Una cabina de vigilancia de hormigón impreso es el gran avance que se dio en Concepción para Chile y el mundo.
La Universidad del Bío-Bío (UBB), en su campus Concepción, completó recientemente la primera construcción impresa 3D realizada en Chile y en el cono sur de Latinoamérica.
El hito se concretó al levantar una pequeña cabina de vigilancia, luego de elaborar una mezcla optimizada para impresión con materiales locales y generar elementos constructivos con un robot industrial, el brazo robótico de 2,5 metros llamado “Kuka KR120”. Así se pone a prueba la nueva tecnología de fabricación aditiva que promete revolucionar al mundo de la construcción y se transforma en un paso sustancial en los avances conseguidos desde la UBB en este ámbito, que desde 2018 impulsa un área que ahora amplía su alcance con la implementación de la más avanzada impresora industrial 3D de gran escala de Latinoamérica, la que permite realizar casas completas en cuestión de horas.
El desarrollo se ha dado al alero del Centro de Investigación en Tecnologías de la Construcción (Citec) de la mano del Grupo de Manufactura Aditiva para la Construcción (MACO-UBB), y fue posible materializar con los aportes de distintos fondos públicos y también la colaboración de empresas.
El equipo de investigadores lo integran Claudia Muñoz, Rodrigo García, Eric Forcael, Alexander Opazo, Pablo Banda, Patricio Carrasco, Ginnia Moroni, Javier Sepúlveda, Aracely Rocha, Fernando Pedreros y Paula Ulloa. También colaboran los profesionales Adrián Vargas, Cristian Rodríguez, Joaquín Infante, Sebastián Jiménez, Nicolás Llao y Kevin Méndez.
El trabajo del grupo permitió fabricar la cabina de vigilancia de 4 metros cuadrados, caracterizada por sus muros de más de 2 metros de altura de hormigón impreso en 3D que se tardaron cerca de 40 minutos en ser realizados cada uno. Además, se integraron ventanas, sellos, refuerzos, techumbres, revestimientos de terminación y aislación térmica que permiten cumplir las condiciones de calidad y habitabilidad. También se experimentó con formas curvas de mayor estabilidad estructural, superficies texturadas para la disipación térmica y acústica, y mayor expresión arquitectónica.
Según explicaron los doctores Claudia Muñoz y Rodrigo García, líderes de un proyecto Fondequip en curso que permitió adquirir la pionera impresora industrial 3D, esta tecnología con su revolución e impacto para la construcción es que optimiza el uso del tiempo y recursos en relación a una ejecución normal, lo que reduce costos y también la generación de residuos y huella ambiental de los procesos. Es así que aporta mayor ecoeficiencia y sustentabilidad, pero con productos de alta calidad y durables.