Análisis del Observatorio Regional de Salud Digital CRT Biobío determinó que sólo 11 comunas incluyen capacitaciones en un área cuyo desarrollo es liderado por localidades rurales versus grandes urbes.
“¿Capacitamos a nuestros profesionales clínicos en telesalud para afrontar los nuevos desafíos tecnológicos?”, fue la pregunta clave que se plantearon en el Observatorio Regional de Salud Digital CRT Biobío e impulsó a buscar su respuesta mediante un exhaustivo análisis que detectó que a nivel local hay una importante brecha de recursos humanos con competencias, sobre todo en el sistema público que es donde se atiende el 80% de la población en Chile.
Es el resultado de revisar planes de salud comunal de la Región del Biobío y que reveló que en la mayoría de las comunas aún no han incorporado capacitaciones en telesalud, pese al creciente papel e impactos sociosanitarios de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) para facilitar la atención en salud y promover la eficiencia del sistema y del bienestar de las personas, en el contexto de una sociedad que se desenvuelve masivamente en un mundo digital.
Para desarrollar la investigación se solicitaron los planes de salud comunal del Biobío a través de la Ley de Transparencia de la Función Pública y de Acceso a la Información de la Administración del Estado, recibiendo un total de 28 documentos de 2023.
“En los planes se identificaron las temáticas de telesalud y telemedicina ofertadas en las capacitaciones. Y se observó que únicamente 11 comunas incluyen capacitaciones en telesalud o temáticas afines”, afirma Marcela Hechenleitner, investigadora del Observatorio de Salud Digital CRT Biobío y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc).
Y lo que se develó es que es una materia donde las comunas rurales tienen liderazgo sobre las grandes urbes regionales.
Es que destacan Los Ángeles y Santa Bárbara como las que presentan mayor número de capacitaciones en temas de telesalud y telemedicina, respectivamente, con 22% y 15 % del total de sus capacitaciones.
Además, Arauco y Tucapel incluyen temáticas orientadas a promover el uso de la telesalud a través del coaching como herramienta para producir el cambio dentro de los equipos.
También está incorporada la gestión de las TIC en los planes de salud comunal, a través de la que se busca contribuir a la modernización del sistema de salud local.
“Es notable cómo las comunas rurales, al incluir la telesalud, se encaminan hacia el desarrollo de un modelo de atención de salud digital sostenible, que fortalezca la entrega de servicios de calidad y seguridad a los usuarios. Un ejemplo claro de ello es la declaración de la comuna de San Rosendo, que ha adoptado esta visión y se esfuerza por impulsar la telesalud en beneficio de su comunidad”, manifiesta Jacqueline Ibarra, académica de la Facultad de Medicina Ucsc e investigadora del Observatorio de Salud Digital CRT Biobío.
Un escenario en el que la conclusión de la investigación es que la cantidad de comunas regionales que han incluido capacitaciones en telesalud y telemedicina en sus planes resulta insuficiente, dado los diversos beneficios que la modalidad ofrece.
Descongestionar servicios, reducir costos asociados a aspectos como traslados, acortar listas de espera, ahorrar tiempo, y evitar riesgos de exposición a adversas condiciones ambientales y patógenos son algunos impactos comprobados en distintos estudios y experiencias.
Es así que su incorporación en el sistema sanitario es tan ventajosa como necesaria. Pero, sobre la base de una efectiva ejecución que requiere de infraestructura tecnológica adecuada, pero siempre está en manos de personas, y por ello debe haber cantidad suficiente de recurso humano capacitado.
“Se considera importante tener capacitaciones en telesalud y telemedicina para poder formar a los profesionales y que ellos puedan brindar una atención remota basada en conocimientos clínicos, tecnológicos, éticos y estándares mínimos que aseguren la calidad del servicio en esta nueva modalidad”, sostiene la investigadora Marcela Hechenleitner.
Algo dispar en el contexto regional, ahí la alarma que enciende este trabajo desde donde impulsar cruciales cambios en pos de la salud, calidad de vida y bienestar de la sociedad local.
Comprender el estado de incorporación de las TIC y nivel de capacidades tecnológicas-digitales de profesionales clínicos que trabajan en servicios de la región se concibió como un paso crucial para avanzar en el desafío por el que surgió y trabaja el Centro Regional de Telemedicina y Telesalud (CRT) del Biobío al que pertenece el Observatorio de Salud Digital: impactar sobre el bienestar social y el desarrollo local desde la transformación digital en salud.
