Ciencia y Sociedad

Consejería como espacio inigualable para resguardar una sexualidad saludable

Equipo UdeC ejecuta un piloto para mostrar necesidad e impacto de esta acción que permite educar y empoderar para promover la salud sexual más allá de prevenir y pesquisar ITS o embarazo, y así contribuir al bienestar integral de las personas desde un ámbito crucial de la vida, pero lleno de tabúes y riesgos.

Por: Natalia Quiero 10 de Septiembre 2023
Fotografía: CC

Cada viernes, hasta enero de 2024, la comunidad puede acceder gratis a una instancia que ayudará al desarrollo de una sexualidad saludable, con la entrega de información que se transforme herramienta de reflexión y acción para contribuir al bienestar integral personal, en pareja y/o familia.

Es el potencial desde el que se concibe un proyecto piloto liderado por la doctora Yolanda Contreras desde su rol de directora del Programa Autocuidado en Salud, Sexualidad, Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y Sida del Departamento de Obstetricia y Puericultura de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC).

“Consejerías en Salud Sexual y Reproductiva” es la propuesta que adjudicó financiamiento de la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio (VRIM) y que permite su ejecución desde agosto para brindar una atención de importancia vital dentro del Centro Clínico Docente de Medicina UdeC en Concepción.

Trayectoria para aportar

“El objetivo es entregar un espacio donde se puedan trabajar aspectos asociados a la conducta sexual, tanto información como gestión del riesgo y promoción de la salud sexual, además de abordar temas de preconcepción y lactancia materna”, precisa la académica sobre los focos de un quehacer alineado con los ideales con los que se realiza cada 4 de septiembre el Día Mundial de la Salud Sexual que dio inicio a esta semana.

Ahí el sentido y trascendencia de la consejería. Lo que impulsa al proyecto no es lo clínico del problema o patología ni la práctica de procedimientos como PAP (excepto pesquisar VIH), sino la escucha, acompañamiento y orientación con consecuencia en el ejercer una actividad sexual más sana y con menos riesgos.

La labor se sustenta en la trayectoria de Obstetricia y Puericultura UdeC, pero especialmente del programa que dirige Contreras. “Somos de larga data en la UdeC, desde 1985, y fuimos el primer programa en Chile en relación con tratar de desarrollar estrategias que abordaran mejoras respecto de las decisiones de jóvenes en cuanto a la exposición a riesgos frente a su conducta sexual. Tenemos mucho para entregar a la comunidad en relación con elementos de enriquecimiento de su cuidado”, manifiesta.

Las consejerías las entregan estudiantes de tercer año de la carrera que cuentan con las competencias necesarias para dar la atención, bajo la guía de la matrona y docente Canela Espinoza, quien explica que su rol parte con el desarrollo de talleres y evaluaciones en consejerías de salud sexual y reproductiva con certificación de la Seremi de Salud en la toma de test rápido de VIH, cartera que apoya el proyecto. Y con futuras matronas certificadas se dan las consultas.

“El proyecto ha tenido buena recepción. Cada viernes llegan personas a solicitar horas, principalmente en salud sexual con toma de test rápido/visual de VIH que entrega el resultado en 15 minutos. En esta consejería nos aseguramos de entregar información acerca de ITS, cómo prevenirlas e identificarlas”, afirma Espinoza. Pero, también hay requerimientos importantes en lactancia, preconcepción o anticoncepción.

Una experiencia que la estudiante Vania Amigo define como “profundamente gratificadora y enriquecedora”. “Estos proyectos son una herramienta invaluable para la promoción de la salud, prevención de enfermedades y mejora del bienestar general de las personas”, asegura.

Es que releva el impacto del trabajo del que ha sido parte como uno que permite reconocer, comprender y cubrir necesidades en torno a la sexualidad y evidenciar la importancia que estos temas tienen para las personas, pero no siempre se consideran.

Necesidad e impacto

Cerca de 8 consultas diarias permite el proyecto y cualquiera puede acceder, sea de la comunidad UdeC como general.

Además, considera campañas de pesquisa masiva con test rápido de VIH en los tres campus UdeC: 17 de noviembre en Los Ángeles, 24 de noviembre en Chillán y 1 de diciembre en Concepción, coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra el Sida.

Y Yolanda Contreras expresa su interés de que a futuro puedan llegar con consejerías a los otros campus y extender el trabajo a nivel local, que por ahora tiene plazo final debido a lo acotado de los recursos que aseguran su implementación óptima, porque junto a su equipo comparten la convicción de que es una urgente y gran necesidad el cuidado de salud sexual y reproductiva en toda la población, lo que se busca demostrar con el piloto al cuantificar la demanda y satisfacción de personas usuarias para impulsar la extensión.

Las Consejerías son todos los viernes desde las 8.30 horas en Centro Clínico Docente UdeC. Para acceder hay que reservar al correo ccdmedicina@udec.cl o llamando al 412204800.

