Desde un espacio de formación académica e investigación o desde lo territorial, el Laboratorio de Estudios del Antropoceno y la Fundación aportan a afrontar retos de impacto social y ambiental. Su cooperación permitirá avanzar en ambos quehaceres.
El trabajo en torno a temas socioecológicos en la Región del Biobío se verá potenciado con la firma del convenio entre el Laboratorio de Estudios del Antropoceno (LEA) de la Universidad de Concepción (UdeC) y la Fundación El Árbol, consolidando una alianza en que hacen sinergia sus capacidades en pos de la restauración y conservación.
Un hito que permite oficializar la relación de colaboración que iniciaron hace más de un año y se concretó este 10 de octubre en la Facultad de Ciencias Forestales (FCF), estamento al que pertenece el LEA, mediante una simbólica actividad que encabezó el decano Eugenio Sanfuentes y en que participaron representantes de ambas entidades.
Fundación El Árbol nació en 2013 en Concepción y, a través de diversas iniciativas, tiene como objetivo “promover la acción socioambiental a nivel individual y colectivo, y también fortalecer a las comunidades para solucionar problemáticas socioambientales”, resalta su directora ejecutiva Daniela Concha.
En 2018 se creó el LEA, “laboratorio interdisciplinario para enfrentar los desafíos de la conservación frente a la crisis socioambiental actual que se caracteriza como el antropoceno, una nueva época donde el ser humano es el principal motor de cambio global”, destaca el investigador principal Cristóbal Pizarro.
Fue así que durante 2022 ambas entidades se encontraron virtuosamente e iniciaron su vínculo. Este se ha traducido principalmente en prácticas profesionales de estudiantes de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales de la FCF en el programa “Red de Restauradores” que El Árbol desarrolla en seis comunas regionales, con jóvenes que incluso hoy integran el equipo de la fundación. También ha sido potente en coordinaciones para el trabajo junto a la Agrupación de Desarrollo Apícola de Santa Bárbara.
Y el reciente convenio fortalece y amplía esta cooperación.
“Este convenio es una oportunidad que nos permite ir retroalimentando nuestro trabajo e ir mejorando nuestras metodologías o conocimientos que derivan de las ciencias forestales e influyen en nuestro quehacer”, afirma Daniela Concha. Particularmente releva que “estudiantes y profesionales que salen de la Facultad, en especial de Ingeniería en Conservación de Recursos Naturales, tienen una formación muy útil para el trabajo territorial que hacemos”.
En ese contexto, adelanta que “con el convenio fortalecemos el área de proyectos relacionados a conservación y restauración de ecosistemas, donde trabajamos problemas socioambientales vinculados a la degradación de ecosistemas y en soluciones comunitarias de restauración ecológica, arborización urbana y generación de parques o de plazas. Ahí es donde ocupamos todos los conocimientos que vienen de mundos como el de las ciencias forestales”.
En este sentido, Cristóbal Pizarro asevera que “para nosotros es muy interesante la labor que realizan en Fundación El Árbol en términos de la vinculación comunitaria con la conservación y particularmente con la restauración de ecosistemas”, refiriéndose al espacio de formación, ejercicio e impacto en y desde contextos o problemas reales que se puede ofrecer a futuros profesionales de la FCF y a investigadores del LEA, mirando el logro de objetivos del quehacer.
“Estamos contentos de llevar a la práctica y los territorios los conocimientos que se generan en la investigación del laboratorio en temas socioecológicos, y de contar con el apoyo de Fundación El Árbol en temas comunitarios y de acercamiento con vecinas y vecinos”, enfatiza.
Dos años es el plazo formal por el que se firmó el convenio entre el LEA y El Árbol, renovable por el mismo periodo.
Con la alianza apuntarán esfuerzos a apoyar la implementación de proyectos e instancias educativas, además de llevar a cabo la postulación conjunta a iniciativas que busquen el desarrollo y bienestar socioecológico de los territorios donde se encuentran vinculadas.
Por lo pronto, el foco estará en generar un espacio de formación de facilitadores de educación ambiental para actores territoriales, orientar tesis de estudiantes sobre el estado socioecológico de territorios y seguir fortaleciendo el trabajo donde hay coincidencia territorial.