Ciencia y Sociedad

Doctor Pedro Salcedo: “La IA es el motor del cambio, pero la dirección está en nuestras manos”

Académico del Doctorado en IA del Cruch Biobío-Ñuble releva avances del área en 2024 que abren oportunidades y desafíos, sobre todo sociales para un uso eficiente, seguro y ético que beneficie transversalmente.

Por: Natalia Quiero 29 de Diciembre 2024
Fotografía: Contexto

Un año transformador para una tecnología transformadora a nivel global y también local.

Así define el 2024 para la inteligencia artificial el doctor en el área Pedro Salcedo, académico de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción (UdeC) y del Doctorado en Inteligencia Artificial del Cruch Biobío-Ñuble, porque el vertiginoso desarrollo que ha tenido deja “avances que consolidan su impacto en la sociedad y establecen bases prometedoras para el futuro inmediato”, asegura.

Lo que hace décadas eran ideas de ciencia ficción y en extremo futuristas, después sólo accesibles para industrias e instituciones vanguardistas, hoy son herramientas que se aplican a diversos procesos y pueden estar al alcance de todas las personas, transformando el hacer y ser.

Nuevos modelos generativos, computación cuántica y un liderazgo local son hitos que el investigador destaca del 2024. Así, se anticipan oportunidades que aprovechar y desafíos que superar de cara al futuro que se avecina para ser parte de la revolucionaria evolución tecnológica global de la IA, en que la academia y sistema regional puede jugar un rol protagónico.

Liderazgo local

Un hito para destacar es que Chile es líder de IA en Latinoamérica. En septiembre se dio a conocer el segundo Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial que evaluó el nivel de preparación de 19 países en distintas áreas y por segunda vez el país quedó como pionero.

“Este liderazgo se ha logrado gracias a una combinación de inversión pública y privada, políticas de fomento al desarrollo tecnológico, y la consolidación de un ecosistema de innovación que incluye universidades, empresas tecnológicas y centros de investigación”, destaca el doctor Salcedo.

Sobre ello asegura que “Chile ha impulsado la adopción de la IA en el sector público con proyectos enfocados en mejorar servicios ciudadanos como la gestión de trámites mediante chatbots avanzados y sistemas predictivos para el manejo de emergencias”.

Avances que, plantea, consolidan la capacidad para liderar la transformación digital y posicionan como referente en América Latina sobre la integración efectiva y responsable de la IA dentro del desarrollo económico y social.

Un trayecto que se inicia y sigue en construcción en tanto la IA avanza en su desarrollo e incorporación, por lo que hay retos diversos. Ahí tiene la convicción el Doctorado en IA puede contribuir en el desarrollo y aplicación de la IA al servicio de solucionar problemas reales e impulsar el progreso y bienestar social.

Porque es una iniciativa que también ha protagonizado un hito y se proyecta continuar esta senda.

Este programa que se imparte desde marzo de 2024 es el primero de Latinoamérica con enfoque aplicado y se creó a partir del proyecto Capital Humano Avanzado en IA para el Biobío que financió el Gobierno Regional y ejecutó en consorcio el Cruch Biobío-Ñuble que además de la UdeC, integran las universidades Católica de la Santísima Concepción, del Bío-Bío y Federico Santa María, que también en conjunto dictan las clases.

“Los estudiantes y académicos de este programa están desarrollando soluciones que impactan directamente en la manufactura, con la optimización de procesos industriales; en la salud, mediante sistemas de diagnóstico asistidos por IA; y en la agricultura, promoviendo prácticas sostenibles y eficientes a través de tecnologías inteligentes”, asegura Pedro Salcedo.

La primera cohorte del Doctorado en IA regional la componen 11 doctorandos y se aprontan a recibir más para 2025.

Las revoluciones de la IA

Si de potente y revolucionario avance de la IA en 2024 de trata, para el doctor Pedro Salcedo, académico UdeC, el modelo O3 indiscutidamente debe mencionarse. Afirma que eleva el nivel de razonamiento lógico de las IA y lo introdujo en diciembre de 2024 OpenAI, empresa que ha desarrollado el conocido ChatGPT, modelo de lenguaje o chatbot.

“A diferencia de sus predecesores, O3 logra descomponer problemas complejos en pasos sencillos, destacando en áreas como matemáticas avanzadas y programación. Este modelo promete aplicaciones clave en la educación y la investigación científica, donde el razonamiento profundo es crucial”, sostiene.

A fines de 2024 Google también sorprendió al mundo.

En cuanto a la IA generativa destaca la aparición de Gemini 2.0, modelo de IA multimodal que integra texto, audio e imágenes.

