Exposición al Sol, calor y largas esperas pueden gatillar quemaduras, deshidratación, hipoglicemia y descompensaciones, que pueden tener distinta gravedad según la condición individual. La protección de los rayos UV, hidratación constante y comer bien son clave para minimizar probabilidad de presentación.
Deshidratación, quemaduras e hipoglucemias o bajas de azúcar son los principales riesgos que podrían afectar las personas ante situaciones que implican una exposición prolongada a la radiación solar y largas esperas, con mayor razón cuando hay carencias en el autocuidado.
Son condiciones que se pueden dar durante este domingo 17 de diciembre, cuando se desarrollará un nuevo Plebiscito Constitucional para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución y cuyo voto es obligatorio. Así, podrían existir periodos de mayor aglomeración de ciudadanos que deberán hacer filas, tanto dentro de los recintos como a la intemperie, sin obviar los trayectos que muchas personas realizarán caminando o en bicicleta hacia sus locales de votación.
Una jornada para la que, con variaciones según situación geográfica de cada localidad, se pronostican cielos mayormente despejados con temperaturas máximas que rondan los 18° para las provincias de Concepción y Arauco y 20° para la del Biobío.
Ante este escenario la médica urgencióloga Aliosha Sáez, jefa de Urgencias de Clínica Biobío, enfatiza en la importancia de prever distintas situaciones probables y tomar precauciones de la mano de sencillas medidas que permitirán evitar o minimizar los riesgos que se vuelven más patentes sin protección a la radiación solar, contextos de altas temperaturas y una alimentación inadecuada.
Y como especialmente vulnerables menciona a niños, personas mayores y embarazadas por las condiciones fisiológicas propias de la etapa del ciclo vital en que se encuentran. Por lo patológico también son más lábiles quienes padecen alguna patología crónica como diabetes e hipertensión. En estos grupos es donde hay que extremar los cuidados.
La primera recomendación de la doctora Sáez es preferir el horario matutino para acudir a votar, idealmente antes de las 11 horas, para así prevenir exponerse durante el periodo en que la radiación solar es más intensa y dañina. “El horario de mayor riesgo es entre el mediodía y las 16:00 a 17:00 horas, que es cuando hay mayor temperatura”, aclara.
Y hay que ocuparse de la protección a los rayos UV, independiente del horario. Lo básico es aplicar productos protectores sobre la piel al menos 30 minutos antes de salir y retocar cada 2 horas como máximo. Además, la vestimenta debe ser con prendas en tonos claros e idealmente telas con tecnologías de protección UV, usar sombrero y anteojos para el sol. Caminar o esperar bajo la sombra también previene exposiciones intensas y peligrosas a la radiación ultravioleta del Sol.
Las deficiencias en hidratación y alimentación también pueden resultar en efectos negativos tanto por exposición al sol y calor como también por esperas que podrían ser largas.
Bernardita Quiroz, nutricionista del citado recinto asistencial, pone el acento en lo crucial de comer bien antes de salir a votar, sobre todo pensando en el desayuno como primera comida del día. Ello significa considerar la variedad y equilibrio en los nutrientes, incluyendo en cantidad adecuada acorde a requerimientos individuales a carbohidratos (preferiblemente complejos), proteínas y grasas saludables.
Además, es vital beber suficiente líquido para mantener al cuerpo hidratado, siendo siempre lo ideal el elegir agua natural o bien infusiones sin azúcar añadida.
En este sentido, para evitar deshidratación e hipoglicemias y descompensaciones durante la jornada, la profesional aconseja “llevar alguna colación rica en carbohidratos como una fruta, una barrita o bolsita de cereales, ya que los carbohidratos son los encargados de darnos energía; además hay que llevar una botella de agua y es sumamente importante nunca esperar a sentir sed e ir hidratándose cada cierto tiempo“.
Condiciones como deshidratación, quemaduras o insolaciones se manifiestan con signos de distinta intensidad según el grado de exposición y a la condición fisiopatológica de la persona, por lo que puede variar la gravedad de las consecuencias, explica la doctora Aliosha Díaz.
“En general los síntomas van desde dolores de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga, dolores musculares hasta incluso compromiso de conciencia o desorientación. También hay riesgos mucho más graves como un colapso cardiovascular”, advierte.
Así habrá quienes puedan recibir un manejo simple de su condición hasta el requerimiento de atención de urgencia por esos cuadros u otras potenciales emergencias que puedan darse.
“Cualquier paciente que durante la votación tenga síntomas como dolor de pecho, dificultad para respirar, sudoración excesiva, compromiso de conciencia o muchos mareos debe acudir a la asistencia médica para una evaluación”, concluye.