa de cotización y la edad legal para jubilar"

El antiguo sistema de reparto era muy discriminatorio, y entregaba pensiones inferiores al actual esquema. La solución a los problemas actuales va por reformar lo que existe, puesto que la aritmética muestra que la actual fórmula "no da", afirma el economista y académico de la UDD.

Por: Diario Concepción 07 de Agosto 2016
Fotografía: imagenPrincipal-3983.jpg

El antiguo sistema de reparto era muy discriminatorio, y entregaba pensiones inferiores al actual esquema. La solución a los problemas actuales va por reformar lo que existe, puesto que la aritmética muestra que la actual fórmula "no da", afirma el economista y académico de la UDD. 

 

Silvanio Mariani
silvanio.mariani@diarioconcepcion.cl

"No hay soluciones mágicas", dice de entrada el economista Hernán Cheyre. Reformar el actual sistema previsional implica adoptar medidas que no son populares y que los mismos críticos a las AFPs evitan reconocer. La fórmula es simple: aumentar el porcentaje de cotización en al menos un 4%, incorporar un aporte del empleador y cambiar hacia arriba la edad de jubilación. 

El problema es que el escenario se ha vuelto proclive a quienes, por razones ideológicas, "buscan terminar con el sistema de AFP basado en la capitalización individual de los aportes y en la propiedad privada de los fondos acumulados", detalla Cheyre. La razón de fondo es que las pensiones recibidas por la mayoría de los chilenos son inferiores a las expectativas que muchos se habían formado y, por lo tanto, el sistema está en juicio público. 

Dado el panorama, es clave "derrumbar los mitos" en esta materia, asegura el ex vicepresidente Ejecutivo de Corfo en el gobierno de Sebastián Piñera. Cheyre es economista de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Máster en Economía de la Universidad de Chicago. Fue fundador y presidente de Econsult, y durante su carrera profesional se ha desempeñado como académico, director de empresas, consultor del Banco Mundial y gerente general de Fitch Chile Clasificadora de Riesgo, entre otros cargos. Además, es director académico MBA de la Universidad del Desarrollo.

– Uno de los argumentos utilizados en contra de las AFP es que el sistema de repartos entregaba mejores pensiones. ¿Sería factible volver al antiguo sistema?

– Ese es uno de los mitos. El sistema antiguo estaba constituido por 32 cajas de previsión, a las cuales era afiliado el trabajador en función de la empresa que trabajaba, en función de la actividad desempeñaba, es decir, el trabajador no elegía. Y esas 32 cajas administraban aproximadamente 100 regímenes previsionales distintos. Es como decir que había 100 planes diferentes. Dos partes del total de trabajadores chilenos cotizaban en el Servicio de Seguridad Social, que era para los menos calificados, por decirlo de alguna manera. Esas personas solo tenían derecho a jubilarse por vejez a los 65 años, y recibían una pensión que se calculaba de acuerdo a los parámetros establecidos en la ley. Pero los empleados particulares, por ejemplo, podían jubilarse por antigüedad, en condiciones más favorables. Los trabajadores del ámbito bancario, que cotizaban en la caja bancaria de pensiones, podían jubilar por antigüedad incluso habiendo cotizado un número de años bastante reducido. Un parlamentario, por el hecho de haber sido parlamentario, podía jubilarse en mejores condiciones. Por lo tanto, la discriminación era absoluta. Es decir, dependía esencialmente de la capacidad de presión que tenían esos grupos. 

– Había privilegios, tal como hoy…

– Había mucha discriminación. Ahora, los casos de hoy son casos que reciben algunas personas bastante privilegiadas. Pero no son la mayoría. Si uno va a abril de 2016, las personas pensionadas por vejez en el Servicio de Seguro Social reciben una pensión de 165.430 pesos, en promedio, cifra efectiva. El afiliado de una AFP recibe una pensión por vejez de 188 mil pesos, en promedio. Entonces, no estamos viendo que hay una cifra más favorable del Servicio de Seguridad Social respecto a la AFP. Y esa cifra incluso hay que hacer una clarificación adicional. En el sistema antiguo, para tener derecho a una pensión de vejez, la persona tenía que haber cotizado a lo menos 15 años. Si había cotizado 14 años y once meses, recibía una pensión de cero pesos. Perdía todo lo que había entregado. Entonces, detrás de esa pensión de 165 mil pesos que mencioné hay que reajustarla en un 50% porque la mitad de lo que estaban recibían cero. 

