Ciencia Pública: buscan las nuevas ideas que releven los saberes locales en Biobío
07 de Noviembre 2024 | Publicado por: Natalia Quiero
Hasta el 18 de noviembre están abiertas las postulaciones al concurso que lidera el Ministerio de CTCI para financiar y acompañar a organizaciones sociales en el desarrollo de proyectos comunitarios.
Juntas vecinales y cualquier otro tipo organización o agrupación social o indígena del Biobío con personalidad jurídica vigente son las llamadas a postular propuestas al “Laboratorio Ciencia Pública para el Diseño y Desarrollo de Proyectos Comunitarios de Comunicación en el Ámbito de los Conocimientos Locales 2024-2025”.
La convocatoria es una de las tres líneas de los Concursos Nacionales Ciencia Pública que lidera desde 2020 el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) para entregar fondos públicos y acompañamiento a distintos grupos para desarrollar proyectos enmarcados en diversos campos del saber, de lo científico a lo cultural, en todo el país.
Este concurso, cuyas postulaciones cierran el 18 de noviembre y se realizan desde el portal web fondos.gob.cl, busca iniciativas locales novedosas que aborden temas que pueden ir desde biodiversidad y protección del medioambiente hasta prácticas ancestrales e historia del territorio para seleccionar una por región y financiar con hasta $8 millones para una implementación que impactará en las comunidades, como lo hizo en 2022 el “Laboratorio Natural Ciencia Comunitaria” en Talcahuano o el “Laboratorio Vecinal de Ciencia Pública” en Concepción el 2023.
Desde lo local
“El concurso busca que se expandan capacidades y se generen procesos de aprendizaje a partir del conocimiento local, incentivando la participación social, el trabajo con instituciones y especialistas vinculados a la CTCI con conocimiento del territorio donde están insertas las comunidades”, destaca el seremi de CTCI para las Regiones de Ñuble y Biobío, Gustavo Núñez, sobre el “Laboratorio Ciencia Pública”. El gran objetivo es que las personas se apropien de los saberes.
Para ello el programa tiene dos etapas consecutivas e interdependientes en beneficio de los equipos e iniciativas. La primera son dos meses de mentorías para el diseño de proyectos comunitarios en torno a las ideas y sigue un acompañamiento de cuatro meses para el desarrollo e implementación de dichos proyectos.
Así que la primera invitación y fase es “postular una idea que sea original y pertinente al territorio”, destaca Núñez.
Es amplio el abanico de propuestas posibles de realizar en que se privilegiará el ámbito de los conocimientos locales según establecen las bases: “concepciones, habilidades y filosofías que las sociedades han desarrollado a lo largo de generaciones y de una larga interacción con su entorno natural y orientan la toma de decisiones sobre aspectos fundamentales de la vida cotidiana de las comunidades”. Idioma, uso de recursos naturales, rituales y espiritualidad e interacciones sociales son algunos saberes construidos como parte de las culturas.
El impacto de socializar
Es en este sentido que el seremi, quien es doctor en ciencias, releva el valor del concurso por el crucial rol de la interacción entre distintos actores y socializar los saberes que hay en la variedad de disciplinas y áreas. Lo que se conoce influye tanto en opiniones e ideas como decisiones y acciones de las personas, lo que impacta a nivel personal y colectivo y así en el desarrollo y bienestar social. Todo se limita, incluso arriesga, con el desconocimiento.
“Socializar el conocimiento promueve la democratización del saber y permite que las comunidades se apropien de herramientas y perspectivas que impactan sus vidas cotidianas, decisiones y entorno. Este empoderamiento fortalece a las comunidades, porque al generar y transmitir conocimiento propio se reconocen y valoran sus saberes locales, se construyen redes de colaboración, y se fomenta una ciudadanía activa y crítica”, manifiesta.
Así el gran impacto social de este quehacer, y que permite materializar esta convocatoria, es que se “contribuye a construir sociedades más cohesionadas, resilientes e informadas, capaces de enfrentar los desafíos actuales con innovación y en armonía con su realidad local”, sostiene.
Por eso es fundamental que se valore todo el conocimiento que existe, del científico y tecnológico al cultural y local, y que no se quede dentro de la academia e instituciones especializadas para uso exclusivo de unos cuantos privilegiados y esté al alcance de todas las personas, comunidades y territorios, como propicia esta convocatoria.
Experiencias que inspiran
La trayectoria demuestra el potencial de impacto del concurso “Laboratorio de Ciencia Pública”, el valor de los conocimientos locales y la importancia de la acción comunitaria en torno a la socialización, con iniciativas regionales exitosas e inspiradoras para las nuevas que se pueden presentar por los organismos sociales de Biobío.
En 2022 se desplegó el “Laboratorio Natural Ciencia Comunitaria” con la Agrupación Comunitaria y Ecológica Playa Isla de Reyes–Rocuant de Talcahuano como beneficiaria, junto a varias instituciones asociadas como Codeff, Fundación El Árbol, Fundación Manzana Verde, Chile Birds y el municipio de la comuna.
Este proyecto se dirigió a personas de todas las edades vecinas y también interesados en el cuidado del ecosistema del humedal Rocuant-Andalién, con foco en dar a conocer y proteger el “Refugio de Aves Canal El Morro”. Así, las acciones realizadas incluyeron talleres educativos, muestras e instalación de señalización de los sectores de protección del refugio.
Y en 2023 la Junta de Vecinos Plaza Perú-Diagonal de Concepción implementó el “Laboratorio Vecinal de Ciencia Pública”, en asociación con el Museo de Historia Natural de Concepción, Fundación El Árbol y Fundación Manzana Verde.
El objetivo fue vincular a las distintas juntas vecinales de la comuna para realizar un mapeo colectivo sobre problemáticas que afectan a los barrios penquistas y proponer soluciones, facilitando a ciudadanos metodologías científicas e innovadoras al servicio de la resolución de sus problemas. El trabajo identificó a la gestión de desechos, uso de espacios públicos y formación ciudadana como los tres grandes desafíos y se realizó una maratón de trabajo comunitario para proponer soluciones creativas e innovadoras.
Al respecto, el seremi de CTCI Gustavo Núñez cuenta que para amplificar posibilidades e impacto del “Laboratorio de Ciencia Pública” “sus bases han sido ajustadas de manera que sean accesibles para las organizaciones sociales, pidiendo requisitos acordes a la realidad y siempre incentivando la colaboración entre diferentes instituciones”.