Ciencia y Sociedad

“El Manifiesto del Plancton”: esfuerzo global que releva el rol vital de los microorganismos

Camila Fernández, directora del Copas Coastal UdeC, es la única representante de Chile en el documento que busca ubicar al zoo y fitoplancton en las discusiones y políticas en materia de cambio global y conservación, donde permanece invisible pese a su potencial para sostener la vida en el planeta y proveer soluciones.

Por: Natalia Quiero 06 de Octubre 2024
Fotografía: Camila Fernández | Copas Coastal UdeC

Su tamaño suele ser diminuto e invisible al ojo humano, no hace juicio a su gran relevancia que le confiere un rol esencial para la vida en la Tierra. Así ha estado invisible de la discusión pública en torno a desafíos críticos que se vuelven un peligro a su supervivencia y la conservación del planeta y su biodiversidad en todas sus formas.

Son los organismos planctónicos y su papel han decidido relevar para cambiar su realidad un grupo mundial de expertos que incluye a la académica de la Universidad de Concepción (UdeC) Camila Fernández, mediante “El Manifiesto del Plancton: un llamado a soluciones basadas en el plancton para abordar la triple crisis planetaria (biodiversidad, clima y contaminación)”, cuyo nombre original en inglés es “The Plankton Manifesto-A call for Plankton-Based Solutions to address The Triple Planetary Crisis (biodiversity, climate & pollution)” y se lideró desde el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

El manifiesto

“A pesar de su enorme importancia, el plancton está amenazado y sigue siendo poco comprendido”, inicia la presentación del documento, resultado de un trabajo colaborativo e interdisciplinario y publicado en línea en días recientes, y que “exige un reconocimiento y una acción globales inmediatos para proteger estos organismos vitales”.

“Este Manifiesto es una toma de posición de expertos de todos los continentes. Con éste queremos crear consciencia a nivel internacional del rol que juegan los microorganismos en el océano que son los que aseguran la fotosíntesis, los flujos de nutrientes y la salud del ecosistema marino en general, por lo tanto, también del ecosistema terrestre. Y también abrir la conversación de las posibilidades que da el plancton para poder adaptarnos al cambio global”, expresó la doctora Camila Fernández, oceanógrafa y directora del Centro de Investigación Oceanográfica (Copas) Coastal de la UdeC e integrante del equipo principal de edición de El Manifiesto del Plancton, siendo la única chilena representante entre más de 30 coautores.

En este sentido, la reciente publicación aboga por la adopción de “soluciones basadas en el plancton”, símil del concepto de “soluciones basadas en la naturaleza”, en beneficio tanto del medio ambiente como de la humanidad. Sobre ello plantea la posibilidad de aprovechar “los avances en la secuenciación del ADN, la bioinformática, el seguimiento por satélite, el análisis de imágenes asistido por inteligencia artificial y otras tecnologías de vanguardia para mejorar nuestra comprensión y gestión del plancton”.

En virtud de ello es que el documento tiene propósitos tan educativos como propositivos. Al respecto, la científica expuso que por un lado se entrega toda la información que permite saber qué es el plancton, cuáles son sus funciones y por qué es de importancia vital. Además, aborda “cómo podemos usar al plancton para generar soluciones basadas en la naturaleza y valorizarlo, cuál es su valor biotecnológico y cuáles son sus potencialidades para ayudarnos a combatir el cambio global”, profundizó.

Para impactar

Crear consciencia y abrir la conversación sobre los organismos planctónicos con su vital papel en el océano y planeta son objetivos de “El Manifiesto del Plancton”, y de la treintena de especialistas como la doctora Fernández que trabajaron arduamente en su elaboración, que a su vez apuntan al objetivo de impactar en las decisiones y políticas públicas para que se diseñen estrategias en base al conocimiento y que sean tan efectivas como sustentables y sostenibles para dar respuesta a problemáticas y necesidades globales que tienen manifestación e impacto local.

Y por eso “el Manifiesto del Plancton va directamente a las entidades internacionales que toman decisiones en cambio climático”, afirmó Camila Fernández, también copresidenta del Comité Científico Asesor de Cambio Climático que entró en funciones el pasado 31 de julio y es el primero de esta índole creado por ley en Chile.

De cara a ese horizonte se buscará alcanzar el mayor respaldo mundial para este proyecto, sobre todo en instancias como las Conferencia de las Partes (COP), cumbre anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, como la COP29 sobre clima o la COP16 sobre biodiversidad, además de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos que se celebrará en junio de 2025 en Francia.