CRT Biobío es un pionero proyecto financiado por el Gobierno Regional del Biobío a través del Fondo de Innovación para la Competitividad FIC-R de 2021, que en 2022 inició su ejecución que termina su plazo este 2024 bajo el liderazgo de la Universidad de Concepción (UdeC) mediante la Unidad de Telemedicina donde está físicamente el Centro, el primero en su tipo inaugurado en Chile, en colaboración con la Facultad de Medicina Ucsc que está a cargo del Observatorio de Salud Digital.
La investigadora Marcela Hechenleitner explica que, concretamente, CRT Biobío tiene como objetivo contribuir a mejorar el acceso, cobertura y oportunidad a una atención especializada para la población, propiciándolo a través de la implementación de estrategias de telemedicina y telesalud junto con fortalecer las capacidades locales instaladas. Desde allí se pueden demostrar los beneficios de las modalidades e impulsar su incorporación y avance dentro del sistema.
Y como parte de las acciones “el Observatorio de Salud Digital tiene como tarea recopilar, analizar y disponibilizar información válida en materias de telesalud y salud digital, que permita apoyar en la toma de decisiones a prestadores de salud de la región y del país”, precisa.
Y por su rol dentro del sistema se concibió como un primer paso vital identificar nivel y brechas de conocimientos y habilidades en telesalud y telemedicina en profesionales del área de atención en salud de la Región del Biobío, materializado con el análisis a los planes de salud comunales como primera tarea del Observatorio.
Porque las capacidades necesarias son tanto de infraestructura y tecnología como de recurso humano, y para potenciarlas hay que reconocer fortalezas, desafíos y necesidades. Entonces, un punto crítico desde el que empezar para diseñar o proponer acciones es saber el nivel de formación y preparación que posee el personal de salud, como también la oferta de capacitación, según expone la académica Ucsc.
Y el análisis ha ofrecido un primer diagnóstico e información que permite “aportar a los procesos formativos del CRT para la definición de estrategias y temáticas para otorgar una formación de acuerdo con las necesidades locales”.
En y desde Biobío se pueden impulsar objetivos cada vez más cruciales en el mundo, de la mano de los variados beneficios que ofrece la telesalud cuando está bien aplicada como modalidad de atención a distancia usando sistemas virtuales, herramientas tecnológicas y plataformas digitales en formatos asincrónicos o sincrónicos.
Al respecto, asegura Hechenleitner, “es evidente la importancia del uso de TIC desde comienzos de la pandemia por Covid-19 y posterior a este período se transformó en una línea estratégica en salud, que pretende ser potenciada incorporando nuevas prestaciones en esta modalidad”. Y también que “requiere de profesionales capacitados y actualizados para poder brindar una atención de calidad a distancia”.
Como modelo de atención es claramente distinto al tradicional presencial y la telesalud está en constante evolución como también lo está el mundo de las TIC que se desarrollan a velocidades vertiginosas, ofreciendo dispositivos y/o funcionalidades cada vez más innovadoras y revolucionarias, que precisan de formación permanente para conocerlas y usarlas bien.
Lo contrario puede traducirse en problemas y riesgos de distinta gravedad: “la falta de capacitación en telesalud puede tener un impacto negativo en la eficacia de los servicios de salud, en la toma de decisiones clínicas, en la implementación de políticas de salud pública, y en la investigación académica en el área de la telesalud y telemedicina”, advierte.
En pos del avance en el plan de trabajo y objetivos del CRT Biobío existen más aristas sobre las que responder preguntas y generar evidencias que nutran mejores estrategias y/o propuestas relevantes para la toma de decisiones en distintos niveles e instituciones.
La académica releva como necesario saber si está presente y de qué forma se incorporan temas de telesalud y telemedicina en la formación de futuros profesionales de la salud, y conocer el perfil de conocimientos y habilidades de estudiantes. Estas evidencias son relevantes para aportar lineamientos que mejoren el currículo académico en el área.
También se necesita saber el nivel de conocimiento sobre telesalud en usuarios y qué tan dispuestos están de usar la modalidad como alternativa viable ante distintos casos.
Para todos sus objetivos el CRT implementa acciones como capacitaciones formales a profesionales de la salud y acompañamiento para alfabetizar a usuarios para que hagan buen uso de la telesalud, además de la investigación a través del Observatorio.