Cáncer de páncreas: estilos de vida atentan contra la salud

18 de Noviembre 2023 | Publicado por: Natalia Quiero
Fotografía: CC

El 18 de noviembre es el día mundial contra una patología que va en alza de casos y muertes. Y se sabe que mutaciones genéticas son factor de riesgo para el desarrollo, pero también que la mayoría de los diagnósticos es en personas con tabaquismo y obesidad.

El Observatorio Global del Cáncer (Globocan, por siglas en inglés), plataforma Del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer que integra la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó que en Chile se diagnostican cerca de 1.800 nuevos casos de cáncer de páncreas anuales, ubicándolo como la octava neoplasia más frecuente.

Y las estadísticas que se manejan muestran que su carga de muertes aumentó del 5% al 5,6% entre 2012 y 2018 dentro de todos los tumores, llegando a ocupar el séptimo lugar dentro del ranking de mortalidad por cánceres.

No hay que dejarse engañar por números que en frío parecen pequeños. Son miles de vidas perdidas y afectadas, tanto pacientes oncológicos como sus entornos, por una letal enfermedad cuya incidencia e impacto crecen junto con el paso de los años y los cambios epidemiológicos que van sucediendo a nivel nacional e internacional.

De hecho, el doctor Rodrigo Mansilla, director científico de la Sociedad Interamericana de Endoscopía Digestiva (Sied) e integrante de la filial sur de la Sociedad Chilena de Gastroenterología y de su Club del Páncreas de Chile, advierte que según Globocan se estima que en Estados Unidos el tumor que afecta al páncreas se convierta la segunda causa de muerte por cáncer en 2025 y que no se puede ignorar en nuestro país, sino que sólo hacen proyectar similares tendencias al alza, si se considera que hay una situación epidemiológica similar al norteamericano en cuanto a la gran prevalencia de hábitos nocivos y obesidad, preponderantes factores de riesgo de muchos tipos de cáncer y varias otras enfermedades.

La realidad hace necesario contar con el Día Mundial contra el Cáncer de Páncreas, que se conmemora cada 18 de noviembre, y mostrar este fenómeno de salud pública para evidenciar los retos a superar y contribuir al bienestar de la sociedad chilena es el gran interés que moviliza a los especialistas que forman parte del Club del Páncreas.

Visibilizar para avanzar

Son muchos los desafíos y brechas que rodean al peligroso cáncer que afectan al páncreas, una glándula que se ubica en la zona abdominal y que cumple importantes funciones orgánicas cuya falla puede gatillar patologías como diabetes, como liberar la hormona insulina que permite que al organismo procesar el azúcar de los alimentos o producir sustancias que ayudan a digerirles y absorber nutrientes.

Y uno básico y esencial para avanzar en los diversos frentes para el doctor Mansilla, expresando la convicción del Club del Páncreas, es visibilizar el relevante rol del páncreas y que existe un grave tumor que lo daña con sus primordiales factores de riesgo.

Ello puede ser el pilar para incentivar la responsabilidad y autocuidado en las personas para que integren conductas que permitan promover la salud, prevenir la enfermedad o detectar precozmente para salvar vidas.

Al respecto, afirma que el antecedente familiar es factor de riesgo, porque hay mutaciones genéticas que predisponen al desarrollo del tumor, pero también que son los menos casos. “La gran mayoría de cánceres de páncreas se asocian a estilos de vida nocivos y la combinación que más vemos es obesidad más tabaquismo”, asegura.

Dieta malsana y sedentarismo están directamente relacionados con desarrollo de sobrepeso y obesidad, que afectan a más del 74% de los adultos en Chile según la última Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Salud (Minsal), que cifra en 32,5% a la cantidad de población que fuma.

En este sentido, Mansilla explica que “la obesidad perpetúa un estado de inflamación crónica que propicia que se activen genes que luego activan mutaciones que van producir tumores pancreáticos”.

Y el tabaquismo reduce crónicamente el flujo de oxígeno al páncreas, le llega menos aire puro. Eso va produciendo activación de gases internos como dióxido de carbono o dióxido nitroso, los mismos contaminantes que en la atmósfera se relacionan con el calentamiento global, que están en la glándula pancreática perpetuando su estado de inflamación”, releva.

Lo expuesto alude a alteraciones implicadas en daños que gatillan el desarrollo de varias patologías oncológicas y cardiovasculares, las dos principales causa de muerte en el mundo. Pero, se originan en factores relacionados con los hábitos y decisiones de vida, lo que para el Club del Páncreas es un ámbito vital de impactar con políticas públicas y acciones que permitan educar y concientizar para erradicar al tabaquismo y evitar la obesidad junto con todas sus complicaciones, de cara a promover la salud, reducir las enfermedades e incrementar el bienestar en la sociedad.

