La Fundación Malvarrosa trabajó junto a la comunidad de la Escuela Cristóbal Colon de Hualpén en una propuesta financiada por el Fondo de Protección Ambiental.
Por Anaís Hinayado
Enseñar sobre las especies que habitan el contexto local y concienciar acerca del cuidado de la naturaleza fueron los objetivos de “Conectando a la Infancias con la Biodiversidad nativa presente en los Ecosistemas Naturales de Hualpén”, proyecto financiado por el Fondo de Protección Ambiental (FPA) del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) y que recientemente finalizó su ejecución liderada por la Fundación Malvarrosa.
Como hito de cierre se realizó un evento que incluyó distintas actividades en el Colegio Cristóbal Colon, a cuya comunidad benefició la iniciativa, y contó con la presencia del seremi del MMA de Biobío, Pablo Pinto; el alcalde (s) de Hualpén, Kenji Sanhueza; el director del Departamento de Administración de Educación Municipal de Hualpén, Rubén Salazar; y parte del equipo directivo del Parque-Museo Pedro del Río Zañartu.
Diversidad de sesiones pedagógicas se desplegaron a lo largo de varios para trabajar con la comunidad escolar y alcanzar los objetivos de la propuesta adjudicada en una de las más recientes convocatorias del FPA, que se otorga desde 1998.
“Gracias a la instancia, los niños reconocen muchas especies del humedal de las que vieron en terrenos, saben identificar amenazas, pudieron aprender características ecológicas respecto al terreno, además de tener ideas y propuestas respecto a la creación de parques y zonas de conservación. También aprendieron a usar equipamiento, como binoculares, catalejos, guías de campo”, manifestó Diego Durán, director de la Fundación Malvarrosa que decidió crear cuando era estudiante de la carrera de Biología en la Universidad de Concepción para iniciar en 2016 un quehacer para promover la concientización y cuidado de la biodiversidad local.
El proyecto se implementó mediante tres etapas basadas en metodologías e instancias lúdicas. La primera se centró en acercar y conocer la biodiversidad de la zona y hábitat; siguió el reconocimiento de amenazas presentes en los ecosistemas de Hualpén; para terminar con el abordaje de estrategias de conservación factibles de ejecutar.
En esa línea, miembros de la agrupación que facilitaron las sesiones pedagógicas durante el semestre destacaron especialmente la relación que se generó con estudiantes y su aprendizaje sobre el cuidado de la naturaleza y el planeta.
Y, aunque escolares eran principales beneficiarios, también fue relevante la participación de toda la comunidad del establecimiento, docentes y familias, que aprendieron y se concientizaron.
Por ello Durán expresó la intención de volver a trabajar con la Escuela Cristóbal Colón en una próxima iniciativa que vaya más allá: monitoreo de fauna a través de cámaras trampas y grabadoras de sonidos.
Una cualidad y gran valor del proyecto educativo fue poder acercar instancias cercanas a la naturaleza que en la cotidianidad suelen ser inaccesibles para estudiantes. “El trabajo que realizamos tiene más sentido, porque los niños tienen acceso a experiencias de educación ambiental y ecoturismo de nivel profesional, lo cual, probablemente, en otra circunstancia no estaría al alcance de ellos”, planteó Durán.
Acceso y acción relevante, se necesita educar y concientizar a las nuevas generaciones para la protección y conservación de la naturaleza.
“Es de suma importancia trabajar con las niñeces. Están en una etapa formativa en donde los conocimientos y valores que podamos entregarles son elementos que quedan incluidos para toda su vida y contribuyen a la formación de personas con conciencia ambiental”, manifestó el líder de la fundación. Y en el mismo sentido, como otro argumento, añadió que “en etapas más tempranas de la vida es cuando las personas tienen mayor grado de sensibilidad y por ende están más susceptibles al contacto con la naturaleza, y por consecuencia, a su valoración”.
Los FPA nacieron al alero de la ley 19.300 sobre las “Bases Generales del Medio Ambiente” y son los más antiguos fondos públicos y concursables en torno a la gestión ambiental.
Según el MMA tienen por objetivo principal “financiar total o parcialmente proyectos orientados a la protección y reparación del medio ambiente, el desarrollo sustentable, la conservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental”. Y se aborda mediante tres líneas: Iniciativas Sustentables de Pueblos Indígenas, Iniciativas Sustentables Ciudadanas e Iniciativas Sustentables de Establecimientos Educacionales.
Ahí la importancia del concurso. “Para nosotros es una herramienta muy concreta que podemos entregar en apoyo a las distintas organizaciones, juntas de vecinos y centros de apoderados, entre otros que pueden y tienen intenciones de llevar adelante proyectos para el cuidado del medio ambiente”, resaltó Pablo Pinto, seremi de MMA.
“Para mí es muy agradable siempre poder conocer y ver las acciones que se llevan adelante, porque son muy provechosas, sobre todo las que están enfocadas en temas de educación ambiental. Niños y niñas absorben toda esta información, a la vez la transmiten y la comentan, así enseñando respecto al tema”, valoró.
En ese escenario Diego Durán proyectó la posibilidad de que en Malvarrosa puedan postular al FPA 2025 para continuar y potenciar las instancias educativas.
“Creo que esta dinámica que instauramos con este fondo tuvo muy buenos resultados y recepción”, sostuvo. “Este proyecto tiene mucho valor. Entonces, todo el esfuerzo que hay detrás ha valido la pena y, por ende, las proyecciones crecen, lo único que nos limita es la disposición de recursos. Así que ojalá poder adjudicarnos el fondo FPA 2025 para realizar actividades como el monitoreo de fauna pedagógico y comunitario para los niños”.