Las Higueras: ejemplo local para mejorar la atención de la enfermedad renal crónica a nivel nacional
25 de Agosto 2024 | Publicado por: Natalia Quiero
El hospital fue uno de los pioneros y es de los pocos que implementa una terapia de depuración sanguínea alternativa a la hemodiálisis, que reduce 23% la mortalidad y complicaciones y aumenta el bienestar de pacientes, por lo que urge dar cobertura Fonasa para que a miles más se salve y cambie la vida.
Todo partió en 2015 con una máquina; ahora son ocho y más de 100 pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) en tratamiento dialítico se han beneficiado, más de 100 vidas se han salvado, con una terapia de sustitución renal que se ofrece de forma pionera e impactante en el Hospital Las Higueras de Talcahuano: la Hemodiafiltración de Alto Volumen (HVHDF, por siglas en inglés).
Es que fue uno de los primeros recintos hospitalarios del país que apostó por implementar y es de los pocos que ofrece un tratamiento que mejora exponencialmente la sobrevida y calidad de vida tan mermada versus la diálisis convencional, soporte vital de miles de enfermos renales crónicos chilenos y que cada año son más.
“La ERC es una pandemia y algunos estiman que su crecimiento llega a ser 7% anual. En Chile tenemos cerca de 5 mil pacientes en diálisis y su mortalidad es del 10% anual”, manifestó el nefrólogo Cristian Pedreros, encargado de las terapias de depuración sanguínea en el Servicio de Nefrología del Hospital Las Higueras, académico de la facultad de Medicina de la Universidad de Concepción e integrante de la Sociedad Chilena de Nefrología y su Comité de Nefrología Crítica.
Desde allí destacó que “en 2023 se publicó un trabajo de muchos países europeos que mostró que pacientes n hemodiafiltración tienen una sobrevida 23% mayor que aquellos en hemodiálisis. Estudios previos han demostrado que pacientes también viven mejor, porque disminuye el riesgo de una serie de complicaciones que pueden sufrir y disminuyen las hospitalizaciones asociadas”.
Contexto que genera que Las Higueras espere aumentar su infraestructura y ser ejemplo para la salud pública e impulsar avances vitalmente necesarios como que Fonasa dé código, porque su inexistencia impide que quienes se dializan en centros externos accedan a la que es la mejor terapia disponible.
Terapia superior
Para comprender el beneficio de la HVHDF, Pedreros explicó que la diálisis es la terapia de depuración del organismo que permite reemplazar la vital función renal dañada en la ERC, hay peritoneal y hemodiálisis que es la más usada a nivel mundial.
Aunque salva la vida, merma su calidad. “La hemodiálisis no es una terapia perfecta: pacientes sufren una serie de complicaciones derivadas de la insuficiente eliminación de toxinas que no puede remover, porque son muchas o de gran tamaño”, explicó. Son comunes las infecciones y problemas cardiovasculares, y generan gasto en medicamentos, consultas en urgencias, hospitalizaciones y fallecimientos.
La HVHDF combina el mecanismo de la hemodiálisis con otro para ampliar el rango de toxinas que se pueden eliminar, y así sus efectos positivos sobre la expectativa y calidad de vida que da una mayor costo-efectividad y la destacan como “una terapia superior” en la sustitución renal, afirmó Pedreros.
“La hemodiafiltración puede costar 10 a 12% más que la hemodiálisis por paciente, pero por costo-efectividad representa un ahorro. Estudios demuestran que, al mejorar la calidad de vida y disminuir complicaciones, personas empiezan a gastar menos en medicamentos y dejan de hospitalizarse. Finalmente, en mediano y largo plazo esta terapia se vuelve un ahorro desde el punto de vista de salud pública”, expuso.
Experiencia de impulso
Esos beneficios propiciaron la llegada de la HVHDF a hospitales públicos chilenos donde se dan tratamientos crónicos, como Las Higueras donde se han comprobado desde la propia experiencia clínica durante casi una década y un centenar de personas a las que les benefició su vida.
“Partimos para tratar de mejorar la atención de nuestros pacientes, vimos que mejoraron clínicamente de forma significativa y nuestra autoridad local nos permitió seguir con este tipo de terapia que significó un ahorro”, relató el doctor Pedreros, en relación a los recursos para adquirir máquinas y mantener la oferta. “Y por ello en los hospitales progresivamente se ha ido implementando la hemodiafiltración y somos 7 donde tenemos máquinas, sólo falta la codificación Fonasa para que pacientes que se dializan en centros externos puedan tener acceso”, enfatizó.
Y para el grupo de especialistas que integra el doctor Cristian Pedreros y la Sociedad Chilena de Nefrología que representa, es el gran reto de salud pública que impulsan a abordar, el avance que claman por materializar, con la exitosa experiencia de ejemplo concreto y local de que es tan necesario como posible implementar la hemodiafiltración.
“La codificación probablemente implique un gasto inicial de la instalación de una máquina nueva, pero con rapidez, probablemente al año, ya vamos a empezar a ver ahorros en el gasto de salud global de estos pacientes”, expuso.
