Ciencia y Sociedad

Chile como líder de IA en la región: posición con retos científicos y sociales

El mayor puntaje se obtuvo en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial, que midió nivel de preparación de 19 países.

Por: Natalia Quiero 29 de Septiembre 2024
Fotografía: CC

Chile es líder regional en inteligencia artificial y lo ha sido dos años consecutivos. Lo reveló la segunda edición del Índice Latinoamericano de Inteligencia (ILIA), liderado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (Cenia) y que se presentó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) este 24 de septiembre.

El liderazgo resultó tras evaluar el nivel de preparación de 19 países en materia de inteligencia artificial (IA) en torno a las dimensiones clave de “Factores habilitantes”, “Investigación, Desarrollo y Adopción” y “Gobernanza”, con varias subdimensiones cada una. Con un máximo de 100 puntos, Chile obtuvo 73,07 para quedar en primer lugar del ranking, seguido por Brasil con 69,30 puntos y Uruguay con 64,98; los tres se definieron como “pioneros” de IA en Latinoamérica.

El Índice

“El ILIA mide cómo los países de la región están usando y desarrollando la IA. Evalúa aspectos como infraestructura tecnológica, investigación, políticas públicas y formación de talento”, precisó al respecto Cristina Flores, gestora de incidencia pública del Cenia.

Es así que el estudio, apoyado por la Unión Europea (UE) en el marco de la Alianza Digital UE-LAC, determinó que Chile y los otros países pioneros han avanzado en implementación de tecnologías basadas en IA, orientación de estrategias nacionales para consolidar y expandir estas tecnologías en todos los sectores relevantes para la economía y sociedad, y crear un entorno favorable para investigar, desarrollar, aplicar y adoptar la IA, y así propiciar la innovación y progreso.

Al observar resultados en detalle Chile lidera en aspectos de la infraestructura, conectividad, alfabetización, talento humano y gobernanza. “Estos resultados deben valorarse como una señal del desarrollo tecnológico y educativo de Chile en IA”, valoró Flores.

Aunque hay falencias, reconoció. “Chile necesita mejorar áreas como capacidad de cómputo y participación en estándares internacionales y presencia de mujeres en investigación. Esto sugiere que es clave aumentar la inversión en estas áreas críticas y fomentar una adopción más inclusiva de la IA. Además, Chile aún debe cerrar la brecha con los países del norte global”. Latinoamérica duplicó la concentración de talento en IA en la fuerza de trabajo los últimos 8 años, pero ningún país tiene los niveles de países del norte global al inicio del periodo.

Valor e impacto

Y los resultados, sean de fortalezas o falencias, se deben valorar y considerar para seguir avanzando.

“El desarrollo de índices nos permite identificar el nivel de madurez en la adopción de la tecnología en el país y de igual forma, detectar brechas sobre las cuales trabajar. No se trata de buscar una competencia, sino de ver qué se está haciendo bien y en qué se puede mejorar”, enfatizó al respecto Mauricio Villagrán, director del proyecto Capital Humano Avanzado en IA para el Biobío, financiado por el Gobierno Regional y ejecutado en consorcio por el CRUCH Biobío-Ñuble que integran las universidades de Concepción (UdeC), Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), del Bío-Bío (UBB) y Federico Santa María (USM) para crear un Doctorado en IA aplicada.

Y manifestó que “los rankings se disfrutan cuando uno está en el tope, pero llegar ahí es fruto de un esfuerzo país importante”.

El liderazgo resulta de un reto estratégico, con políticas públicas e iniciativas para impulsar la IA, pero supone otros, aseveró Hugo Garcés, director académico del Programa de Doctorado en IA desde la UdeC, donde es profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería.

“El desafío es mantener o mejorar el liderazgo en aspectos que están bien evaluados”, relevó primero. Así se debe trabajar por profundizar y potenciar aún más las fortalezas.

Y hay que abordar falencias y acortar brechas. Una materia en la que consideró clave “profundizar las alianzas estratégicas”, por ejemplo, de Chile con naciones líderes en términos de tecnología e IA, o entre los distintos actores que conviven en una sociedad como la academia, sector público e industria en pos del crecimiento económico, el desarrollo y bienestar social.