– ¿Está usted de acuerdo que las pensiones de hoy, de las AFP, son bajas? Se dice que el sistema perdió, en 2008, el 60% de las ganancias obtenidas en los 25 años anteriores. 

– Estoy de acuerdo que es bajo y que hay que hacer algunos cambios. Pero hay un tema importante. La tasa de cotización mensual que hoy es de 10%, en el sistema antiguo era el doble, es decir 20%. Por lo tanto, el aporte que es en términos prácticos la mitad, para una pensión que es el doble, porque mitad de los cotizantes no recibía la pensión, no podemos decir que sea un sistema mejor que el que tenemos hoy día. Sin perjuicio de las modificaciones que se pueden hacer. Ahora, sobre la supuesta pérdida del 60%, cabe precisar que los fondos acumulados son aproximadamente 170 mil millones de dólares en estos 35 años de funcionamiento del actual sistema de pensiones. La suma de los aportes de los trabajadores en estos años es poco más de 100 mil millones dólares. Toda la diferencia es por cuenta de la rentabilidad que se ha tenido. Cuando se creó el sistema, se pensaba que la rentabilidad de largo plazo seria de UF más 4% ó 4,5%. Pero los resultados reales han sido de UF más 8% ó 8,5%. Es decir, los resultados están por sobre lo esperado.

– ¿Por qué entonces el promedio de las pensiones es inferior a lo que la gente espera? 

– Eso se debe a lo que se llama laguna de cotizaciones, cuando no se ha cotizado en forma permanente. Muchas veces han tenido trabajos informales, y también los casos en que no han tenido trabajo. Esa precariedad del mercado de trabajo explican las bajas pensiones. Muchas personas dicen que las pensiones son bajas, y eso es cierto. Pero el sistema no prometió un determinado nivel de pensiones. El sistema entregó una institucionalidad para que, en la medida que las personas cotizaran un 10% de su sueldo en forma ininterrumpida, obviamente que debería alcanzar una pensión que muchos estimaron que debería acercarse a un 70% del sueldo. Otro factor real es que la expectativa de vida ha aumentado. El sistema calcula cuántos años va a repartir el fondo acumulado, y si la expectativa de vida aumenta, obviamente la pensión disminuye. ¿Cómo se combate eso? Bueno, aquí no hay magia. Está claro que ahorrar un 10% para lograr una buena pensión futura, es bajo. Chile es uno de los países con las tasas más bajas de cotización. Hay que aumentar esa tasa al menos unos cuatro puntos, subir de 10 a un 14%. Segundo, incentivar que las personas coticen mayor número de años y eso pasa por la propuesta de subir en forma legal la edad de jubilación. Es una medida tremendamente impopular, pero responde a la realidad. 

¿Cuál sería un ajuste razonable en materia previsional?

Entendiendo la presión política que existe, creo que se podría avanzar estos 4 puntos porcentuales que mencioné, para subir la tasa de cotización de un 10 a un 14%. Me parece que este aporte debería estar a cargo de la empresa y entonces tenemos ahí los tres pilares solidarios. Podría ser perfectamente posible, por ejemplo, con un aporte de 0,5% anual en 8 años. Perfectamente podría llegar a ese cuatro por ciento. 

Obviamente que es un mayor costo para la empresa. Pero tomando en cuenta reformas tan drásticas como las que se está tomando hoy día, la expectativa es de un ajuste razonable en materia previsional, sabiendo que podrá tener un impacto en el empleo y en las remuneraciones. Sería un paso más en el sentido que perfectamente se podría avanzar en esa línea. 

