Más del 12% de la población sufre esta enfermedad que está entre las 20 más incapacitantes del mundo, mientras también pueden padecer incomprensión.
Estado de ánimo, funcionalidad y rendimiento en las actividades, relaciones interpersonales y bienestar integral pueden dañarse severamente a causa de una patología que afecta a más del 12% de la población global. Aunque sólo 40% recibe diagnóstico y tratamiento adecuados, mientras se merma su calidad de vida. Y es que la intensidad de los efectos puede ser tan alta que está entre las 20 afecciones más incapacitantes y es quinta causa mundial de años vividos con discapacidad, sobre todo en mujeres que se ven mucho más aquejadas.
Son los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la razón por la que cada 12 de septiembre se impulsa el Día Internacional de Acción Contra la Migraña para visibilizar, relevar y concientizar su realidad e implicancias que van en desmedro de millones y millones de personas.
La realidad de Chile es fiel y dramático reflejo de la evidencia internacional, según reveló el estudio “Impacto de la migraña en la calidad de vida de pacientes chilenos”, el primero de este tipo realizado a personas que conviven con los efectos invalidantes de la también llamada jaqueca.
Entre los principales resultados están que 45% ha sufrido crisis de más de 24 horas y 95% reportó trastornos del sueño, 78% temor al siguiente ataque, 48% sentir incomprensión y 36% ánimo depresivo. Además, la crisis de migraña interfiere en actividades diarias del 95% y 92% se ha visto en la obligación de interrumpirlas por esta causa, mientras 82% advirtió impacto en su vida social y 72% deterioro en sus relaciones personales. Y se estableció que las personas pueden llegar a tardar de uno a dos años en obtener su diagnóstico, incluyendo visitas de hasta tres especialistas médicos distintos para lograrlo.
De ahí que “no debiese ser subestimada” es la gran conclusión del trabajo disponible desde la página web de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsym), que se desarrolló al alero de una encuesta internacional en la que participaron más de 11 mil personas de 31 países y a nivel nacional estuvo a cargo de especialistas de distintas instituciones y ciudades, como el doctor Sergio Juica, neurólogo de adultos en Hospital Clínico Regional Guillermo Grant Benavente de Concepción (HGGB) y Clínica Biobío.
Porque es más que un dolor de cabeza agudo y/o relacionado con un periodo de estrés: “es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por presentar cuadros de cefalea severa e invalidante”, destacó Juica, también académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC).
La migraña se caracteriza por ser un dolor de tipo pulsátil o palpitante, normalmente unilateral o que afecta a un lado de la cabeza. Y advirtió que generalmente se acompaña de otros síntomas, entre los que se incluyen principalmente náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz o sonido. Manifestaciones debilitantes, que interfieren con la vida diaria y su calidad, por sí solas y más en conjunto.
Y complejo es que una crisis de jaqueca puede durar desde horas y hasta días, relevó el doctor Juan Pablo Betancur, neurólogo de Clínica Biobío.
Así se extienden también sus impactos sobre la salud, el bienestar y el desenvolvimiento habitual e integral de quienes viven y padecen esta enfermedad.
Aunque, favorablemente, se podrían reducir de la mano de un tratamiento y abordaje adecuado.
“El manejo del dolor de cabeza o de la migraña incluye analgésicos. Hay distintos tipos de analgésicos antiinflamatorios u otros antimigrañosos que son específicos para el dolor por migraña”, destacó el especialista formado en la UdeC.
También expuso que se han establecido factores desencadenantes de los episodios de esta patología neurológica, los que se deben reconocer para evitar exponerse y reducir el riesgo de que se presenten las crisis o que su intensidad no sea tan elevada, entre los que mencionó estrés, falta de sueño, deshidratación, ciertos alimentos y el abuso de analgésicos”.
Para profundizar en la implicancia del uso excesivo e irresponsable de los fármacos, el médico aclaró que “el uso excesivo de medicamentos y analgésicos incluso puede empeorar los dolores de cabeza, y existe la cefalea por abuso analgésico”.
Por lo expuesto se necesita consulta médica para asegurar un abordaje adecuado y evitar la automedicación con productos que podrían ser contraproducentes: “Una persona que sufre de cefalea debe asesorarse por un médico o un especialista para tener un diagnóstico más certero, más seguro y un tratamiento eficaz”, enfatizó Betancur.
Lo anterior también importa porque resaltó que la cefalea podría ser un síntoma secundario a otras afecciones, en la migraña es primario y enfermedad en sí misma, que pueden ser graves y hasta letales, que van desde infecciones y traumas hasta enfermedades como tumores, accidente cerebrovascular.
Ante ello destacó como vital examinar e identificar con exactitud el origen del dolor de cabeza, lo que puede llegar a requerir estudios clínicos neurológicos.
Y por la gravedad potencial de los cuadros en que hay dolor de cabeza subyacente también hay casos en que la recomendación enfática es asistir a servicios de urgencia: “cefalea que inicia bruscamente y alcanza su intensidad en menos de un minuto; cefalea persistente de varios días; y cefalea que se acompaña con síntomas neurológicos como alteración del lenguaje, compromiso conciencia y debilidad”, relevó Juica como señales de alerta y emergencia.