Aviturismo: oportunidad para proteger la biodiversidad e impulsar el desarrollo local
04 de Agosto 2024 | Publicado por: Natalia Quiero
El turismo de naturaleza y la observación de aves interesa a cantidad creciente de personas a nivel global y local, y ONG internacional busca potenciar las capacidades en Biobío.
La Región del Biobío tiene 86 humedales, ecosistemas clave para la naturaleza y bienestar humano por múltiples beneficios que brindan sus funciones como reservar agua, mitigar eventos naturales extremos, contribuir a la resiliencia climática, albergar hábitats para flora y fauna, promover la biodiversidad, proveer paisajes y sitios para disfrutar actividades.
Y su rol como espacio vital para la avifauna residente y migratoria merece atención especial. Sólo en el Rocuant-Andalién hay más de 100 especies y es una de las áreas del mundo importantes para la conservación de las aves (IBA-Important Bird Area), aunque es uno de los humedales más amenazados en un escenario de gran declive y presión sobre este tipo de ecosistemas por la contaminación, crecimiento urbano y otros factores.
Rol del aviturismo
Por ello “la Región del Biobío y el humedal Rocuant-Andalién es un sitio prioritario de trabajo en el país”, manifestó Javiera Ferreyra, directora para Chile de Audubon Américas, programa de la ONG norteamericana National Audubon Society que se dedica a la conservación de aves y los lugares que necesitan en toda América a través de distintas estrategias y buscando beneficiar también a las personas.
Hace cinco años se aliaron al Ministerio del Medio Ambiente (MMA) e implementan programas para materializar su misión y con atención en promover el turismo de observación de aves: “desarrollar el aviturismo es una de las alternativas para poner en valor y conservar ecosistemas como el Rocuant-Andalién y las aves, y generar oportunidades laborales”, aseveró como convicción que nutre la experiencia que han tenido en diversos países y por la que recientemente realizó por primera vez en Chile y Biobío el Curso de Formación de Guías Naturalistas de Aviturismo.
Las aves son uno grupo de fauna fácil de observar y con sus atributos y los paisajes que regalan sus hábitats atraen a muchas personas. Ahí que su diversidad y paisajes locales abran posibilidades de desarrollo sustentable y sostenible que se debe aprovechar.
“Sabemos que el turismo de observación de aves que es bien planificado, regulado y pensado con las comunidades trae muchos beneficios para la conservación. El aviturista y quienes se dedican a esta actividad son personas mucho más conscientes de los entornos naturales que otro tipo de turista”, sostuvo.
Además, el turismo reporta réditos económicos en particular y puede impulsar otros rubros como el gastronómico, y así el desarrollo local.
Promover en Chile
Javiera Ferreyra aseveró que la oportunidad e impacto es patente en un contexto donde el aviturismo genera un tan masivo como creciente interés a nivel global y local, por ello apostaron por su abordaje en distintas aristas.
En 2019 realizaron un primer análisis de mercado del turismo de observación de aves. Según los datos, la llegada de turistas internacionales aumentó de 2,8 a 4,5 millones entre 2010 y 2019, y dentro del turismo de naturaleza el aviturismo se reconoció como un nicho especializado con las mayores tasas de crecimiento en los últimos años en Chile, generando más de 62 millones de dólares al año.
Avanzaron en identificar rutas para realizar la actividad. Y recientemente un curso que formó a 31 guías especializados en Biobío, Valparaíso y La Araucanía tras participar del programa de 10 meses que se adaptó para el país por un equipo de Fundación Legado Chile y BirdsChile, abordando diversidad de aristas para potenciar las capacidades del rubro.
Capacitación
“Es necesario capacitarse en esta área del turismo, porque hay necesidades que cubrir de los turistas nacionales e internacionales interesados en aves. Falta tener mayor oferta y trabajar de forma colaborativa con distintos actores del área gastronómica, del transporte, etcétera”, resaltó la directora de la empresa regional de aviturismo ChileBirds y participante del curso Katherine Sanhueza.
El fundador de ChileBirds, Felipe Jara, añadió que “si bien muchos de los que cursamos el programa ya sabíamos que el aviturismo contribuye mucho al desarrollo del turismo sostenible, ahora sabemos que es nuestra misión entregar ese mensaje a otros actores turísticos que no están concentrados en aviturismo, como actores del rubro de la gastronomía, del transporte o del alojamiento”.