Sobre éste expone que “sus capacidades de planificación agencial y su integración en plataformas como Search y Maps lo convierten en una herramienta esencial para mejorar la productividad y la accesibilidad tecnológica”. Además, “la familia Gemma, basada en la tecnología de Gemini, fomenta la innovación abierta, permitiendo a desarrolladores de todo el mundo explorar nuevas aplicaciones”, asegura.

Y El 16 de diciembre el investigador local ubica un “avance histórico en el ámbito de la computación cuántica”, cuando el gigante tecnológico presentó su chip cuántico Willow, diseñado para combinar IA con capacidades cuánticas avanzadas.

“Este procesador logra realizar cálculos de altísima complejidad a una velocidad sin precedentes, representando un progreso significativo en áreas como la simulación de materiales, la optimización energética y el diseño de fármacos”, resalta.

De Willow destaca un enfoque en la escalabilidad, que define como “un desafío clave en la computación cuántica”, como también “demostrar una mejora sustancial en la corrección de errores cuánticos, un paso esencial hacia la implementación práctica de esta tecnología”.

Sobre esta innovación está expectante. Y es que se encuentra en primeras etapas, pero “promete ser un punto de inflexión en sectores como la industria farmacéutica, donde el diseño de medicamentos podría acelerarse de manera exponencial, y en la sostenibilidad mediante la optimización del consumo energético en redes globales”.

Integrar la IA con la computación cuántica lo cataloga como un hito dentro de la cuarta revolución industrial, la transformación digital de las industrias y procesos con la incorporación de nuevas tecnologías, y el experto opina que “sienta las bases para una transformación tecnológica sin precedentes”.

De oportunidades y retos

Ante el escenario de avances que deja el 2024, el doctor Salcedo vislumbra un 2025 de oportunidades y retos significativos como resultado de un periodo de consolidación y expansión para la IA.

En específico plantea que se espera que modelos de razonamiento como O3 se integren en plataformas educativas, pudiendo marcar un antes y después en cuestión de aprendizaje, con enfoques más personalizados y la resolución de problemas complejos.

“Sin embargo, uno de los mayores retos será acelerar la transformación digital en áreas como la educación, donde los avances han sido históricamente lentos”, advierte.

Y su acento está en que se trata de un desafío estrechamente vinculado con la necesidad de alfabetizar y fomentar habilidades digitales en las personas de distintas edades, para que conozcan realmente la IA, la entiendan y puedan utilizar de forma segura, eficiente y ética. “La formación digital debe enfocarse en preparar a las personas para incorporar la IA en sus actividades diarias y en profesiones tan diversas como la salud, la agricultura, la ingeniería o la administración pública”, enfatiza el académico.

Entonces aborda la computación cuántica, de la que destaca que su capacidad para resolver rápidamente problemas de gran escala genera una promesa de ofrecer soluciones revolucionarias en torno a fenómenos y retos complejos como el cambio climático o la optimización industrial.

“No obstante, para que estas tecnologías cumplan su potencial será esencial avanzar en el desarrollo de marcos éticos y legales que garanticen una adopción responsable y reduzcan los riesgos asociados”, sostiene. Estos son diversos, desde desconocer y ser incapaz de emplear herramientas que pueden facilitar tareas, hasta llegar a la creación de contenidos falsos y maliciosos que desinforman y/o manipulan audiencias para tomar decisiones que pueden afectar al bienestar personal o social.

Transformación social

Porque su convicción es que “la verdadera transformación no sólo radica en el desarrollo tecnológico, sino en la capacidad de las sociedades para adaptarse a un mundo digitalizado”.

Entonces, el mayor reto en torno al avance de la IA y la transformación digital trasciende de lo técnico y es sobre todo social, donde todas las personas tengan posibilidades y capacidades para acceder y usar de forma óptima, y entonces su integración promueva de forma equitativa el desarrollo social.

“La IA no debe ser vista sólo como una herramienta tecnológica, sino como un catalizador para empoderar a la ciudadanía, mejorar la calidad de vida y construir un futuro más sostenible e inclusivo. El éxito de esta revolución tecnológica dependerá de nuestra habilidad para integrar estos avances en beneficio de todos, superando barreras de acceso y fomentando un uso consciente y responsable. La IA es el motor del cambio, pero la dirección de este cambio está en nuestras manos”, manifiesta el académico.

Para direccionar el cambio hacia el mejor futuro una clave es la colaboración entre gobiernos, academia y sector privado que permita reconocer problemas y necesidades reales y las fortalezas, capacidades y oportunidades para abordarlos con soluciones basadas en IA.

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