Biobío y un programa para ser referente en IA que mantenga a Chile en la vanguardia

Contexto de liderazgo de Chile y desafíos para seguir a la vanguardia en que la Región del Biobío y su inédito Doctorado en IA aportan y aportarán.

“Como programa de Capital Humano Avanzado en IA para el Biobío, y a través del Doctorado en IA, estamos comprometidos en hacer del Biobío un referente nacional en IA y queremos que, así como el cobre se asocia a Antofagasta o Calama, la IA se asocie al Biobío”, manifestó Mauricio Villagrán, director del proyecto.

El postgrado, cuya primera cohorte tiene 11 estudiantes e inició en marzo, tiene distintas cualidades: es pionero en Latinoamérica en IA aplicada, y tiene foco en áreas estratégicas para el desarrollo local y nacional como educación, salud y manufactura. Y su plantel académico tiene más de 60 integrantes, el equipo más grande en transferencia de IA a la sociedad.

Necesidad de impulsar

Y, más allá de liderar índices, avanzar en el desarrollo y adopción de la IA es una necesidad.

“La IA es una realidad, nos guste o no, ya llegó para quedarse. Existe una alta probabilidad de que quienes la adopten generen ventajas competitivas sobre quienes no lo hagan, con un potencial impacto sobre la equidad”, planteó Villagrán.

La IA no sólo está en compañías tecnológicas, está a la mano de todas las personas en los celulares inteligentes, en sistemas de procesamiento de datos y generación de información, en el popular ChatGPT o redes sociales, por mencionar ejemplos que requieren que se conozcan sus alcances que pueden ser tan beneficiosos como automatizar tareas y optimizar tiempo, hasta fake news y manipulación de audiencias, además de ocupar puestos que se van a perder para abrir otras necesidades laborales.

Por ello aseguró que gran un objetivo “es aportar a que la mayor cantidad de personas adopten la IA para su bien, y ello considera trabajar para que las brechas de adopción se reduzcan, democratizando su acceso y sus beneficios, pero alertando sus riesgos y apoyando las decisiones para su correcta regulación”.

Fortalezas a desafíos

“Es importante ir más allá y que nuestro Doctorado en IA sea el inicio del desarrollo del territorio en torno a la IA”, sostuvo Hugo Garcés, académico UdeC.

Y relevó que como fortaleza “en Chile tenemos altos estándares de infraestructura tecnológica, especialmente en presencia de internet de buena calidad en todo el territorio y centros de datos; también tenemos políticas públicas avanzadas que ofrecen un marco regulatorio que favorece la inversión extranjera en IA”.

Resaltó el rol de la investigación y desarrollo (I+D) activa en IA y formación de profesionales, sobre todo por el desarrollo de las ciencias de la computación e ingeniería informática.

De la mano de ello expuso que “Chile, el Estado y las universidades, tienen alianzas con países del primer mundo líderes en el ámbito tecnológico como Estados Unidos, China o la UE, y no es descabellado para una persona que estudia el área hacer una pasantía en esos países para poder absorber el conocimiento que se tiene allá y traerlo al territorio y empezar a hacer el desarrollo con enfoque local”.

Así que hay un camino sólido para ir más allá.

Un desafío fundamental que el investigador planteó es aumentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación desde y para el sector privado, con más empresas de base científico-tecnológica y transformar la matriz productiva basada en la extracción de recursos naturales y venta de materias primas para vender productos y servicios.

Y añadió como crucial mejorar el impacto de la academia e IA en la industria y sociedad. “También es responsabilidad de quienes desarrollamos métodos basados en IA de recoger problemas que están fuera de la universidad, que afectan a la economía y sociedad, y se puedan resolver a través de IA”.

Lo vinculó con profundizar la colaboración Estado-academia-industria y la sociedad civil, para detectar problemas y validar soluciones, generando una gobernanza para la IA.

Y otro aspecto crítico, opinó Garcés, es impulsar la formación de capital humano en IA a distintos niveles: “Necesitamos formación en IA transversal, a nivel técnico, profesional y postgrado, para que distintas carreras y personas tengan conocimiento en el área para que finalmente puedan desarrollar soluciones, mantenerlas e industrializar la IA de modo que pueda tener un soporte desde los niveles más básicos a los más avanzados”.

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