En noviembre se celebra el Día Nacional de las Áreas Protegidas y la Región resguarda distintos tipos con gran riqueza natural e importancia patrimonial y sociocultural accesibles a la comunidad.
Por Anaís Hinayado
Relevar la importancia de preservar los variados ecosistemas que alberga Chile es el objetivo del Día Nacional de las Áreas Protegidas, cuya celebración se instauró para cada segundo sábado de noviembre por la Ley 21.596, promulgada en 2023.
Un área protegida recibe la custodia del Estado para su conservación, resguardando la biodiversidad y patrimonio natural de presiones y amenazas. La clasificación de estos sitios se debe a su poca intervención humana y ser hábitat de numerosas especies nativas, existiendo categorías de Santuario de la Naturaleza, Reserva Nacional, Reserva Forestal, Parque Nacional y Monumento Natural.
Según el Sistema de Información y Monitoreo de Biodiversidad (Simbio) hay 245 Zonas Protegidas en todo el país que corresponden a 18.090.938 hectáreas del territorio y 71% son administradas por entidades gubernamentales, demostrando la enorme riqueza natural nacional.
Y es invaluable en la Región del Biobío con 5 Santuarios de la Naturaleza, 4 Reservas Forestales, 3 Reservas Nacionales, y 4 Parques Nacionales. Distintas entidades se hacen cargo de cuidar estos lugares, cuya conservación ha despertado –y requiere- de la participación activa de la sociedad.
Según el Consejo de Monumentos Nacionales es Santuario de la Naturaleza un sitio terrestre o marino que ofrece condiciones para estudios paleontológicos, botánicos, zoológicos y ecológicos de interés para la ciencia o el Estado.
En Biobío están el Santuario de la Naturaleza de la Península de Hualpén, adyacente al humedal de la desembocadura del Río Biobío; Santuario de la Laguna Grande-Humedal Los Batros en San Pedro de la Paz; Humedal Arauco-Desembocadura Río Carampangue de la comuna de Arauco; y El Natri ubicado en la cordillera de Nahuelbuta, colindante al Río Lanalhue.
En estos sitios es crucial el impacto de y para la comunidad, como lo demuestra Los Batros, ecosistema sumamente importante para la cuenca y sociedad sampedrina.
Alberga mucha flora y fauna nativa en que se destacan las aves, por eso en 2010 se declaró sitio IBA (sigla en inglés por Important Bird Areas-Área Importante para la Conservación de las Aves) por su importancia mundial para la biodiversidad y avifauna, contó Jocelyn Varela, activista y encargada de comunicaciones de la Red Humedales del Biobío, agrupación vinculada profundamente con del Parque y Humedal Los Batros.
Y advirtió que pese a ser Zona Protegida sigue expuesto a descuidos: “Lamentablemente, aún falta que se pongan entradas e indicaciones generales para la ciudadanía. Todavía hay instaladas rejas con alambres de púas puestas por los vecinos, esto es muy peligroso para algunos animales”.
Se debe avanzar por su importancia natural y social por los servicios ecosistémicos que los humedales proveen. “Hay que cuidar este tipo de ecosistemas, sobre todo los que se encuentran en medio de la urbanización. Entregan muchos beneficios, sobre todo para el desarrollo de las ciudades”, enfatizó.
Entre sus roles están amortiguar inundaciones, regular temperatura ambiente y limpiar el aire. Además, el último tiempo el Parque Humedal Los Batros ha sido aprovechado en torno a actividades recreativas y educativas e instancias de horticultura.
También en Hualpén hay vasta cantidad de zonas protegidas y valiosas a nivel sociocultural, como el Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén y el Santuario Humedal Desembocadura Río Biobío, donde está el Parque Museo Pedro del Río Zañartu, “un espacio de 552 hectáreas de entorno natural que abarca áreas de bosque nativo, humedales, borde costero y parte del estuario del río Biobío. Estas áreas son esenciales para la conservación de la biodiversidad local y han sido reconocidas por su importancia ecológica y patrimonial”, manifestó Javiera Matus de la Parra, directora del Parque Museo en que, como parte del lugar protegido e historia local se “busca preservar tanto el patrimonio cultural como el natural en beneficio de las futuras generaciones”, enfatizó.
“Hualpén alberga una biodiversidad muy rica y única. Entre los elementos de la flora destacan especies de bosque esclerófilo, así como árboles endémicos que forman parte del ecosistema de la zona. En la fauna es posible observar aves como la garza cuca, siete colores, loica, tiuque, además de especies costeras como el pilpilén, zarapitos y diversas gaviotas”, detalló.
“Esto convierte a la zona en un lugar privilegiado para la observación y apreciación de la biodiversidad local”, aseveró.
Desde allí relevó el compromiso de “preservar estos ecosistemas para que visitantes y estudiantes puedan conectarse con la riqueza natural de Hualpén y aprender sobre su importancia en el equilibrio ambiental de la región”.
Conaf administra lo que se comprende como Parques y Reservas Nacionales. Y en Biobío administra el Parque Nacional Nonguén, la Reserva Nacional Ralco, el Parque Nacional Laguna Laja, la Reserva Nacional Alto Biobío, Reserva Nacional Isla Mocha.
Alberto Bordeu, director regional y jefe de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, expresó que estas zonas son importantes para preservar restos de naturaleza que quedan de antes de la llegada de las personas, además brindan servicios ecosistémicos como agua potable y aire limpio, fomentan el desarrollo económico gracias al turismo, y facilitan estudios sobre biodiversidad, porque al ser zonas resguardadas hay mayor concentración de flora y fauna silvestre.
Y recalca que el Día de las Áreas Protegidas ha permitido fomentar la divulgación y educación a la comunidad, con actividades como conversatorios o plantación de árboles, de relevancia para fortalecer el fundamental cuidado de estos sitios para su preservación en equilibrio con no limitar su acceso a la sociedad, porque contó que se suelen ver amenazados por incendios y especies invasoras como perros asilvestrados.
“Estamos protegiendo estas muestras de biodiversidad para que, ojalá, nuestros nietos y bisnietos encuentren esa naturaleza igual o mejor de cómo estaba hoy. Quizás el rol más importante de conservar la diversidad biológica está ahí, pero no privando el acceso a estos lugares”, sostuvo. “Queremos que la gente la conozca y para conocerla está abierta para que las personas puedan ir cualquier día y recorrerla. Para eso se tienen senderos que llevan y permiten conocer la belleza escénica de los lugares más atractivos que existen en cada área protegida”, cerró.