El hecho se originó en una pelea en la cárcel de Chillán, donde había sido trasladado por seguridad. Tras la riña, 11 internos, 9 de ellos de Talcahuano, quedaron en aislamiento. Defensoría lamentó su muerte, pero precisó que juicio sigue, ya que está acusado su hermano menor. 

Carolina Abello Ross
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Con un solo acusado quedó el caso del ataque al cajero de Servipag, Pablo Ramírez Arias, luego de la muerte de Jorge Montecinos Pinto (28) en el hospital de Chillán, la madrugada de ayer. 

El reo estaba en esa ciudad desde el 18 de marzo pasado, donde había sido trasladado por motivos de seguridad. 

Sin embargo, pese a estar con una custodia especial de Gendarmería, Montecinos fue apuñalado por otro interno el pasado viernes 15 en el módulo de imputados del penal chillanejo. 

La agresión motivó que el reo fuera trasladado al Hospital Herminda Martín, donde estuvo internado con riesgo vital. Alcanzó a ser visitado por su abogado defensor, Gonzalo Benavente, quien manifestó que su estado era de cuidado, pero que los médicos que lo atendían esperaban una evolución favorable. Sin embargo, no fue así y murió a las 3 de la madrugada de ayer. 

Su muerte fue confirmada por el alcaide del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chillán, comandante Pedro Sanhueza. 

"Él estaba con una custodia especial de tres gendarmes, por su alto compromiso delictual", dijo y agregó que ya se dio cuenta al Ministerio Público para investigar las causas de la muerte, además de ordenarse una investigación interna en Gendarmería, para identificar quién sería el autor de la mortal puñalada.

Sin embargo, fuentes allegadas al caso confirmaron que Montecinos Pinto murió en una pelea dentro del módulo de imputados, la que ocurrió a las 8.10 horas del viernes en el interior del dormitorio norte de internos, lo que motivó su traslado a la enfermería del penal, y luego por la gravedad de las heridas, fue llevado al recinto asistencial. 

Tras ello, 11 internos, 9 de Talcahuano, uno de Quilpué y uno de Bulnes, quedaron en aislamiento preventivo luego de ser identificados por las cámaras de seguridad. 

Jorge Montecinos Pinto estaba en prisión preventiva desde el 1 de agosto del año pasado, acusado del ataque a Pablo Ramírez, ocurrido días antes, el 29 de julio, en el Servipag ubicado en el supermercado Mayorista 10 de Hualpén, cuando al cajero le prendieron fuego para robarle la recaudación del día. Su hermano I.M.P., hoy de 18 años, pero menor de edad al momento del ataque, está en internación provisoria en el Centro de Coronel a la espera del juicio oral por el mismo caso, cuya audiencia de preparación está fijada para el próximo miércoles 10 de agosto. La Fiscalía pedía 20 años de cárcel para Montecinos Pinto y de 10 años de internación en régimen cerrado del Sename para su hermano. En mayo de este año, el joven fallecido difundió un video por redes sociales, donde se cortó un dedo en protesta por estar en prisión, ya que alegaba su inocencia y la de su hermano en el caso. 

"Murió esperando justicia"

El defensor regional, Osvaldo Pizarro, calificó de "lamentable" la muerte de Montecinos Pinto, "porque fallece esperando la declaración de su inocencia en el caso en que estaba siendo imputado, y eso nos parece brutal. Es preocupante que esta persona que había sostenido su inocencia durante todo el proceso investigativo, ad portas de realizarse el juicio, haya fallecido esperando justicia". 

El abogado explicó que ahora su principal preocupación es I.M.P., para que pueda concurrir al funeral de su hermano. "Estamos haciendo las coordinaciones con su familia para poder ayudarlos en la entrega del cuerpo de Jorge, y en lo que respecta al ámbito procesal, sus responsabilidades quedan sobreseídas por su fallecimiento, y continuaría el proceso criminal en contra de su hermano por los delitos que le imputa la Fiscalía, pero, insisto, lo lamentable es que se decrete un sobreseimiento en el caso por su fallecimiento y no que se haya decretado su inocencia en el juicio que esperaba". 

Paradójicamente, Jorge Montecinos Pinto había sido trasladado a Chillán por una medida de seguridad. 

"Estaba allá por medidas de protección, y por lo emblemático del caso estaba en Chillán con una custodia especial. Es preocupante que una persona fallezca estando privado de libertad intentando demostrar su inocencia y es lamentable por el dolor que la familia que tendrá que asumir, por eso esperamos que la Fiscalía de Chillán haga su trabajo y determine quiénes fueron los autores de este hecho". 

"El juicio sigue adelante"

El abogado querellante Enrique Hernández, quien representa a Pablo Ramírez, explicó que el fallecimiento de Montecinos trae consecuencias legales, "pero el caso con esto no pierde fuerza, el juicio sigue adelante, hay otro imputado que debe responder por esto, y en cuanto al tema humano, entendemos que hay una familia que debe estar sufriendo". 

Hernández precisó que el caso está en instancia de preparación de juicio oral, por lo que lo más probable es que este hecho cambie las estrategias jurídicas de todas las partes involucradas. 

Sigrid Ramírez, hermana de Pablo, aseguró que "estamos todos sorprendidos. Mi hermano, mi familia, no lo esperábamos. Obviamente esto cambia todo, a nosotros como familia nos habría gustado poder llegar con esto hasta el final. Pero sabemos que hay una familia que está sufriendo, igual como sufrimos nosotros cuando le ocurrió esto a Pablo, y nos ponemos en su lugar". 

Sin embargo, Sigrid Ramírez criticó las circunstancias de la muerte de Montecinos: "Yo me cuestiono que en las cárceles existan armas, teléfonos celulares, y cuestiono el trabajo de Gendarmería, porque ellos están para cuidar la integridad de los reos, y eso es lo que más me da vuelta, no entiendo cómo es posible que haya ocurrido un hecho así".