Futuros profesionales reconocen tener competencias digitales que se aplican a modelos de atención remota, pero poco saben de conceptos e implicancias clave para su adecuada ejecución.
Buen nivel en el manejo de tecnologías de la información y comunicación (TIC) que pueden aplicarse a la telesalud y telemedicina, pero bajo nivel en el manejo de conocimientos básicos relacionados a la modalidad de creciente papel e impacto en el sistema sanitario perciben los estudiantes de carreras ligadas en la Región del Biobío.
Así reveló una reciente encuesta de autopercepción que desarrolló el grupo de investigadores del Observatorio Regional de Salud Digital CRT Biobío y académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción Marcela Hechenleitner, Jacqueline Ibarra y Carlos Zúñiga, publicada en una reciente edición de la revista “Salud, Ciencia y Tecnología” con el artículo “Diseño y validación de una escala de autopercepción de conocimientos básicos sobre telesalud y competencias digitales para estudiantes del área de Ciencias de la Salud”.
Un trabajo que provee un instrumento validado e información local en torno a aspectos que se deberían mejorar desde la formación académica de futuros profesionales para que sean capaces de usar adecuadamente a las modernas herramientas tecnológicas y telecomunicaciones disponibles al servicio de la salud y bienestar de las personas.
Acortar brechas de acceso a atenciones médicas y a especialistas, descongestionar servicios, ahorrar tiempo y costos asociados a ítems como traslados, reducir listas de espera, y evitar riesgos de exposición a condiciones ambientales adversas y/o patógenos son beneficios de la atención remota a través de las TIC, por lo que hay cada vez mayor incorporación e innovación en la prestación de servicios que complementen al tradicional modelo presencial.
Aunque la efectividad de la telesalud y telemedicina dependen de su adecuada implementación, que requiere infraestructura tecnológica y sobre todo profesionales capacitados para brindar una atención de calidad a distancia, enfatizó Marcela Hechenleitner.
Porque hay que saber cuándo y cómo ejecutar la telesalud y telemedicina, y emplear las TIC para aprovechar al máximo sus ventajas. Al contrario, la académica advirtió que cuando falta capacitación y conocimientos puede traer diversas repercusiones en desmedro del bienestar de las personas y sistemas, como perjuicios en la toma de decisiones clínicas, control de afecciones, y la eficacia de atenciones y los servicios de salud.
Por eso importa formar y actualizar al personal que trabaja en sistema hoy, y preparar a quienes se desempeñarán a futuro.
Sin embargo, la académica expuso que “al revisar la literatura nos dimos cuenta que, si bien en los currículums de las carreras de salud se trabajan contenidos de telesalud y telemedicina, la forma en que cada institución y carrera los aborda es heterogénea en cuanto al enfoque o las estrategias utilizadas para formar a los estudiantes en esta temática”.
Lo que evidenciaron fue que en muchas entidades se desarrolla la temática de forma aislada a través de asignaturas o talleres adicionales al currículo formal, sin incluirse como parte esencial de la formación de futuros profesionales.
Además “si bien de alguna manera informal se está trabajando dentro de las carreras sanitarias los temas de telesalud y telemedicina, no existen evidencias en la literatura respecto a su impacto en la formación de los estudiantes”, sostuvo.
Ante esas brechas, y para generar evidencias tendientes a acortarlas, surgió un necesario interés de evaluar competencias digitales en futuros profesionales de la salud regionales y cuánto sabían sobre conceptos básicos de telesalud y telemedicina.
Marcela Hechenleitner contó que no existía un instrumento validado para recoger la información y crearon uno contextualizado localmente que se diseñó para indagar en las dimensiones de “Elementos básicos asociados a la telesalud” y “Habilidades para el uso de tecnologías”, abordando aspectos como conocimientos generales, derechos y deberes de profesionales y usuarios, o dominio de las TIC.
Así, a través de su aplicación para la validación, mostró fortalezas en las competencias digitales regulares versus falencias que configuran necesidades de mejora de currículos y formación.
Al respecto la académica local manifestó que “este instrumento puede ser utilizado por las carreras de la salud para identificar el nivel de conocimientos y habilidades iniciales para planificar una formación de excelencia en sus futuros profesionales de la salud, de tal manera que en su ejercicio profesional puedan incorporar una atención remota con las competencias específicas en telesalud y telemedicina que permitirán una atención de calidad”.
En este sentido, destacó que propicia una primera aproximación al problema y podría abrir paso a instrumentos más específicos que ayuden a establecer las dimensiones que deben ser profundizadas dentro de los procesos formativos de futuros profesionales de la salud en relación con las TIC y las modalidades de atención a distancia.
El desarrollo de la encuesta de autopercepción en competencias digitales y conocimientos básicos sobre atención de salud remota en universitarios de carreras del área sanitaria a nivel regional ha sido parte de las distintas actividades y acciones planificadas para trabajar para alcanzar los objetivos del Centro Regional de Telemedicina y Telesalud del Biobío (CRT).
Se trata de un proyecto que lidera la Universidad de Concepción a través de la Unidad de Telemedicina de la Facultad de Medicina, en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción que es la entidad que está a cargo del Observatorio Regional de Salud Digital. El CRT Biobío es financiada por el Gobierno Regional del Biobío a través del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) en su convocatoria 2021, adjudicándose recursos desde la línea de alto impacto, que comenzó su ejecución 2022 y la finaliza durante este 2024.
“El objetivo del CRT Biobío es contribuir a mejorar el acceso, cobertura y oportunidad a una atención especializada para la población, a través de estrategias de telemedicina y telesalud, además de fortalecer las capacidades locales instaladas”, precisó la investigadora Marcela Hechenleitner.
Es así el trabajo aborda desde atenciones a usuarios y capacitaciones a profesionales y/o apoyo a centros de salud de distintas localidades, hasta investigación para la generación de evidencias que puedan servir de insumo para la toma de decisión y diseño de políticas de autoridades e instituciones competentes.
Y de cara a esos objetivos, dentro del plan de trabajo del CRT Biobío el Observatorio debe recopilar, analizar y disponer información válida en materias de telesalud y salud digital.
En ese contexto, una primera tarea de este organismo fue identificar el nivel de alfabetización en materia de telesalud y telemedicina tanto en profesionales y usuarios del sistema sanitario del Biobío como también de quienes se forman para atender en servicios de salud en el futuro, identificando tanto las fortalezas y oportunidades como también las brechas y necesidades en materia de capacidades humanas y técnicas para mejorar la implementación e impacto de la modalidad en el presente y futuro.