Desde el calor y exposición solar típicos del verano hasta graves patologías neurológicas, pasando por estrés y alimentación, pueden ser causas de este síntoma común.
Durante un día con calor, cuando en múltiples ocasiones hay actividades al aire libre y exposición solar, es común que muchas personas sufran dolor de cabeza. Es parte de los efectos indeseados gatillados por condiciones ambientales normales en verano, como también lo son las quemaduras solares, si bien ante este síntoma es relevante atender sus características y determinar necesidad de consulta que permita prevenir riesgos y complicaciones.
Así lo enfatiza el doctor Juan Pablo Betancur, neurólogo en Clínica Biobío. Y es que varias causas pueden provocar dolor de cabeza y en su mayoría es benigno, aunque podría relacionarse con afecciones que interfieran con la calidad de vida y, en algunos casos, con la vida, lo que hace importante educar y evitar la normalización.
El especialista formado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC) explica que la cabeza puede dolor por factores internos y externos, desde estrés, hormonas y patologías de base hasta alimentación, ambiente y deshidratación. Y el calor es causa frecuente.
“En temperaturas elevadas el cuerpo puede deshidratarse rápidamente, lo que puede causar dolor de cabeza”, precisa, el agua es el elemento vital porque está implicado en diversidad de procesos orgánicos y por eso su desbalance se manifiesta en distintos síntomas, y su carencia puede llegar a ser letal.
“Además, provoca vasodilatación que puede generar dolor, especialmente en personas con migrañas. La exposición al calor también puede causar fatiga o agotamiento, lo que aumenta la probabilidad de un dolor de cabeza”, detalla.
Bajo ese marco, releva que las personas más susceptibles a padecer dolores de cabeza inducidos por calor son aquellas con antecedentes de migraña, problemas cardiovasculares, hipertensión, o que no se hidratan adecuadamente.
Tensiones, problemas visuales y esfuerzo ocular sostenido, alteraciones del sueño, exposiciones a ruidos o luces intensas, consumo de alcohol y alimentos como chocolate, y condiciones médicas como sinusitis, infecciones del oído y trastornos neurológicos son otros desencadenantes de dolores de cabeza que menciona Betancur.
Ante variados factores gatillantes, existen distintos tipos de dolor de cabeza.
El neurólogo precisa que el más común es la cefalea tensional y la caracteriza como “sensación de presión alrededor de la cabeza”. De gran prevalencia es también la migraña: “un dolor pulsátil y generalmente unilateral que puede durar de 4 a 72 horas y se acompaña de náuseas, vómitos, y sensibilidad a la luz y al sonido”. También están las cefaleas en racimos, aunque menos comunes, que se presenta con episodios intensos de dolor, usualmente alrededor de un ojo. Además, están los dolores de cabeza secundarios a otra causa médica y por uso excesivo de analgésicos.
Lo expuesto evidencia la necesidad de poner atención al cuadro que podría ser la manifestación de algo más complejo que requiere diagnóstico para un tratamiento adecuado y muchas veces vital.
Primero porque “las migrañas recurrentes y aquellas crónicas afectan la calidad de vida de quien las padece”, asevera el doctor Juan Pablo Betancur.
Además advierte que “en algunos casos el dolor de cabeza puede ser signo de afecciones graves como un aneurisma cerebral, tumor cerebral o hemorragia subaracnoidea. También puede estar relacionado con un accidente cerebrovascular, aunque esto es poco frecuente”.
Y no se puede obviar que podría estar indicando la existencia de otros problemas, como de la salud mental o abuso de fármacos.
Cuando se presenta un dolor de cabeza es también frecuente el consumo analgésicos, de los que existen genéricos o con nombres comerciales; uso que el neurólogo Juan Pablo Betancur reconoce como favorable para aliviar de forma temporal el síntoma y sobre todo si son de leves a moderados y esporádicos.
Aunque no aborda y podría enmascarar una más compleja causa primaria y es una recomendación básica evitar la automedicación para mantener un uso responsable y adecuado de fármacos, por lo que la consulta a médico y preferiblemente neurólogo se vuelve crucial ante dolores de cabeza y en especial si se extienden más de 72 horas, son recurrentes, muy intensos o va con otros síntomas graves como pérdida de visión, debilidad, confusión o rigidez en el cuello, enfatiza. “En casos en que se presenta un dolor muy fuerte acompañado de otros síntomas neurológicos graves es necesario acudir a urgencias, ya que puede ser señal de una afección más grave como un accidente cerebrovascular o un aneurisma”, releva.
“El neurólogo podrá determinar la causa subyacente del dolor de cabeza y recomendar el tratamiento más adecuado. En muchos casos, un enfoque integral que no sólo se base en medicación, sino también en cambios en el estilo de vida es clave para tratar los dolores de cabeza de manera efectiva”, sostiene el especialista.
Existen distintas medidas que pueden tomar las personas para promover el autocuidado y reducir la frecuencia e intensidad de dolores de cabeza.
Una clave en la que pone el acento el doctor Betancur es la hidratación adecuada y especialmente en épocas de calor para evitar la gatillante deshidratación. El consejo general es beber un mínimo de 2 litros de agua al día y cada vez que se siente sed para suplir el requerimiento del vital elemento e implicado en diversidad de procesos orgánicos.
También es fundamental la protección a la exposición al sol y su radiación, más frecuente e intensa en verano, usando productos protectores, gafas, sombreros o eligiendo la sombra.
Los cambios bruscos de temperatura también se deben evitar, como también los alimentos inductores como el chocolate o ciertos quesos, sobre todo en personas susceptibles.
El manejo del estrés con espacios o técnicas de relajación como yoga y meditación, y los descansos regulares si se pasa mucho tiempo frente a pantallas es otro consejo.
Y es crucial mantener un ciclo de sueño regular y adecuado en tiempos y condiciones.