Avance silencioso y brechas sanitarias que limitan el acceso al abordaje oportuno

Y aunque la esperanza está en transformar la situación epidemiológica para así cambiar las tendencias y proyecciones en torno al cáncer de páncreas y la salud pública, no se puede obviar que ésta es la realidad en que vive la población y eso genera varios otros desafíos sociosanitarios que se relacionan con la necesidad de educar y concientizar, pero también con impactar al sistema de salud.

Daño sigiloso

El momento de diagnóstico del cáncer de páncreas, como sucede en todos los cánceres y gran parte de las enfermedades, determina el inicio e intensidad del tratamiento y también sus resultados con los pronósticos de sobrevida.

Es así que lo fundamental es la pesquisa para llegar en estados tempranos del tumor, cuando es pequeño y localizado, y no en fases tardías cuando ha avanzado en su tamaño e impacto del daño. Y la pesquisa es posible, en base a exámenes de imagenología, como escáner o resonancia, pero en particular hay una técnica moderna que se llama endosonografía que es muy sensible y permite llegar a tumores precoces y tomar biopsias.

Sin embargo, es frecuente que el cáncer pancreático se diagnostique tardíamente, porque muchas personas consultan a especialista cuando hay síntomas, en que el médico Rodrigo Mansilla releva como primordiales a la ictericia (coloración amarilla de la piel) y dolor abdominal, pero que se asocian al avance del daño que se da de forma silenciosa.

La ubicación de la glándula pancreática nos pone en un problema, porque la mitad se encuentra hacia adentro entre las vísceras abdominales y la espalda, y una pequeña parte que es la cabeza del páncreas está hacia lo anterior en contacto con la vía biliar y el hígado”, aclara en este sentido.

Entonces, cuando el tumor está en zonas internas no da síntomas abdominales y pacientes no sienten dolor o molestias hasta que el tumor crece. Ahí tapa principalmente el conducto biliar y produce ictericia, o va comprometiendo nervios asociados a la glándula”, advierte.

Y cuando se comprometen dichas estructuras “lamentablemente, el tumor sale de la glándula y está en un estado que se llama irresecable”, asevera.

Éste es también un estado que es no operable, lo que es dramático al saber que la cirugía para extirpar completamente al tumor es la terapia que se considera potencialmente curativa del cáncer pancreático.

Igual es lamentable que las evidencias demuestran que entre 80% a 90% de las personas son diagnosticadas en estado irresecable de la neoplasia, por tumores avanzados localmente o porque presentan metástasis.

Investigaciones revelan que tumores localmente avanzados tienen una sobrevida que no supera el año y es menor a 6 meses en metástasis. Incluso, pacientes sometidos a una cirugía exitosa tienen tasas de sobrevida de 5% a 15% a 5 años.

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¿Qué hacer para llegar de manera oportuna al diagnóstico y tratamiento para cambiar el panorama?

Relevar la importancia de acudir a chequeos médicos preventivos.

Es claro que lo deben hacer personas con antecedente familiar o que presenten los factores de riesgo de obesidad y tabaquismo. Además, el doctor Mansilla expone que personas mayores de 60 años que debutan con la diabetes o que la padecen sin obesidad deberían también tener una evaluación dirigida. “Además, desde los 50 años de edad hay que acceder a alguna imagen del páncreas de buena calidad, incluso sea una persona asintomática”, resalta.

Brechas sanitarias

Lo expuesto, no obstante, se limita por brechas de salud pública que urge acortar en Chile.

Desde el Club del Páncreas llaman a masificar el acceso universal a los exámenes modernos de pesquisa, porque la endosonografía no tiene código Fonasa, por ende se puede acceder al procedimiento de forma particular, lo que implica un más alto costo versus otros similares que tienen cobertura por el sistema de copago.

Otro aspecto que advierten es que el sistema GES cubre a 90% de los cánceres, pero no al de páncreas, provocando gran desigualdad en acceso a tratamientos adecuados, oportunos y efectivos.

Quimio y radioterapia son tratamientos tradicionales en los cánceres, además de la potencialmente curativa cirugía de extirpación del tumor pancréatico en este caso.

Y si bien no todos son candidatos a la intervención en términos convencionales, desde los avances científicos y médicos se están abriendo nuevas y esperanzadoras posibilidades. Particularmente, se ha evolucionado en la aplicación de quimioterapia con combinaciones de fármacos para generar terapias que han logrado prolongar la sobrevida de las personas, y también convertir en candidatas a cirugía a personas con tumores localmente avanzados. La evolución y mejores pronósticos también se están dando de la mano del desarrollo y empleo de las terapias dirigidas e inmunoterapias, sobre todo orientadas a quienes presentan mutaciones genéticas que son posibilidades de identificar mediante estudios específicos.

Todo ello refuerza la importancia vital de acortar brechas de cobertura al cubrir el cáncer pancreático para salvar vidas y aumentar el bienestar.