Científica UdeC participó en pionero estudio sobre reconstrucción de la variación climática en la Patagonia

18 de Mayo 2024 | Publicado por: Diario Concepción - Natalia Quiero
Fotografía: Cedida

Carina Lange, investigadora del Departamento de Oceanografía y del COPAS Coastal, fue parte de un equipo internacional que realizó una campaña a bordo de un buque científico japonés.

“Un registro marino de los cambios en el casquete Patagónico durante los últimos 140.000 años” es el título de un artículo publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, editada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, y que expone los resultados de un proyecto de investigación del que participa la doctora Carina Lange, académica del Departamento de Oceanografía e investigadora del Centro de Investigación Oceanográfica COPAS Coastal de la Universidad de Concepción (UdeC).

La investigación

El estudio fue desarrollado por un grupo internacional de investigadores de Alemania, Japón, Estados Unidos y Reino Unido, y se basa en el análisis de biomarcadores preservados en sedimentos para reconstruir las variaciones climáticas que vivió la costa oeste de la Patagonia central durante ese periodo.


Hasta ahora este registro era incompleto y basado en comparaciones con estudios similares hechos en otros puntos del planeta.

Ahí la relevancia de los aportes de esta investigación, porque permite sostener que las variaciones climáticas en el hemisferio sur han ocurrido en forma casi simultánea, al menos para el tiempo señalado, que incluye desde la penúltima glaciación.


“Los sedimentos marinos ofrecen una continuidad en el registro que uno muchas veces no encuentra en el continente”, manifiesta al respecto la doctora Carina Lange.

“En esta investigación lo que se quería ver era cómo había variado el aporte terrígeno (sedimentos de origen continental y agua de derretimiento) transportado por el gran casquete de hielo que cubría toda la Patagonia. Para su lado este, en Argentina, hay muy buenos modelos que permiten delimitarlo, pero en el oeste no está claro hasta dónde se extendía”, profundiza.


El casquete al que se refiere la investigadora, denominado Manto de Hielo Patagónico, durante el último máximo glacial, hace unos 20 mil años, alcanzó una extensión donde cubrió todos los Andes Patagónicos y llegaba más al sur del Paso Drake. Hoy, de ese manto, solamente quedan tres remanentes: el Campo de Hielo Norte, el Campo de Hielo Sur y la Cordillera de Darwin.

Eso sí, aun cuando maravillan a los visitantes por su extensión, representan apenas un 4% de la extensión total del Manto de Hielo Patagónico en su máxima extensión.


“Lo que se vio es que hubo momentos dentro de estos 140 mil años en que este gran casquete avanzó hacia el Pacífico liberando material terrígeno en mucha mayor proporción que lo observado durante los últimos 11.000 años”, expone la doctora Lange. Estos tiempos de mayor aporte coinciden con épocas frías, lluviosas y con vientos intensos.

Proceso de trabajo


Los datos fueron obtenidos en una campaña hecha a bordo del buque científico RV Mirai, a cargo de la Agencia Japonesa para Ciencia y Tecnología Marítimo-Terrestres, que se desarrolló en enero de 2019 en el sur del país.

La nave, cuyo nombre significa futuro en japonés, tiene 129 metros de eslora, un tamaño que le permite transportar equipamiento de punta junto con gran capacidad de personal científico y técnico.


Para el análisis de sedimentos, se penetra el fondo marino con un sacatestigos de pistón; que es un tubo hueco de metal de varios metros de largo en cuyo interior se encuentra un tubo de PVC que alojará el sedimento extraído. Dicho tubo con el sedimento, se corta a lo largo en dos mitades, se abre y se describen y sub-muestrean las capas sedimentarias que lo componen.

Lange explica que “este buque puso a disposición recursos que Chile no tiene, y que permiten hacer sondajes con la profundidad que se requiere”.


El análisis complementa los registros climáticos obtenidos desde fuentes terrestres y otras fuentes marinas, y provee evidencia sobre la sensibilidad de los campos de hielo patagónicos a las variaciones climáticas, incluyendo las hoy en curso.