Educación: una necesidad básica que cubrir para promover la salud sexual

Las evidencias científicas y experienciales avalan que es una real y urgente necesidad el trabajar en promoción y cuidado de la salud sexual y reproductiva, para así abordar los diversos riesgos presentes en esta dimensión de la vida y evitarlos desde una conducta consciente y responsable para tomar decisiones.

Hay mitos, sesgos, tabúes y brechas en la comprensión y ejercicio de una sexualidad realmente saludable, lo que no es favorecedor a nivel personal ni social e impacta en las diversas dimensiones de la salud de las personas y no sólo en la física a causa de una ITS.

“La sexualidad es un concepto muy grande e integral: no sólo considera las relaciones sexuales, abarca todos los ámbitos de la vida”, resalta la matrona Canela Espinoza. “Por eso, la salud sexual se experimenta en lo emocional, en el placer, en la plenitud y el bienestar con una pareja o con uno mismo, pero no es necesariamente física”, sostiene la matrona Yolanda Contreras.

Es que está presente desde el nacimiento por todo el ciclo vital, se manifiesta de diversas formas y tiene que ver con los vínculos afectivos e íntimos que se entablan, así que hay componentes biológicos, físicos, psíquicos y emocionales implicados.

Exposición a riesgos

Las sensaciones placenteras son las que deben estar, las propician los mecanismos involucrados en la actividad sexual en sus diversas expresiones.

Pero, acarrea riesgos para la salud física y mental, a veces notorios y muchas otras escondidos, sea por transgresiones a la propia responsabilidad en la conducta como a los límites del respeto, conduciendo a exposición a ITS o ejercer/sufrir violencias. El último es un fenómeno que se expresa en distintos niveles, muchas veces de forma inconsciente y/o que puede pasar desapercibida y se normaliza o invisibiliza peligrosamente dentro de las relaciones sexoafectivas, advierte Contreras.

Un aspecto crítico es en el consentimiento, que debe presentarse en todos los encuentros sexuales sin excepción del vínculo y no siempre es así en la práctica e intimidad; la situación es que la exposición a riesgos parece prevalecer en muchísimos casos frente al autocuidado, respeto y salud. La preocupación apunta a toda la población, pero especialmente en jóvenes.

“Pese a que jóvenes tienen acceso a alta cantidad de información adecuada, la coherencia o consecuencia con el ejercicio de su sexualidad no es una conducta habitual en todos. Por ejemplo, respecto de las ITS y la exigencia de tener examen de VIH negativos de parte de la pareja o el uso de preservativo”, afirma Contreras como ejemplo. Lo confirma que “en 2019 hicimos un estudio con más de 3 mil estudiantes y pudimos observar que el empoderamiento es muy bajo en exigir el uso del preservativo en la pareja”.

También enfatiza en la gran utilización de redes sociales de citas para conocer gente con fines de actividad sexual, o los encuentros sexuales en contextos como fiestas y muchas veces bajo efectos de alcohol u otras sustancias que limitan la capacidad de autocuidado y aumenta la exposición a riesgos, como también a ejercer transgresiones.

Consejería y educación

El contexto impulsa al Día Mundial de la Salud Sexual con distintos énfasis cada año, también ha alentado al desarrollo del Programa de Autocuidado UdeC y más recientemente a crear el proyecto de consejerías.

De hecho, hay un papel crucial de las instancias de diálogo y orientación como plataforma para educar y promover una sexualidad saludable; una que mantenga a raya los peligros y que evite enfermedades, violencias o embarazos no planificados, mientras promueve el bienestar.

“La consejería nos permite impactar positivamente en el desarrollo vital de la persona. Porque cuando educamos en sexualidad debemos comprender que estamos entregando conocimiento para el desarrollo de las emociones, del autocuidado, del consentimiento, del placer y el disfrute, de las relaciones que tenemos con todo nuestro entorno”, manifiesta Canela Espinoza.

Un impacto social que considera crucial materializar: “en un contexto donde es cada vez más importante saber discriminar la gran cantidad de información disponible, si damos las instancias de entrega de conocimiento nos aseguramos de que las personas logren decidir y actuar con las herramientas necesarias y mayor libertad”.

Desde allí, la consejera del piloto Vania Amigo añade también que “las consejerías permiten desestigmatizar temas relacionados con la salud sexual. Además, cada individuo es único y las consejerías permiten adaptar la información a las necesidades de cada persona y que reciba la atención adecuada”.

Por todo es tan valioso y necesario el proyecto UdeC, como también extender el trabajo u otros similares, colaborando con un sistema de salud con alta demanda y pocos recursos en que faltan espacios como estos y a acortar brechas en un país con falencias y disparidades en educación sexual integral desde edades tempranas.

“Vemos que es una necesidad permanente el tener un espacio de conversación formal que entregue información fidedigna y adecuada, que dé a las personas la capacidad de reflexionar respecto de sus conductas sexuales para que tomen decisiones informadas. Y la consejería es una de los mejores espacios y herramientas que podemos entregar a las personas para que puedan gestionar a posterior su riesgo”, cierra Contreras.

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