Ciencia y Sociedad

Alza de la insuficiencia renal: impacto letal que hoy tienen los estilos de vida

Diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo y uso indiscriminado de fármacos son factores de riesgo de la patología que cada día afecta a más personas, y se pueden reducir o evitar la educación y consciencia como base.

Por: Natalia Quiero 16 de Marzo 2024
Fotografía: CC

La última Encuesta Nacional de Salud (ENS) reveló que más del 12% de la población padece diabetes y que la prevalencia de hipertensión arterial supera el 27%. Son cifras que reflejan un incremento de ambas enfermedades crónicas no transmisibles, de relación directa con los estilos de vida y asociadas al desarrollo otras afecciones por el deterioro orgánico de su progreso.

Es el caso de los riñones con sus vitales funciones. Es que así que el aumento de personas diabéticas e hipertensas permite explicar la mayor incidencia de la compleja enfermedad o insuficiencia renal que se ve a través de los años, advirtió la doctora Alicia Fernández, nefróloga de Clínica Biobío, porque afirmó que “diabetes e hipertensión son sus principales factores de riesgo”.

Otros importantes factores de riesgo de esta patología son obesidad y tabaquismo, también con alta prevalencia, junto con el uso inadecuado de fármacos como son los de venta libre y que se utilizan de forma automedicada e indiscriminadamente.

En efecto, va empeorando la situación como problema de salud pública, por la urgente necesidad de abordaje y grandes impactos de la grave afección a los riñones que puede darse en forma aguda, pero principalmente es crónica y en gran parte de los casos se detecta en fases avanzadas.

Ante ese contexto se hace crucial avanzar en educación y concientización a la población para promover la salud renal y prevenir patologías o diagnosticar precozmente, siendo los esenciales retos por los que cada segundo jueves de marzo se conmemora el Día Internacional del Riñón.

Problema de salud pública

Según datos de la Sociedad Chilena de Nefrología (Sochinefro), más del 15% de los mayores de 40 años vive con enfermedad renal crónica (ERC) y es parte del Auge-GES que destina el 20% de su presupuesto a financiar el vital tratamiento que se requiere en las etapas avanzadas para abordar sus más graves consecuencias.

Las manifestaciones de insuficiencia renal tienen que ver con la función de los vitales riñones que son “controlar el equilibrio del agua en el organismo, además de eliminar sustancias importantes aportadas por la alimentación y por el metabolismo”, precisó la doctora Fernández. Y los síntomas se expresan según la etapa de una enfermedad que en sus inicios puede pasar desapercibida.

Al respecto contó que “los pacientes con insuficiencia renal pueden sufrir sobrecarga de volumen al no poder eliminarse adecuadamente el agua, que se manifiesta por edema de extremidades y en su grado más avanzado dificultad para respirar”. Además, “puede haber compromiso del estado general, anemia, decaimiento, anorexia, náuseas, vómitos y compromiso del sensorio en estados avanzados. Esto es producto de que no se eliminan adecuadamente las toxinas generadas en el organismo”, resaltó.

“Si esta patología progresa, si no se controla adecuadamente y no se manejan los factores de riesgo, el riñón pierde definitivamente su función. Y los pacientes tienen que llegar a una terapia de sustitución renal como son la diálisis en sus distintas formas y el trasplante renal, provocando mayor morbilidad y mortalidad en la población”, advirtió la nefróloga.

Existe la diálisis peritoneal y la hemodiálisis, las que se deben realizar frecuentemente. Según la Sochinefro la Región del Biobío es la tercera con mayor cantidad de personas bajo hemodiálisis, más de 2 mil, siendo superada por la Metropolitana y la de Valparaíso.

En el caso del trasplante renal, en Chile se hacen más de 300 procedimientos, pero son cientos más las personas en lista de espera al estar la falta de donantes como principal limitante.

Hábitos que protegen

Todo lo expuesto demuestra que lo más costo-efectivo para la salud pública y el ideal para resguardar el propio bienestar es promover estilos de vida saludable, idealmente desde etapas tempranas, aunque nunca es tarde para generar cambios que siempre traerán beneficios. Estos apuntan a reducir o evitar factores de riesgo modificables y tiene impacto integral en la protección y prevención de varias afecciones como obesidad, diabetes, hipertensión y daño renal. También son clave en su control.

La nefróloga Alicia Fernández enfatizó que se debe mantener una dieta variada y equilibrada, donde deben protagonizar los alimentos naturales y comidas caseras en porciones adecuadas, limitando la ingesta de sal. También hay que mantener al organismo hidratado, idealmente con agua natural, o bien con infusiones sin azúcar añadida.

Además hay que realizar actividad física de forma regular y relevó lo vital de evitar usar medicamentos que no están debidamente indicados por un profesional de la salud.

“En personas con enfermedad renal se recomienda favorecer la actividad física, cuidar sus patologías de base como hipertensión y diabetes, y tomar los medicaciones como corresponde”, cerró.

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