Un impacto global que también se nutre desde lo local, sobre lo que la académica UdeC y líder de relevantes instancias que se unen en la misión de valorar el conocimiento en pos del desarrollo y bienestar integral en el país enfatizó que “desde todas mis posiciones intentaré dar la mayor visibilidad posible a El Manifiesto del Plancton”.

“Perder al plancton sería el fin para nuestra especie y muchas otras en el planeta”

“El océano es un mar de un plancton que por ser invisible está fuera de la conversación climática, pero tiene que entrar con mucha fuerza porque de eso va a depender nuestro futuro”, manifestó la oceanógrafa Camila Fernández como el breve y potente mensaje que buscan entregar y con el que quieren impactar a través del “El Manifiesto del Plancton: un llamado a soluciones basadas en el plancton para abordar la triple crisis planetaria (biodiversidad, clima y contaminación)”.

Y se espera que “el plancton, los componentes que son más importantes en el océano, estén en la conversación, entren en las políticas públicas y se empiecen a generar soluciones basadas no sólo en cuántos recursos nos quedan, también en toda la potencialidad de lo que no vemos”.

Pequeño tamaño, gran valor

Y es que plancton significa e importa tanto que no se logra dimensionar en un breve concepto y minúsculo tamaño: denomina al conjunto de organismos acuáticos normalmente microscópicos y no más grandes que una larva, incapaces de nadar por sí mismos y están sometidos a las aguas y corrientes. Y son de origen animal o zooplancton, y vegetal o fitoplancton.

“Plancton incluye a todas las microalgas, bacterias marinas y larvas de peces, crustáceos, mitílidos y de todos los recursos marinos que consumimos. Estos tres grupos hacen una densidad cercana a 1 millón de células por mililitro de agua. Es una diversidad enorme”, sostuvo la oceanógrafa, tanto que lo consideró “el grupo más diverso del planeta”.

Desde allí relevó que “este plancton que es riquísimo por su abundancia y diversidad tiene todo un potencial para hacer funciones ecosistémicas que todavía no hemos terminado de entender”. Aunque advirtió que “de perder a este grupo sería el fin para nuestra especie y de muchas otras”.

Es que tan diversos como sus componentes y magnos como su presencia son sus roles que traspasan la superficie marina para llegar a impactar directamente al bienestar humano.

Primero, el plancton es una relevante fuente de alimento para muchos organismos marinos grandes y pequeños, cada uno con importantes roles ecológicos y variedad de especies de importancia comercial y social. “El centro de la trama trófica es microscópica y está basada en el plancton”, afirmó la investigadora.

Además, los organismos planctónicos tienen un papel crucial en absorber dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero (GEI) asociados al calentamiento global que acelera al cambio climático, y también en la producción de oxígeno, explicó. Por eso se considera al océano como mitigador natural del calentamiento global/cambio climático y un pulmón del planeta con el que todos los seres vivos respiramos.

Entonces, planteó posibles potencialidades para crear soluciones en relación a los GEI, producir medicinas, generar biocombustibles o diseñar sistemas de detección de toxinas, entre un variopinto y aún incomprendido mundo de posibilidades.

Inquietud compartida

Aunque el mundo de las ciencias marinas ha visto con preocupación la tardía incorporación del océano en discusiones en torno al cambio climático y triple crisis, y la nula presencia del plancton.

“En general, en los temas que respectan al océano no se toma en cuenta al plancton, que garantiza el rol climático del océano”, lamentó Fernández. Y ahondó que “recién en la COP21 en 2015 apareció la palabra océano en la discusión del IPCC, de la política internacional y las COP. Desde entonces ha tomado un poquito más de protagonismo, pero el interés de conservar el océano basado en la función y diversidad del plancton está muy por debajo de todo lo que es conservación de macrofauna”.

Invisibilización peligrosa, había que hacer algo y la inquietud compartida convocó a especialistas alrededor del mundo para crear por primera vez “El Manifiesto del Plancton”.

Para Fernández, el Copas Coastal que lidera y el país es un trabajo con potencial de impacto que hace aún más sentido con la realidad local.

En lo científico, por ser centro de la vida oceánica y más allá, destacó al plancton como “punto de partida e integral a toda nuestra actividad”.

Y recordó la relevancia superior de conocer y conservar el océano en Chile, país que es más mar que tierra, donde el Pacífico recorre más de 6 mil kilómetros de costa en línea recta de norte a sur y la superficie de maritorio es tres veces el territorio.

Bajo ese escenario manifestó que la idea, inquietud y necesidad que la moviliza es que “el océano a través del plancton entre en las políticas públicas y podamos tener una mejor chance de proteger el océano chileno”.

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