Con este cambio se podrá favorecer a quienes reciben terapias en centros externos, que suman miles, cuyo sistema de financiamiento es distinto al hospitalario y hoy no permite el acceso a esta terapia que salva y cambia la vida.
La experiencia acumulada en Hospital Las Higueras y otros recintos y sus especialistas en la implementación e impacto de la Hemodiafiltración de Alto Volumen (HVHDF) se dispone conocimiento para orientar su óptima implementación, acortar brechas de acceso y aumentar el bienestar de miles de personas en tratamiento dialítico en centros ambulatorios.
“Con hemodiafiltración podemos bajar a 7% u 8% la mortalidad anual de pacientes en diálisis. Son miles de personas que puedes evitar que fallezcan, y todas tiene mejor calidad de vida y menor gasto en salud, porque se complican menos gracias a terapias de mejor calidad”, enfatizó el nefrólogo y académico UdeC Cristian Pedreros.
Implementación gradual
¿Cómo avanzar en la incorporación de esta terapia en Chile y más allá del ambiente hospitalario?
“Los nefrólogos que trabajamos fuertemente en esto sabemos que ir de a poco es la mejor forma de implementar esta terapia en los centros ambulatorios”, afirmó.
La base estará en partir con la codificación, que va de la mano con generar capacidades e implementar infraestructura.
“Hemos tratado de instalar en Fonasa que no es necesario cambiar todas las máquinas de diálisis ni en todos los centros: bastaría con seleccionar uno o dos por región e instalar una o dos máquinas, y elegir a quienes accederán. Probablemente no va a ser más del 1% de lo que se gasta en diálisis al año, y ese gasto es muy poco pensando en los grandes beneficios que se podrían lograr en el mediano plazo”, manifestó.
En este sentido dijo que, ante la implementación de una terapia nueva, para la mayor costo-efectividad y avances graduales se deben priorizar los casos más complejos, porque se verán más beneficiados.
Hacia el futuro
Materializar esta propuesta que es anhelo de expertos como Pedreros, y así el acceso masivo y justo a la HVHDF, es un imperativo prácticamente ético y potentemente vital: las condiciones de la sociedad actual han gatillado una tendencia al alza de la enfermedad renal crónica (ERC), y otras afecciones asociadas, que no se vislumbra que cambie pronto. Por eso se requiere un sistema preparado para recibir a un número creciente de pacientes y brindar la mejor atención posible.
“Las personas son cada vez más obesas y tienen cada vez más diabetes que causa el 50% de pacientes que están en diálisis. Y conforme van pasando los años se transforma en el motivo principal de daño renal que lleva a diálisis”, advirtió.
La Encuesta Nacional de Salud y otros informes cifran que más del 74% de los mayores de 15 años tiene algún grado de exceso de peso (sobrepeso a obesidad), casi 14% diabetes y la hipertensión casi llega a 28%, son los principales factores de riesgo cardiovascular y de daño e insuficiencia renal, que reflejan un aumento con evidencias de periodos previos y se han vinculado directamente con hábitos nocivos como sedentarismo, dietas malsanas, consumo de tabaco e ingesta masiva de alcohol que tienen gran prevalencia en la población.
Ante ello el especialista enfatizó en la clave vital de evitar o intervenir hábitos dañinos para tener saludables y beneficiosos para reducir riesgos de desarrollar obesidad, diabetes, hipertensión, y daño e insuficiencia renal. Por ende, en materia de salud pública es imperativo avanzar en robustecer las acciones de promoción de salud y prevención en la población, fundamentalmente en las nuevas y más jóvenes generaciones, que se traducirán en más bienestar y calidad de vida para la sociedad futura y menos gastos asociados a enfermedad.
Pero, eso no significa obviar la necesidad actual que se proyecta en corto, mediano y largo plazo en términos de enfermedad. “La ERC sigue creciendo año a año. Y mientras no podamos implementar grandes intervenciones de prevención debemos hacernos cargo de quienes llegan a diálisis y brindarles la mejor se va a asociar a menos muerte, complicaciones, hospitalizaciones y gasto en salud”, sostuvo Pedreros.
Pesquisar
Promover la pesquisa de ERC también es crucial para un panorama más alentador, porque permite iniciar tratamientos tempranos y con mejores resultados, para lo que se requieren chequeos periódicos acorde al riesgo e indicación. Porque el nefrólogo aseveró que “lo bueno y malo de los riñones es que no avisan hasta que tienen gran deterioro, son capaces de mantener una función sin que te sientas mal y no avisan hasta que esté muy avanzada la enfermedad renal”.
Una etapa sintomática a la que se debe evitar llegar sin diagnóstico para mejorar el panorama en términos personales y sociosanitarios. “Cuando los riñones se enferman severamente se pueden presentar edema en piernas o cara, orina con espuma, náuseas y decaimiento. Pero, es un nivel de intoxicación altísimo y habitualmente no hay nada más que ofrecer diálisis”, lamentó.
Sin síntomas hay intervenciones con medicamentos que retrasan el daño, incluso evitando la llegada a diálisis en ciertos casos, aseguró.
Los chequeos renales deben ser anuales ante condiciones de riesgo como diabetes y obesidad, pero es aconsejable que toda persona reciba evaluación en algún momento.