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Ciencia y Sociedad

Chile envejece: la nutrición como aliada de los riesgos que trae el paso del tiempo

En tres décadas el grupo de mayores de 65 años aumentó más del doble y así las patologías asociadas a la edad, pero se pueden prevenir o retrasar con estilos sanos y alimentación de calidad.

Por: Natalia Quiero 12 de Abril 2025
Fotografía: Raphael Sierra P.

Chile experimenta un profundo cambio demográfico con un acelerado envejecimiento poblacional. Lo demuestran los resultados del Censo 2024 comparado con estadísticas registradas en 1992: mientras se redujo el grupo de personas menores de 14 años de 29,4% a 17,7% actualmente, el de 65 años o más pasó de ser el 6,6% al 14% de la población nacional.

Esta transformación plantea retos sociales y sanitarios urgentes, tan públicos como personales, para el mejor presente y futuro de la vejez y la sociedad nacional, sobre todo ante el mayor riesgo y carga de enfermedades que se asocian al deterioro orgánico por el paso del tiempo.

Salud muscular

La sarcopenia es una de las complejas afecciones que crece como desafío de salud pública en el escenario de envejecimiento poblacional. Y es que es la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular con la edad, que se hace notoria desde los 50 años y más con el paso del tiempo, y puede traer diversas consecuencias graves como mayor riesgo de caídas, fracturas y osteoporosis que debilita los huesos, perjudicando la calidad de vida y así la salud mental puede verse dramáticamente aquejada.

Y la alimentación puede jugar un rol crucial para la salud muscular y ósea, y prevenir el riesgo de enfermedad, releva la doctora Montserrat Victoriano, directora del Departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción (UdeC).

Al respecto, explica que fundamental para la salud general es mantener una dieta variada y equilibrada que incorpore en cantidad y calidad suficiente distintos alimentos y nutrientes que el organismo necesita para su funcionamiento. “En casos específicos es necesario suplementar”, afirma la especialista en nutrición humana.

Aunque uno u otro órgano y sistema tiene sus específicos requerimientos. Y si se trata de la salud y función muscular destaca “principalmente las proteínas que contienen aminoácidos como la leucina, que activa la vía clave para la síntesis de proteínas musculares; y la vitamina D regula la fuerza y la absorción de calcio, magnesio y potasio que participan en la contracción y relajación muscular”. Vitamina D, calcio y magnesio también son clave para los huesos.

El rol de los lácteos

Fuentes de estos pueden ser carnes, pescados, huevos, frutas, verduras y lácteos, y en los aportes y propiedades de la leche con sus derivados se detiene la académica: “las proteínas lácteas mejoran la masa muscular en personas mayores”.

Las proteínas de los lácteos son fáciles de incorporar en la dieta porque no requieren cocción y suelen ser bien toleradas”, complementa al respecto la doctora Mabel Arinoviche, presidenta de la Sociedad Chilena de Osteología y Metabolismo Mineral que los 25 y 26 de abril realizará su XXXII congreso nacional que tendrá como temas centrales la sarcopenia y osteoporosis.

Se destaca que lácteos son amplia gama de productos, fáciles de deglutir y digerir, y existen opciones para quienes sufren intolerancias. En específico, precisa que yogures son mejores tolerados que la leche, siendo rica fuente de proteínas de alta calidad y calcio igual que el queso fresco.

Y enfatiza la importancia de que se realicen ejercicios físicos para fortalecer la fuerza muscular y así potenciar los efectos de la alimentación y nutrición para mitigar efectos de la pérdida de masa muscular.

Vejez sana: la tarea inicia en etapas tempranas

Aunque la salud de la vejez no sólo debe preocupar llegada la etapa y tiene que cuidarse precozmente, desde las edades más jóvenes y a lo largo de un ciclo vital cuyo desarrollo suma distintos factores y efectos positivos o negativos.

Y es que “el envejecimiento es un proceso que atraviesa toda la vida, no sólo es una etapa tardía”, sostiene la doctora en investigación gerontológica Claudia Troncoso, académica del Departamento de Salud Pública e investigadora del Centro de Investigación en Educación y Desarrollo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc).

El escenario de envejecimiento poblacional plantea el desafío de promover uno saludable y para ello hay que poner los esfuerzos temprano, desde niñeces y juventudes. No sólo se necesita atender la demanda, también prevenir y reducir/retrasar las diversas patologías que puede traer el deterioro orgánico para promover el bienestar y calidad de vida en la vejez. Entonces, hay que evitar al máximo posible factores dañinos y de riesgo.

Y los estilos de vida con pilares como la alimentación cumplen un rol crítico, no sólo a nivel muscular, como factores de riesgo o protectores de la salud durante el ciclo vital y en el proceso de envejecimiento, según releva la doctora Troncoso, nutricionista de profesión.

Así la alimentación “puede favorecer o acelerar el envejecimiento celular, especialmente si la dieta es rica en grasas saturadas y pobre en antioxidantes como frutas, verduras y agua”, explica. Aunque no es el único factor de riesgo de la salud y envejecimiento, porque “el sedentarismo, el estrés y un ambiente contaminado también influyen”, advierte.

En este contexto enfatiza que en la vejez hay demandas nutricionales específicas por requerimientos fisiológicos propios de la etapa, como es la mayor necesidad de proteínas de buena calidad y menos de energía. Para abordar ello destaca políticas públicas como el Programa de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor que entrega alimentos adaptados nutricionalmente, e insta a su consumo para aportar a la salud en la vejez.

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