
El “Lab de Ciencias y Emociones” itineró a través de tres barrios de Concepción para llevar lúdicos talleres que democratizaron el conocimiento y potenciaron habilidades clave para la vida.
El desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes (NNA) que habitan distintos barrios de Concepción se fortaleció con el “Lab de Ciencias y Emociones”; iniciativa que por semanas recorrió los sectores Santa Sabina, Villa San Francisco y Lorenzo Arenas para llevar interactivos y lúdicos talleres educativos.
En las instancias gratuitas, escolares de distintas edades pudieron realizar experimentos, explorar conceptos científicos y potenciar habilidades del siglo XXI o transversales en entornos de aprendizajes distintos a la escuela. Y los resultados demuestran el impacto y necesidad de democratizar el acceso a este tipo de experiencias, materializando la motivación que originó el proyecto liderado por Nicole Sagredo, especialista en innovación educativa y didáctica de las ciencias.
“Según la Unesco (2023), el espacio escolar formal no satisface las aspiraciones e intereses de NNA. Y estudios señalan la existencia de brechas significativas de acceso y participación de NNA y sus familias a espacios de conocimiento científico y desarrollo socioemocional, especialmente en los grupos más vulnerables”, expone como la también directora ejecutiva de la Fundación Ciencia Raíz y asesora metodológica en Ciencias de la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio de la Universidad de Concepción (UdeC).
Y está comprobado que las brechas impactan en distintas dimensiones y muchas veces a lo largo de la vida, pudiendo apagar vocaciones y/o limitar oportunidades presentes y futuras de formación y crecimiento personal, académico, profesional y laboral.
En ese contexto, Sangredo destaca que “es relevante fortalecer una programación educativa y cultural fuera del espacio escolar convencional, que garantice el acceso a la educación científica y genere un impacto positivo en el bienestar de NNA, mejorando sus posibilidades de desarrollo y oportunidades futuras”.
Como acción concreta se diseñó el “Lab de Ciencias y Emociones”. La democratización se materializó con un laboratorio itinerantes que generó intervenciones extracurriculares y en sitios comunitarios cercanos a los hogares que acercaron el conocimiento y método científico mediante el juego y estrategias lúdicas para potenciar habilidades clave como trabajo en equipo, curiosidad, pensamiento crítico, creatividad e innovación.
“Lab de Ciencias y Emociones” fue financiado por el Fondo de Apoyo a Iniciativas Culturales Comunales y su desarrollo estuvo a cargo de un equipo interdisciplinario, partiendo por el diseño de experiencias didácticas usando diversas metodologías hasta la implementación de más de una decena de talleres desplegados entre octubre y diciembre de 2024 y que alcanzaron a un total de 58 beneficiarios, entre NNA y familias.
Para ahondar en la experiencia, Nicole Sagredo relata que “un hito destacado fue la extracción de ADN de saliva, donde niños y niñas disfrutaron y aprendieron a muy temprana edad sobre la molécula de la vida”. Además, en cada territorio se prepararon muestras abiertas de los talleres en los que participaron activamente familiar y vecinos de escolares protagonistas. Y al final se realizó una experiencia abierta en la Biblioteca Municipal de Concepción con gran asistencia de niños y niñas de entre 5 a 11 años.
El impacto visto en cada sesión lo confirman los resultados de las evaluaciones periódicas para seguir logros de participantes. “Más del 80% comprendió significativamente los conceptos del taller; 100% mostró interés y motivación por el conocimiento científico mediante metodologías lúdicas; y la interacción entre pares representó sobre 75% de logro, avanzando en la promoción de las habilidades clave de colaboración, pensamiento crítico, comunicación y resolución de problemas”.
En este contexto, se fortaleció el tejido social de los barrios desde la infancia y democratización de la ciencia y el conocimiento.
Foto cedida por Nicole Sagredo-Fundación Ciencia Raíz.
El desarrollo del “Lab de Ciencias y Emociones” como proyecto democratizar para la formación comunitaria desde la infancia suma un hito más en una trayectoria dedicada a ese fin que ha seguido la joven científica Nicole Sagredo, hace años desde el liderazgo de la Fundación Ciencia Raíz de Concepción y junto a personas con quienes comparte vocaciones y convicciones sobre lo necesario tanto de acortar las brechas de acceso a la ciencia, conocimiento y experiencias de aprendizajes diferentes, como de innovar en la educación.
En este escenario destaca al proyecto “Curiokit: educación científica desde el conocimiento, saberes y emociones”, ejecutado en 2022 por Ciencia Raíz y apoyado por el Ministerio de Ciencia, del que fue directora y co-creadora, y asegura que “sentó las bases para definir una metodología de trabajo en torno a la enseñanza-aprendizaje de las ciencias que se sustenta en el juego lúdico y el desarrollo de habilidades socioemocionales”.
Y para potenciar el impacto de dicha metodología, en 2023 realizó una enriquecedora pasantía en Estados Unidos que le permitió visitar centros de innovación y prestigiosas universidades como el MIT, pudiendo observar y aprender modelos y dinámicas operativas de los ecosistemas de creatividad e innovación en el contexto educativo.
Entonces, apareció la oportunidad de generar un nuevo proyecto que permitiera consolidar todo lo aprendido en esta trayectoria y aumentar el impacto social para demostrar que se eligió la senda correcta y que ésta se debe seguir e inspirar.
“Las actividades realizadas demostraron que este enfoque no sólo atrae a los NNA, sino que también involucra a sus familias, generando un ambiente inclusivo y participativo. El éxito de la metodología y las experiencias obtenidas refuerzan la necesidad de continuar y replicar este tipo de iniciativas a nivel regional y nacional, ampliando su alcance y profundizando en su impacto a largo plazo”, cierra Sagredo.