Charlas y presentación de estudios fueron actividades que incluyó el evento académico de la Facultad de Ciencias Forestales, que se realizó del 22 al 24 de agosto, donde se compartieron evidencias de distintos enfoques en torno a la problemática.
“Megaincendios: diversas dimensiones de los impactos del fuego en los bosques y el territorio” fue el título del congreso internacional que durante tres días convocó a especialistas de Chile y el mundo en la Universidad de Concepción (UdeC), brindando un espacio de socialización, intercambio y reflexión en torno a distintos saberes y propuestas para abordar un grave problema que impacta a nivel de bienestar humano, biodiversidad y sostenibilidad.
El evento se realizó en la Facultad de Ciencias Forestales del 22 al 24 de agosto, contó con la ponencia de cinco especialistas internacionales y una veintena nacionales, e incluyó el desarrollo de actividades como charlas y presentación de investigaciones sobre diversas materias. Más de 150 personas que trabajan e investigan en temáticas afines participaron del congreso internacional en cuyo hito inaugural tuvo la presencia del rector de la UdeC, doctor Carlos Saavedra, como también del gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz.
La doctora Rosa Alzamora, directora del Departamento de Manejo de Bosques y Medioambiente de la Facultad y vicepresidenta del congreso, destacó que “nuestra misión fue proporcionar un espacio para que se vieran los distintos enfoques que existen para abordar la problemática”.
Porque hay distintas líneas de investigación y miradas que buscan comprender a los megaincendios, desde sus causas y múltiples efectos hasta soluciones para prevenir o reducir riesgos de ocurrencia de estos fenómenos que son un gran desafío ambiental. Todas las evidencias de las múltiples perspectivas miran el mismo horizonte: proteger tanto a ecosistemas como a las personas.
Y para abordar los distintos enfoques, precisó que en el evento decidieron realizar cinco módulos.
Uno fue sobre “Cambios en curso: explorando la intrincada interacción entre los incendios forestales y la salud del suelo. “El rol de la intensificación de los regímenes de incendio en la futura respuesta de la escorrentía y el suministro de agua” abordó los impactos en materia hidrológica. También se realizó el módulo “Forjando una gestión integral de los incendios forestales: integrando a la sociedad y al territorio en la prevención, gestión y recuperación”. La silvicultura preventiva y adaptativa al cambio climático, y el uso de herramientas de teledetección con fines como monitoreo o prevención, fueron los otros temas.
Los megaincendios como parámetro se conciben como los que superan las 10 mil hectáreas y son un tema de tan patente como creciente preocupación a nivel internacional, igual como su riesgo en un contexto de graves crisis ambientales como es el cambio climático. Cada vez son más propicias las condiciones para que se generen estos grandes siniestros por las perturbaciones de eventos extremos como sequías y olas de calor, entre otros factores que se deben considerar.
De eso, lamentablemente, Chile y particularmente la Región del Biobío saben mucho. En la última temporada estival los megaincendios afectaron a muchas localidades entre O’Higgins y Los Lagos con una gravedad concentrada entre Maule y La Araucanía. Las estadísticas oficiales indican que en Biobío se consumieron más de 180 mil hectáreas, lo que significa cientos de familias damnificadas y varias víctimas fatales.
Esa crítica situación fue una de las razones que evidenció lo necesario de realizar el congreso internacional, explicó la doctora Alzamora. Pero, también relevó que “la Región del Biobío es de actitud forestal”, por lo que el riesgo existe y urge mejorar a nivel social las herramientas que permitan la gestión con prevención, mitigación, preparación y recuperación.
Y su opinión en cuanto a las conclusiones de distintas ponencias y temáticas del congreso son alentadoras en las posibilidades de avanzar, incluso cuando hay retos que superar como mejorar en políticas públicas o legislación.
Porque aseguró que “hay esperanzas de que podemos hacer más en términos de silvicultura preventiva, de conservación de nuestros recursos nativos ante este tipo de eventos y también ante el tejido social”. Ahí es primordial el rol de la ciencia, donde se generan y albergan saberes que pueden contribuir en la mejora de las decisiones y acciones en sus distintos niveles para la mayor preparación de la sociedad y gestión del riesgo en cuanto a los megaincendios; saberes que deben comunicarse, valorarse y considerarse en pos del bienestar de las personas y la biodiversidad.