“Filo con la Profe” se titula la iniciativa liderada desde la Ucsc, disponible online y que acaba de lanzar su segunda temporada.
Con respuestas precisas de la mano de ejemplos cotidianos sobre diversos fenómenos es que la serie web “Filo con la Profe”, con dos temporadas disponibles, busca acercar la ciencia y el conocimiento para demostrar que siempre está presente y facilitar su comprensión en escolares para contribuir con la educación desde la capital penquista.
El proyecto es liderado por las académicas Elizabeth González y Valentina Medina de la Facultad de Ciencias junto a Victor Neira de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), que a través del diálogo entre dos personajes animados aborda temas relacionados con la química mediante un lenguaje cercano y un formato lúdico para ofrecer un recurso pedagógico para complementar los procesos de enseñanza-aprendizaje acorde al currículo escolar chileno.
Para ello es que los distintos capítulos de la iniciativa, que recientemente lanzó su segundo ciclo y cuenta con derechos de autor, están disponibles desde la plataforma gratuita Youtube para masificar su acceso e impacto. Y también se exhibirán en más de 10 establecimientos de la Región del Biobío.
Elizabeth González, jefa de carrera de Química Ambiental Ucsc, cuenta que la serie nació hace un par de años con foco en estudiantes universitarios tras evidenciar la dificultad de enseñar la ciencia y áreas específicas de la química por percibirse por muchos estudiantes como abstracta, distante y abrumadora, presentando desafíos para su comprensión.
Entonces, se crearon distintos capítulos acorde a las inquietudes más frecuentes vistas en aula, para luego publicarse online para que sus estudiantes accedieran. “Y nos sorprendió descubrir que el material también fue revisado por estudiantes de diferentes niveles educativos”, afirma.
“Además, durante la presentación de la primera serie a escolares en pasantía de la Universidad, recibimos un feedback muy positivo: muchos manifestaron que temas que no habían comprendido en horas de clases los habían logrado entender en apenas media hora”, relata.
Esos resultados motivaron a generar una segunda temporada para continuar ofreciendo contenido educativo a estudiantes de diversas edades y procedencias. En la nueva edición se puso un foco relevante en estudiantes de séptimo básico a tercero medio y para su mejor desarrollo se generó un convenio con profesores de ciencia de distintos colegios que expusieron los temas que necesitaban reforzar, lo que fue un insumo básico para diseñar cada episodio.
“Nos hemos centrado en distintas áreas de la química, particularmente en la orgánica. Reconocemos que esta rama de desempeña un papel crucial en numerosos aspectos de nuestras vidas, desde la medicina hasta los materiales de construcción, y creemos que comprender sus principios fundamentales es esencial para la formación integral de los estudiantes”, destaca la académica.
El proyecto, financiado con recursos internos, también considera un juego de cartas sobre conceptos de ciencia con el objetivo de que ambas iniciativas se complementen.
Valentina Medina, profesora del Departamento de Química Ucsc, explica que el principal desafío, tanto para crear la serie como en las propias clases, es llevar los contenidos a lenguajes simples y cercanos. Es que en su transformación de lo técnico y especializado a lo coloquial no se puede perder rigurosidad ni dejar vacíos de información. Pero, ahí también está el gran logro, valor e impacto de la iniciativa y otras similares.
“A veces la química suele ser abstracta, al plasmarlo en un proyecto audiovisual es mucho más sencillo para que el estudiante internalice ese conocimiento”, asegura.
Es que la convicción que guía al equipo y lo demostró la exitosa recepción inicial es que la ciencia y distintos saberes son realmente atractivos y accesibles para su integración como aprendizaje y conocimiento si se presentan de manera adecuada. Y para ello deben ser claros y contextualizados en la propia realidad, lo que se materializa al mostrar que la ciencia en general y la química en particular está presente en el entorno que rodea.