Investigación determinó cambios en las condiciones ambientales regulares de la Bahía de Concepción
25 de Julio 2024 | Publicado por: Natalia Quiero
Análisis evidenciaron modificación en patrones de lluvias y vientos favorables a la surgencia, lo que tiene potenciales implicancias sobre servicios ecosistémicos y en las actividades y comunidades que se desarrollan en el borde costero.
Un cambio en el régimen hidrográfico característico de la Bahía de Concepción y una respuesta biogeoquímica en la columna de agua a cambios en los patrones tanto de lluvia como de surgencia observó como principales resultados un reciente estudio liderado desde el Centro Regional de Estudios Ambientales (Crea) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc) y en que participaron científicos de distintas universidades y centros de investigación como la Universidad de Concepción, el Centro de Investigación Oceanográfica Copas Coastal y el Instituto Milenio de Socio-Ecología Costera Secos.
Y es que los hallazgos indican que modificaciones en el régimen regular de precipitaciones y pulsos de vientos favorables a las surgencias (afloramiento de aguas profundas a la superficie) en otoño-invierno, cuando lo normal es primavera-verano, alteraron la estacionalidad de las condiciones fisicoquímicas y la estructura de las comunidades planctónicas de la zona.
“Pese que la intrusión de aguas aflorantes ricas en nitratos que mejoran la productividad biológica sigue siendo más intensa durante la primavera-verano, el sistema permanece fertilizado todo el año debido a la ocurrencia de pulsos persistentes de surgencia durante el otoño-invierno”, profundizó el investigador de la Unidad de Medioambiente del Crea Ucsc Luis Bustos, autor principal del artículo que se publicó en la revista de acceso abierto Geosciences.
Rol ecológico y social
Son antecedentes con implicancia ambiental, productiva, sanitaria, económica y social, aseguró el especialista, ya que los fenómenos podrían llegar a alterar los distintos servicios ecosistémicos que entrega el cuerpo de agua y afectar de forma directa e indirecta a las actividades y comunidades que se desarrollan en el borde costero.
Justamente, el interés del trabajo radicó en la importancia ecológica y socioeconómica de la Bahía de Concepción junto con brechas de información más atingente a la situación actual y que aporte a mejores decisiones. “Esta investigación surge de la necesidad de actualizar y replantearse el cómo abordar la evaluación de la calidad ambiental de un área costera de uso múltiple como es la Bahía de Concepción”, enfatizó al respecto Luis Bustos, magíster en Medio Ambiente.
Porque, dadas las condiciones ambientales normales, se reconoce por tener aguas de alta productividad biológica y que proveen diversidad de recursos marinos de relevancia comercial como peces y moluscos, traduciéndose en que la actividad pesquera que se genera a distintos niveles, desde artesanal a industrial, es una de las más importantes economías regionales y de las mayores en el país.
“La variabilidad ambiental de la Bahía de Concepción ha sido regulada históricamente por eventos de surgencia estacional modulados por el viento durante la primavera-verano y por el aporte de agua dulce proveniente de las precipitaciones y descargas fluviales en otoño-invierno”, explicó el científico. También advirtió que “este sistema está sujeto a diversas tensiones antropogénicas y ambientales debido a la intensa actividad portuaria y la creciente ocurrencia de eventos naturales extremos”. Principales problemáticas son la contaminación y el cambio climático.
La investigación
Por el valor y rol ecológico y social de la Bahía de Concepción con los fenómenos que están aconteciendo, el equipo de investigadores se propuso abordar la variabilidad espacial y temporal de la zona a través de la integración de múltiples componentes ambientales.
La información que permitió realizar la investigación se obtuvo desde el proyecto “Implementación de una plataforma de información ambiental, económica y social de la Bahía de Concepción para el desarrollo productivo”, financiado por la Corporación de Fomento de la Producción de Chile (Corfo) y que se adjudicó el Crea Ucsc para su ejecución en el periodo 2017 a 2019.
Luis Bustos contó que para generar los datos primero se desplegó una etapa de trabajo en terreno, con cruceros oceanográficos, para colectar muestras químicas y biológicas desde la columna de agua. “Los muestreos se realizaron en ocho puntos de la Bahía, en superficie y fondo, con muestreos estacionales durante el 2018”, precisó.
Posteriormente se desarrolló un análisis integral de las muestras e información recolectada en complemento con registros históricos climáticos para el área de estudio.
Como resultado de estas labores se determinó la presencia de un nuevo régimen hidrográfico y respuestas a nivel biológico, físico y químico en la columna de agua.
Nuevas preguntas
El contexto regional dentro de uno planetario hace necesario avanzar en investigaciones en torno a áreas naturales relevantes como la Bahía de Concepción, proveyendo evidencias que actualicen conocimientos y/o mejoren la comprensión de distintas situaciones y pueden contribuir en aspectos como la gestión de recursos naturales, adaptación a cambio climático y desarrollo sostenible.
Es clave reconocer que el cambio climático es un fenómeno global con manifestaciones locales, asociado al aumento en intensidad y/o frecuencia de eventos extremos y Chile se ha definido como uno de los 10 países más vulnerables a sus impactos socioambientales.
“En la actual crisis climática se proyectan varios estresores atmosféricos y oceanográficos”, enfatizó al respecto el especialista en Medio Ambiente Luis Bustos.
“Por ejemplo, una intensificación del estrés del viento favorable al afloramiento costero, debido al incremento en el gradiente de temperatura y presión atmosférica entre las masas terrestres y el océano. Este incremento en la fuerza y frecuencia del afloramiento ha cambiado la estructura de la columna de agua frente a la zona centro-sur de Chile y la respuesta biológica del sistema se ha hecho evidente. Sin embargo, este incremento no solo ocurriría durante el periodo primavera-verano sino también durante el invierno”, detalló.
“Además, los cambios en la frecuencia, intensidad y duración de los eventos de lluvia extrema se están volviendo más recurrentes”, afirmó.
Y Bustos aseveró que lo que evidenciaron en la investigación sólo es una respuesta y quedan muchas preguntas por responder.
“Lo más importante es poder predecir cómo los sistemas de bahías semicerradas, como la de Concepción, pueden responder a eventos climáticos extremos tanto en la salud del ecosistema como los potenciales efectos sobre las comunidades biológicas presentes”, sostuvo. “Para esto se requieren muestreos de larga data y de alta resolución, a través de series de tiempo representativas de parámetros clave que nos permitan tener una mirada global del problema”, aclaró.
En este sentido, destacó lo relevante de muestrear sedimentos y realizar análisis biológico y físico-química. “Esta matriz es más conservativa, permitiendo visualizar procesos que ocurrieron en el pasado, para poder aumentar la capacidad predictiva”, apuntó Bustos.
El científico también definió como óptimo el considerar ensayos biológicos con organismos en diferentes escenarios climáticos, porque aportarán información de la respuesta de las comunidades biológicas a cambios en los patrones climáticos clásicos o regulares.