Y por lo que la experiencia de dedicarse a esta actividad turística y el potencial local de desarrollarla, si bien se ha notado el creciente interés, también se plantea el reto de seguir promoviendo, validando y posicionando al Biobío como destino interesante en el aviturismo.
Conservación de avifauna y hábitats en Biobío: un quehacer presente con impacto para el futuro
El trabajo presente del Audubon Américas en Chile y Biobío mira al futuro, y la proyección es continuar con las iniciativas vigentes y llegar con otras, permitiendo avanzar en estrategias de desarrollo sustentable y sostenible como el aviturismo, para la protección y preservación de la avifauna con sus hábitats y beneficiar a las comunidades que habitan esos territorios.
De Estados Unidos a Biobío
Javiera Ferreyra expuso que hace 15 años llegaron a Chile con proyectos particulares, específicamente a Chiloé, pero en 2019 existen con proyectos y programas de largo plazo.
Actualmente es una de las 25 organizaciones que conforman la Estrategia Nacional de Conservación de Aves (Enca) que impulsa el MMA, con la que en 2018 firmaron un convenio de colaboración y marcó el inicio de la llegada de un programa de gran envergadura de la organización que nació en Estados Unidos para combatir el declive de las poblaciones de aves y sus hábitats en el continente.
La cartera ministerial también es mandante del proyecto GEF “Humedales Costeros” y la ONG es socio estratégico. La iniciativa la financia el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y ejecuta ONU Medio Ambiente para mejorar el estado ecológico y conservación de ecosistemas del Centro-Sur chileno, abarcando 5 regiones que incluyen Biobío.
Es así que avanzan en el apoyo e impulso de acciones a nivel nacional y local en línea con el quehacer y experticia que han acumulado en el trabajo con distintas naciones americanas.
Y la representante de la organización en Chile resaltó que la promoción del aviturismo y el curso recientemente culminado en Biobío forman parte de una estrategia mayor llamada “Ruta de avistamiento de aves”. Y explicó que al alero de ésta “identificamos puntos clave para la observación de aves y apoyamos a construir destino, dentro de lo que está el fortalecimiento de capacidades”.
El trabajo para identificar rutas se concentró en el área costera del hotspot (punto caliente) de biodiversidad que hay en el Centro-Sur, áreas relevantes para la conservación global, y precisó que son cerca de 8 sitios los que definieron que consideran sólo avistamiento de aves o aviturismo con otras actividades, y pronto lanzarán un mapa interactivo.
Y la región es parte clave: “uno de nuestros pilotos está en Biobío y particularmente el humedal Rocuant-Andalién es uno de los puntos más importantes para nuestras estrategias dado que allí hay más de 160 especies de aves”, afirmó.
De hecho, en el marco del proyecto GEF Humedales Costeros y el quehacer de la ONG, desde 2019 han desarrollado un plan de acción de conservación que busca sacar del estado de amenaza a este IBA y que, aseguró, les compromete a largo plazo a acompañar su implementación. “Eso nos ha hecho que estemos trabajando, implementando una mirada de manejo adaptativo y a largo plazo para seguir colaborando en la conservación de este sitio”, destacó.
Proyección
Hacia ese horizonte y el interés de promover otros proyectos de Audubon Américas, contó, han estado teniendo conversaciones y buscando alianzas con organismos locales como el Gobierno Regional del Biobío.
Javiera Ferreyra añadió que hay iniciativas hemisféricas que van a implementar en Chile y en la Región del Biobío.
Ante ello relevó a “Conserva Aves”, que impulsan junto a otros relevantes organismos internacionales para conservar áreas protegidas y mejorar su manejo en todo el continente americano. “Chile es uno de los países prioritarios y vamos a movilizar recursos para proteger hemisféricamente a dos millones de hectáreas. Y la gente podrá postular áreas para recibir este financiamiento”, explicó.
“Tenemos otro proyecto que es a 10 años en el que vamos a movilizar 3 billones de dólares para financiar proyectos de conservación y restauración de ecosistemas críticos para las aves migratorias en todo el continente y el desarrollo de infraestructura amigable con las aves y ambientalmente mejor diseñados. El propósito es promover la resiliencia climática y la conservación de la biodiversidad, y aportar a enfrentar los efectos de la triple crisis ambiental que tenemos: climática, biodiversidad, y contaminación”, profundizó. Esta iniciativa es en alianza con otras instituciones internacionales.
“Y la Región del Biobío y el ecosistema humedal Rocuant-Andalién son sitio prioritario para el desarrollo de estas iniciativas y muchas más”, cerró Ferreyra.