Ahora, déjeme decirle que hay un tema bastante ideológico de parte de los expertos en el sentido que muchos estiman que no es justo que la pensión sea financiada por ahorro personales. Proponen que sea una cosa más solidaria. Que el trabajador activo financie a los inactivos. Eso por razones aritméticas no da. Está demostrado, y el mundo viene de vuelta en ese sentido. Por aritmética no da.
 

 

¿Qué opina sobre una posible AFP estatal?

– No va a resolver absolutamente nada. No es eso lo que va a mover la aguja. Pensar que una AFP estatal va a lograr un aumento en la competencia no me parece tan claro. Salvo que sea una entidad subsidiada por el Estado, lo que sería una competencia desleal para el resto de los operadores privados. 

– Creo que una AFP estatal no cambiaría nada muy significativo respecto a los costos. La comisión que cobran las AFP a los afiliados es relativamente barata, no es una tema de costos excesivos. 

– ¿Se puede cobrar aún menos? No tengo ninguna duda de que cada vez que se introducen elementos de competencia, uno logra que bajen los costos. Pero pensar que una AFP estatal va a resolver la competencia de esa industria… no es efectivo.

– Si uno cree que la AFP estatal va a mejorar las pensiones, va a tener una tremenda decepción. La rentabilidad de las AFP ha sido adecuada. El tema de fondo han sido las lagunas en materia de cotización, la precariedad del mercado laboral, la edad de jubilación, y la tasa de ahorro que tienen los trabajadores.
 

 

¿Cómo opera el sistema de pensiones chileno?

– El objetivo del Sistema de Pensiones es proveer ingresos de reemplazo para los trabajadores que dejan la vida activa o laboral y cubrir los riesgos de invalidez (total o parcial) y de muerte del trabajador (sobrevivencia), de manera de proteger al afiliado y a su grupo familiar.

Este sistema se basa en el ahorro y la capitalización Individual. Los trabajadores dependientes cotizan obligatoriamente en las AFP y los independientes lo hacen en forma voluntaria.

El trabajador puede elegir la administradora que gestione sus ahorros previsionales y cambiarse cuando lo desee, así como decidir la edad a la que quiere pensionarse (jubilación por vejez o anticipada) y la modalidad de pago de pensión (retiro programado, renta vitalicia o retiro programado con renta vitalicia diferida). Asimismo, puede elegir el Tipo de Fondo en donde se invertirán sus ahorros. Las AFP son empresas que por ley deben invertir los ahorros de los trabajadores en instrumentos del mercado financiero, de modo a generar rentabilidad en el tiempo. A cambio de este servicio los trabajadores deben pagar comisiones mensuales y al momento de la jubilación a las AFP.

¿Aumentar la edad de jubilación, es viable?

Si uno ve todos los informes que se han elaborado de todas las comisiones que se han conformado para reformar el sistema, tienen como denominador común ese tipo de argumento. Creo que ya es tiempo de avanzar en esa lógica, pero no en la lógica de destruir el sistema, aplicar la lógica de la retroexcavadora en el sistema previsional sería muy perjudicial. 

Hay que hacer una lógica constructiva y ver, entre todos, cómo podemos mejorar lo que ya está. Creo que la vía de fortalecer el pilar solidario, establecer cotizaciones para los empleadores, mejorar ciertos parámetros básicos del sistema de cotización sería avances en que todas las partes estarían colocando algo para mejorar el sistema. 

Creo que ese es el camino. Si hay quienes quieran volver al sistema de reparto, creo que es una lógica muy idealista pero que no se compadece con los números. El mundo viene de vuelta en ese sentido. Suena bonito pero no funciona. Si de verdad uno quiere pensar en las generaciones futuras, a largo plazo, tiene que pensar en un sistema de capitalización mixta, con aportes estatales y buscar los parámetros para irse por esa ruta.

 

Etiquetas

Notas Relacionadas