En 2023, América Latina y el Caribe fue la región que lideró a nivel internacional el uso de algún método anticonceptivo por parte de las mujeres entre 15 y 49 años, alcanzando un 60% según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En el caso de Chile, los anticonceptivos hormonales en formato de píldoras anticonceptivas son uno de los métodos más utilizados, tanto en el sistema público de salud como en el privado y se han convertido en una herramienta fundamental para la planificación familiar y el control de la salud reproductiva.

La Vicedecana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción y docente del Magíster en Salud Sexual y Reproductiva, Alejandra Ceballos Morales, explicó que las píldoras son accesibles para la mayoría de la población, lo que facilita su uso generalizado.
Sin embargo, la académica destacó la importancia de que las mujeres elijan el método más adecuado para ellas, en función de su perfil y necesidades individuales. «Elegir un método obedece principalmente a la satisfacción que la mujer va a tener con ese método. Entonces, es una actividad muy participativa en donde la decisión final la tiene la mujer. En este caso, el rol matronil implica ofrecer una gama de métodos anticonceptivos, entendiendo que va a relevar aquellos efectos adversos, favorecedores respecto al perfil de la mujer», explicó.

En términos de seguridad y eficacia, los anticonceptivos hormonales han experimentado una evolución significativa en las últimas décadas, de acuerdo a la Vicedecana de Medicina, la que ha sido impulsada por un aumento en el consumo de anticonceptivos y por los avances tecnológicos que han permitido el desarrollo de una mayor variedad de métodos.

«En general, la tecnología anticonceptiva se ha desarrollado ampliamente, es decir, abarcando una diversidad de métodos anticonceptivos y, por otro lado, entregando una seguridad y eficacia que los anticonceptivos seguro la tienen, porque no se puede correr ningún riesgo respecto del embarazo», aseguró.

Para las mujeres jóvenes que consideran iniciar el uso de anticonceptivos hormonales, la académica recomendó realizar un control inicial con un profesional de la salud. Aunque la juventud suele estar asociada con la buena salud, siempre es importante descartar posibles excepciones.

Este control inicial, agregó, es fundamental «porque si bien la edad y la juventud se consideran preferentemente en un plano de ser sano, no siempre es así y la excepción puede existir», aconsejó.

Las contraindicaciones para el uso de anticonceptivos hormonales varían según el tipo de método y las características individuales de cada mujer. La Vicedecana de la Facultad de Medicina explica que factores como el comportamiento sexual y los componentes hormonales específicos pueden influir en la elección del método más adecuado. Además, menciona que algunos efectos secundarios comunes incluyen la presencia de acné, aumento de peso y sangrados irregulares.

No obstante, aclaró que «el aumento de peso no está intrínsecamente relacionado con la anticoncepción, también pude influir el comportamiento relacionado con una pauta alimenticia que no está acorde».

Un aspecto crucial que subraya la docente Alejandra Ceballos es la necesidad de incrementar la información disponible sobre los riesgos y beneficios de los anticonceptivos hormonales. Según su experiencia, muchas mujeres no usuarias desconocen esta información, mientras que aquellas que están en control regular reciben información más detallada.

«Se hace necesario incrementar la información, sobre todo cuando las mujeres presentan alguna enfermedad que puede tener algún efecto sinérgico con algún componente, en especial cuando son efectos hormonales», concluyó.