Al alero de la carrera de Química Ambiental Ucsc se realizó la evaluación a diversos parámetros del espacio de Talcahuano, donde se albergan relictos de bosque nativo costero y patrimoniales, de cara a su desarrollo y conservación.
La primera línea de base sobre las matrices ambientales del Parque Tumbes en Talcahuano se presentó recientemente como resultado de una evaluación desarrollada al alero de la carrera de Química Ambiental de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc).
Elizabeth González, jefa de carrera de Química Ambiental, expuso que el trabajo surgió en el contexto del Proyecto de Vinculación titulado “Parque Tumbes y UCSC. Oportunidad de promoción y desarrollo de un espacio natural en beneficio de la comunidad universitaria y la comuna de Talcahuano” establecido entre la Facultad de Ciencias Ucsc con el municipio de la comuna puerto a través de su Departamento del Medioambiente, que solicitó el estudio del área que alberga invaluable patrimonio natural y cultural, con uno de los últimos relictos de bosque nativo esclerófilo costero de la Región del Biobío.
En específico, se trató de una caracterización fisicoquímica y microbiológica de agua y suelo del Parque Tumbes que permitió construir el primer informe sobre su estado ambiental, que se presentó recientemente a la comunidad local.
Para analizar la diversidad de parámetros que permitieran obtener un panorama integral, explicó, se coordinaron actividades curriculares de las asignaturas Química de suelos, Química de Aguas y Microbiología, para que las desplegaran durante el segundo semestre sus estudiantes en el marco de la implementación de la metodología Aprendizaje y Servicio (A+S). En este sentido, la participación de las juntas de vecinos de Villa Centinela, Los Copihues y Mirador del Pacífico fue relevante para el desarrollo exitoso del trabajo.
Francisca Valenzuela, docente a cargo de Química de Aguas, cuenta que se analizó el agua de un riachuelo, un cuerpo agua estancada en el sector y un afloramiento de napas subterráneas. Allí se midieron variables como temperatura, oxígeno disuelto, sólidos totales, conductividad y turbidez, que se compararon con los valores asignados por la Norma Chilena 1333 que rige la calidad de los cuerpos de agua naturales.
“Todos los parámetros medidos estaban dentro de la norma, a excepción de la turbidez, donde se necesitan mayores análisis. Pero, en general tenemos cuerpos de agua saludables dentro del Parque Tumbes”, afirma.
En el sector existen bosques esclerófilos y de pinares, y a los suelos de ambos y a tres profundidades se tomaron muestras para analizar distintos parámetros, tener perfiles completos y determinar si existían diferencias significativas.
“En general, ambos bosques tienen un suelo bastante sano, con alto contenido de materia orgánica, lo que ayuda a la retención de agua y crecimiento de las plantas. Lo que se encontraba fuera de rango fue el pH, el cual fue más ácidos de lo normal. Esto podría afectar al crecimiento de las plantas, ya que se relaciona con la disposición de los nutrientes”, explicó el docente Emerson Rivera, encargado de Química de Suelos.
Sobre a la Microbiología, la profesora Carolina Quezada contó que analizó las mismas muestras de los otros cursos y añadió sitios como agua de la desembocadura o suelos de napas subterráneas. “Se encontró alta presencia de bacterias coliformes y un porcentaje superior al 25% de resistencia de antibióticos”, advirtió.
Los coliformes se asocian a la presencia de organismos que están en el intestino de humanos y otros animales, de ahí el que sean indicador de contaminación, según aclara la profesional.
La académica Elizabeth González resaltó que las mediciones que se realizaron permiten tener una mirada completa del estado ambiental, determinando si existe algún riesgo.
Y si bien en general los resultados se pueden asumir como positivos, como un espacio más bien sano, deberían preocupar la presencia de coliformes y de resistencia antibiótica, aseveró. Y es que son claros índices de contaminación ambiental y así dan cuenta de una alta intervención humana en el sector, advirtió.
Ahí la importancia de que los resultados se conozcan e impulsen acciones, sobre todo considerando que la cercanía a un entorno urbano y la constante presencia de personas son factores de riesgo para interferir con la biodiversidad, planteó González.
Al respecto, destacó que ideal sería continuar un monitoreo ambiental periódico, utilizando esta línea de base para ir comparando. También hay que seguir estrechando el lazo y educación a la comunidad para que conozcan y cuiden su entorno.
“El Parque Tumbes es un lugar que por su diversidad y riqueza debe ser protegido: posee foresta nativa con boldo, peumo, maqui y olivillo; fauna marina con lobo marino, chungungo y el pingüino de Humboldt; y el fuerte O´Higgins construido durante el siglo XIX para la guerra de la independencia”, manifestó.
En este horizonte, se proyecta continuar la vinculación para realizar más trabajos que permitan la conservación del Parque Tumbes y contribuyan el bienestar de la comunidad.