Ciencia y Sociedad

Muerte materna en tiempos de Covid-19: estudio local determinó aumento por causas no respiratorias

Trabajo conducido por el líder de centro de investigación basado en San Pedro de la Paz analizó datos del DEIS del Minsal.

Por: Natalia Quiero 21 de Septiembre 2024
Fotografía: Cedida

Han pasado años desde los momentos más álgidos del brote de una patología que emergió en China para expandirse por el planeta e instaurarse como problema, y no dejan de impactar sus efectos epidemiológicos que son también sociales.

Y es que recientemente se determinó que la pandemia de Covid-19 incrementó de forma notable la mortalidad de gestantes en Chile y de forma muy diferente a eventos similares.

“Con este nuevo virus, a pesar de ser esencialmente respiratorio en la forma de infección del huésped y propagación, hubo un aumento en muertes por cuadros o enfermedades no respiratorias. En la pandemia de influenza el aumento de la mortalidad de mujeres durante su embarazo se produjo específicamente por sepsis y enfermedad respiratoria”, resaltó el epidemiólogo Elard Koch, fundador de Melisa Institute, centro de investigación basado en San Pedro de la Paz, quien lideró el estudio publicado en la prestigiosa revista científica PLOS Global Public Health y se desarrolló con aportes de investigadores de instituciones académicas de Chile, Argentina y Perú.

En específico, expuso, la investigación reveló que la pandemia de Covid-19 no afectó las muertes por causas obstétricas directas y fueron las indirectas no respiratorias las que más aumentaron.

“Las causas obstétricas como hemorragia, complicaciones del parto, sepsis puerperal y aborto no aumentaron y se mantuvieron en los niveles exiguos que se lograron hace más de dos décadas. También aumentaron las causas respiratorias, pero en menor cuantía. Esto confirma que este virus es capaz de afectar seriamente otros sistemas y aumentar transitoriamente las muertes maternas y no por causas obstétricas directas”, advirtió para relevar las implicancias de los resultados y, sobre todo, del patógeno.

Experimento natural

El doctor Koch explicó que el trabajo se realizó bajo la metodología de experimento natural de población en el peak del brote de Sars-CoV-2, cepa emergente de coronavirus que provoca la enfermedad bautizada Covid-19 por su hallazgo en 2019 en una ciudad china y cuya rápida expansión provocó una alerta sanitaria global desde inicios 2020 para provocar una larga crisis.

Los datos se obtuvieron desde el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, con foco en el periodo 2020-2021, considerada la etapa más dura de la pandemia en Chile.

Para el experimento se usaron dos técnicas de análisis estadístico. Por un lado, se aplicaron series temporales para evaluar el efecto del virus pandémico en diferentes grupos de mortalidad materna, y con el modelo autorregresivo integrado de media móvil se estimaron tasas de mortalidad esperadas en su ausencia.

Así, se pudieron comparar datos de antes y durante la pandemia para predecir tendencias de mortalidad materna mediante un experimento natural en que se observaron efectos de un evento sin manipulación experimental. “Esto nos permite identificar con bastante precisión si hubo un efecto y cuantificar su magnitud”, sostuvo Koch. “Estos diseños son bastante robustos para evaluar causalidad de un agente o factor nuevo externo, por ejemplo, eventos catastróficos como desastres naturales o epidemias de virus emergentes, además se usan para evaluar efectos de políticas públicas”, destacó.

De hecho, bajo el mismo método, en un estudio previo el epidemiólogo junto a su equipo comprobó que la pandemia de influenza H1N1 de 2009 sólo provocó un aumento transitorio de muertes maternas por sepsis y enfermedades respiratorias, publicado en la revista The Lancet, sirviendo como base de evidencias para determinar que la Covid-19 afectó de forma diferente y así es un reto diferente.

 

Investigación local al servicio de las necesidades y mejoras de las políticas de salud pública

Y un directo impacto en políticas de salud pública debería tener el estudio que surgió para abordar una necesidad.

“Cuando enfrentamos una epidemia o brote de un patógeno emergente, como el coronavirus causante de Covid-19, es fundamental identificar a las poblaciones más vulnerables para diseñar estrategias de riesgo focalizadas, sean preventivas o de contención. Y cuando cursan un embarazo, las mujeres tienen mayor susceptibilidad para algunos virus”, explicó el epidemiólogo Elard Koch.

Y ahondó: “Los coronavirus conocidos previos eran de muy bajo riesgo o virtualmente inofensivos en embarazadas, y de la epidemia de Sars-CoV-1 de 2009 no teníamos antecedentes en mujeres embarazadas porque fue muy limitada en su expansión y afectó principalmente personal de salud. El nuevo coronavirus se veía mucho más virulento”.

Focalizar estrategias es encauzar de forma óptima los esfuerzos y recursos para resultados más potentes en aspectos que van desde medidas restrictivas y cuarentenas hasta pesquisa activa y vacunación.

Desde allí, Koch manifestó que “la investigación durante y después del evento pandémico está esclareciendo poco a poco qué se hizo bien o mal”, ayudando a identificar aciertos para replicar y errores que evitar a futuro, sobre lo que planteó que “fundamental ahora es investigar los daños de mediano y largo plazo de esta pandemia y su manejo, y rediseñar estrategias proporcionadas para enfrentar un nuevo patógeno emergente cuando éste aparezca”.

Ante este escenario destacó como clave la colaboración científica para abordar fenómenos complejos, lo que durante y después de la pandemia se ha materializado sobre todo en alianza con integrantes de la Universidad de Concepción (UdeC) y Melisa Institute, disponiendo su infraestructura para estudios de proteómica y genómica.

“Por ejemplo con la doctora Estefanía Nova, especialista en Inmunología de la UdeC, colaboramos en estudios sobre los efectos y secuelas de Covid-19 grave publicados recientemente. La colaboración entre investigadores es fundamental para avanzar y la Región del Biobío es un ejemplo de ello”, cerró.

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