Esta semana, se conoció la presencia de un nuevo brote de varicela en la comuna de Tirúa, provincia de Arauco. Esta enfermedad altamente contagiosa y frecuente en niños de entre uno y nueve años, se genera principalmente en jardines infantiles y colegios a fines de invierno y comienzos de la primavera.
El profesor asistente de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, Dr. Alvaro Llancaqueo Valeri, detalla que “son cuadros virales que se inician habitualmente con fiebre y que tienen manchas típicas. En el caso de la varicela lo que da son unas ampollas, lo que se llama peste cristal. Es frecuente en los niños, lo que pasa es que ahora hay vacunas entonces la vemos menos que antes pero aparece prácticamente en casi todos los niños en mayor o menor grado”.
Por su parte el especialista en microbiología de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC, Dr. Francisco Fuentes Villalobos, explicó que el brote podría haberse originado debido a la falta de vacunación en ciertos grupos etarios, especialmente en aquellos nacidos antes de 2020, cuando la vacuna contra la varicela no formaba parte del Programa Nacional de Inmunizaciones de Chile.
“La tasa de vacunación influye mucho, ya que las infecciones por este virus por lo fácil se transmiten normalmente durante la niñez, en espacios confinados como las salas de clase. Afortunadamente hoy en día existe esta vacuna dentro de nuestro programa nacional de inmunizaciones, pero solo desde hace algunos años. Esta se entrega mediante un esquema de dos dosis desde el segundo año de vida y tras cumplir cuatro años”, asegura.
Esta infección, del grupo de las enfermedades exantemáticas, tiene como característica principal la presencia de una erupción cutánea que se presenta con mayor frecuencia durante la edad pediátrica. Siempre presenta síntomas pero a veces puede ser más leve en los niños vacunados, sin embargo, podría empeorar en personas inmunodeprimidas o con enfermedades de base.
“Habitualmente son sobreinfecciones bacterianas, en algunos pacientes que son inmunocomprometidos, pacientes, por ejemplo, oncológicos, en quimioterapia, con terapia para algunas enfermedades con corticoides o con productos biológicos, etcétera. Ellos si son más susceptibles a la enfermedad, puede ser más grave, aunque hay pocos casos en los cuales la enfermedad es grave desde el inicio, la mayoría de las veces es un comportamiento benigno y pocas veces requieren hospitalización”, detalló el Dr. Alvaro Llancaqueo.
Control del brote
Si bien hasta ahora la enfermedad sólo se ha presentado en la ciudad de la región del Biobío, los especialistas hacen hincapié en la importancia de tomar acciones que puedan evitar un brote de mayor envergadura hacia otras partes de la población.
“Las personas no vacunadas que estén en contacto con personas con un cuadro de virus varicela, conocida comúnmente como peste cristal, deben procurar el aislamiento, dentro de lo posible, lavar la ropa de forma independiente y manipulando con guantes, además de ventilar muy bien los ambientes”, precisó el investigador principal del Laboratorio de Inmunovirología, Dr. Francisco Fuentes.
A esto el Dr. Llancaqueo agrega que hay que sumar “todas las medidas que impliquen el aislamiento social, al menos un metro o más, pero en general una de las cosas que hay que priorizar es la vacunación para los niños que están susceptibles, que no han tenido varicela antes, porque esta enfermedad suele no recurrir. En realidad la varicela cuando recurre habitualmente es mucho más avanzada en los adultos, adultos mayores, a través de un síndrome que se llama varicela zoster en que aparecen las mismas vesículas pero asociadas a un trayecto nervioso, pero existe vacuna para la varicela y esa sería una muy buena medida a nivel poblacional”.