Intoxicación por hongos: recolectores y consumidores deben extremar precauciones

Llaman a colectar especies conocidas, no consumir productos de origen incierto y consultar inmediato ante una síntomas y/o ingesta sospechosa.

El reciente caso de intoxicación por hongos que afectó a una familia en Lumaco, Región de la Araucanía, pone de relieve los peligros asociados con la recolección y consumo de estos organismos en Chile.

Una de las cuatro personas afectadas falleció producto de la situación, lo que ha instado a expertos de la Universidad de Concepción (UdeC) a abordar y concienciar los riesgos asociados a ingerir hongos sin el conocimiento ni precauciones necesarias y de importancia vital.

El problema

La raíz crítica es confundir especies fúngicas aptas para el consumo con las tóxicas como Amanita gemmata y Amanita phalloides que gatilló el reciente accidente, advirtió el doctor Götz Palfner, académico del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas.

“El problema que explicaría por qué la mayor parte de los casos graves de intoxicación se dan en zonas rurales es que estas especies tóxicas no existían hace 50 años. Ambas no son nativas de Chile, llegaron con las plantaciones de pino al país hace relativamente poco tiempo. La gente no está acostumbrada a verlas y distinguirlas de las especies comestibles que durante generaciones siempre han recolectado”, afirmó el experto en diversidad, distribución, ecología, conservación y aplicaciones de hongos.

Y relevó que ambas especies son fáciles de identificar para quienes tienen información apropiada. Por ello instó a que entes estatales que estén en contacto con las comunidades refuercen las campañas de educación en terreno, especialmente en tiempos de recolección (abril a julio).

Cuadros

En síntomas comunes de intoxicación por hongos, tanto el doctor Palfner como la doctora Marta Mac Vicar, gastroenteróloga y académica de la Facultad de Medicina, advirtieron un periodo engañoso de mejoría de personas afectadas por la toxina á-amanitina una vez superan los vómitos y diarrea que caracterizan estos incidentes entre las 6 y 36 horas tras la ingestión.

“Entre las 24 y 48 horas se produce un período engañosamente tranquilizador, en el que hay una mejoría de los síntomas clínicos, pero durante el cual el daño hepatorrenal se establece progresivamente. En pacientes con intoxicación severa esta fase puede estar ausente”, afirmó la especialista.

La fase asintomática podría llevar a a omitir la atención médica, lo que es un error porque Götz Palfner expuso que la toxina de la especie sigue provocando deterioro del hígado que puede durar de 24 a 48 horas e incluso más sin síntomas.

Luego, entre 48 y 72 horas, la gastroenteróloga menciona una fase de afectación visceral, comprometiendo hígado y riñones: “se presentan signos de hepatitis aguda que progresa con alteración de la coagulación con o sin encefalopatía hepática (compromiso de consciencia que va desde un pensamiento más lento con disminución de la capacidad de atención al coma), también puede haber ictericia (coloración amarillenta de piel y escleras) y signos de falla renal (disminución o ausencia de diuresis)”.

Agregó que desde el quinto día se podrían apreciar signos de recuperación en casos favorables, pero en los graves puede haber progresión de la falla multiorgánica que conduce a la muerte. Y precisó que “se produce en promedio al sexto día”.

Medidas de seguridad

El desconocimiento junto a malas prácticas de recolección son para Götz Palfner factores que incrementan el riesgo de intoxicación por consumo de hongos silvestres.

“Puede haber personas que recolectan de forma indiscriminada, incluso sin conocer las especies. Por un lado se podrían dar estas situaciones por tradición y conocimiento familiar, el que en algunos casos no incluye la presencia de esta especie tóxica, o puede ser también por recolección sin mucho conocimiento de los hongos a través de una recolección indiscriminada”, dijo.

Por ello, recomendó que quienes deseen recolectar hongos solo lo hagan con especies que conocen completamente, y nunca aceptar hongos recolectados por otros o evitar la preparación de hongos de origen desconocido.

Si la ingesta se produjo la consulta tardía impide el éxito de la terapia que incluye varias estrategias.

“El tratamiento debe realizarse precozmente ante la sospecha de ingesta de hongos tóxicos. Esto disminuye el riesgo de progresión a enfermedad grave. El objetivo es evitar la absorción de las toxinas y aumentar su eliminación, además de entregar el soporte necesario para el manejo de las complicaciones asociadas a la falla renal y hepática en caso de estar presentes”, concluyó la gastroenteróloga.