Conflictos, ofensas o acoso en línea han afectado al menos a 18% de la población encuestada, según reciente estudio de un Núcleo Milenio que incluyó a la Región del Biobío.
El 18% de las personas ha experimentado algún tipo de acoso, conflicto o violencia digital; y al observar con particular atención al grupo etario de 14 a 30 años y disgregar entre distintas problemáticas se reconoce que 14% ha tenido un conflicto con otra persona, 11% ha sido objeto de ofensas, 8% ha recibido trato violento, y 8% ha sido víctima de acoso en línea.
Y Facebook, Whatsapp e Instagram son las redes sociales que más frecuentemente se asocian a la violencia digital, que como fenómeno está muy influenciada por factores como ideas políticas, género y lugar de residencia.
Son los resultados recientemente obtenidos desde un estudio del Núcleo Milenio en Desigualdades y Oportunidades Digitales (Nudos), alojado por distintas instituciones académicas chilenas entre las que está la Universidad de Concepción (UdeC), para lo que se encuestó a habitantes de algunas regiones como Biobío para ahondar en la realidad nacional en torno al desenvolvimiento en espacios digitales, expuso Teresa Correa, directora alterna del Nudos y encargada de la encuesta.
Y precisó que fueron 1.200 las personas de distintas edades y habitantes de sectores tanto urbanos como rurales a quienes se entrevistó para proveer datos representativos del país.
“Es muy importante analizar fenómenos como la violencia, el acoso o los conflictos en entornos digitales, dado la cantidad de tiempo y lo enraizado que está la vida online y digital en las personas. Tu vida digital, tu identidad, te acompaña en todo momento y puede afectar significativamente la salud mental”, manifestó la experta en comunicaciones como la preocupación que impulsó a desarrollar el estudio.
Es que es tan masivo y cotidiano el uso de las plataformas digitales, como diversas e importantes las potenciales implicancias en la vida offline de lo que ocurre en la vida online que inicia precozmente. De hecho, la última Radiografía Digital de Niños, Niñas y Adolescentes de Chile, elaborada por ClaroVTR, reveló que en las regiones de Ñuble y Biobío el 30% usa el smartphone por primera vez antes de los 5 años, y transversalmente Whatsapp quedó como una de las aplicaciones más usadas.
En este contexto, los hallazgos del trabajo del Nudos proveen evidencias para dar una mirada realista a la violencia digital y promover estrategias apropiadas para abordar integralmente las problemáticas, sobre todo desde enfoques de educación para prevenir o minimizar riesgos e impactos.
Y como primer aspecto la investigadora relevó que el mundo digital, que evoluciona vertiginosamente en tecnologías disponibles como masividad, ha construido un nuevo espacio para desenvolverse y expresarse que se suma al real. Así, las situaciones de conflicto, acoso y/o violencia se manifiestan y resuelven tanto en línea como cara a cara, la única vía hace años. Es decir “en la era digital el alcance es constante”, afirmó.
Aunque planteó que “no podemos sobredimensionar que todas las personas han tenido acoso o violencia digital, porque no es así”, sobre lo que advirtió que “a veces hay narrativas o ideas de que es mucho más preponderante de lo que realmente es”.
A la luz de sus resultados, Teresa Correa aclaró que 1 de cada 5 personas ha experimentado acoso, conflicto o violencia digital. Una cifra que, enfatizó, no se debe minimizar, porque estas situaciones en el espacio virtual pueden causar tanto daño como si ocurren en el físico, pero deben tomarse como alerta para generar acciones que contribuyan a que no aumente e idealmente baje en pos del bienestar integral de la población.
Escenario desde el que destacó la importancia de tener cifras cuyo análisis permite dimensionar la magnitud del problema y estar midiendo de forma constante con instrumentos confiables para saber si las tendencias se mantienen o cambian y, entonces, saber si las acciones van en el camino correcto o se deben ajustar.
Y aseveró que el especial interés en la preocupación y acción debe estar en “los grupos más jóvenes, porque están mucho más digitalizados que los mayores, y pueden exponerse más a este tipo de violencia de manera digital”.
Los datos sobre violencia en línea provienen del “Estudio de Inclusión Digital 2023” que realizó el Nudos con financiamiento de un proyecto Fondecyt y la Iniciativa Científica Milenio.
Teresa Correa explicó que “es una encuesta sobre accesos y usos de tecnologías digitales en Chile”. En ese horizonte es que indagó en distintas aristas vinculadas al desenvolvimiento en dichos espacios mediante entrevistas cara a cara que se aplicaron en el segundo semestre de 2023 y cuyas respuestas se han analizado en los primeros meses de 2024.