Escolares del Biobío inician su trabajo científico con Explora

Este martes se realizó el hito inaugural de la Iniciativa de Investigación e Innovación Escolar 2023, que vincula a estudiantes de enseñanza básica y media con académicos locales que acompañan el desarrollo de proyectos.

Más de 200 estudiantes de enseñanza básica y media que conforman 60 clubes en 36 establecimientos de 16 comunas de las tres provincias de la Región del Biobío participan en la Iniciativa de Investigación e Innovación Escolar (IIE) 2023 del Proyecto Asociativo Regional (PAR) de Explora.

Y los equipos, seleccionados en un proceso que recibió más de 120 postulaciones, iniciaron el trabajo que desarrollarán por los próximos meses de la mano de especialistas. Porque este 8 de agosto fueron parte de una actividad inaugural que les convocó en la Universidad de Concepción (UdeC), institución que a través de su Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías (Cicat) ejecuta al PAR Explora Biobío, financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI).

Instancia en que escolares junto a docentes a cargo de cada grupo, varios provenientes de zonas alejadas del Gran Concepción como precordilleranas en la provincia del Biobío o costeras de Arauco, compartieron sus experiencias e ideas entre pares y se encontraron con cada profesional que acompañará su investigación o innovación.

La iniciativa

Mónica Badilla, directora del PAR Explora Biobío, destacó que IIE tiene de objetivos el promover y fortalecer habilidades en torno al método científico en niños, niñas y adolescentes de primero básico a cuarto medio. Tienen que ver con competencias científicas en que la básica es actuar con curiosidad, y otras transversales como pensamiento crítico y trabajo en equipo.

Para ello explicó que “se apoya la investigación que realizan profesores y estudiantes a nivel escolar, entregando herramientas y la asesoría científica de expertos, que en su mayoría son de la UdeC, quienes guían durante el proceso que van a desarrollar los clubes”.

Culminando en noviembre, son 15 semanas el plazo que tendrá cada equipo para trabajar en base a la propuesta que se presentó a la convocatoria a través de su profesor guía. Al respecto, la directora comentó que los 60 proyectos buscan dar solución a desafíos reales, primordialmente de los propios entornos, y se relacionan con las diversas áreas del saber, desde ciencias naturales y exactas hasta ciencias sociales, humanidades y artes.

Por eso, tras seleccionar a los clubes, aclaró que el equipo de Explora Biobío definió al asesor científico idóneo según su disciplina. En total, 58 profesionales apoyarán los procesos, porque habrá quien trabaje con más de un club.

Valor e impacto

El quehacer de IIE le hacen una iniciativa muy valorada por las comunidades escolares, demostrado en siempre exitosas postulaciones de proyectos, y por autoridades de distintos ámbitos que también participaron del hito de inicio.

“Iniciativas como IIE son de las que más nos interesan y encantan en el Ministerio de Ciencia. Porque fomentan la curiosidad en niños y niñas, y porque trabaja en varios ejes que nos importan”, afirmó Sofía Valenzuela, seremi de CTCI para la Macrozona Centro Sur.

En particular, destacó al aportar concretamente a los retos de descentralización y democratización de ciencia y conocimiento, que no queden concentrados en capitales o grandes urbes ni encerrados en aulas o laboratorios y lleguen a personas de todas las edades desde la infancia en todos los rincones.

También están las brechas de género en CTCI que se deben acortar, patentes en distintas materias e inician con la menor participación femenina versus hombres, por lo que valoró que “hay hartas niñas en los clubes y es una muy buena noticia, porque necesitamos tener más investigadoras”.

La seremi de Educación del Biobío, Elizabeth Chávez, enfatizó que IIE se alinea con los objetivos del Ministerio de Educación respecto a la formación integral de escolares.

“Dentro del proceso educativo buscamos que a través del aprendizaje los estudiantes puedan desarrollarse formativamente y hacerse preguntas cada día para ir resolviendo las circunstancias de la vida”, manifestó. En este sentido, relevó lo significativo para los aprendizajes y experiencia vital de escolares, sobre todo de zonas lejanas, que es poder relacionarse con científicos y ver en primera persona su trabajo.

Por lo mismo es que “el involucramiento de la academia con el mundo escolar es fundamental”, aseguró Andrea Rodríguez, vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la UdeC.

Sobre ello, planteó que IIE “nos permite acercar a los estudiantes, que son el futuro, la iniciativa, la creatividad, el cuestionamiento y la curiosidad, que establecen los cimientos a los futuros profesionales que queremos formar en nuestro país y que realmente van a apoyar a un desarrollo sustentable, ojalá basado con fuerte participación de la creación conocimiento”.

Clubes Explora: el impacto de iniciarse temprano en la ciencia

El reconocimiento que autoridades públicas y académicas manifiestan de la Iniciativa de Investigación e Innovación Escolar no se basa en los propósitos que se plasman en un documento o ese expresan en un discurso. La base son las cualidades demostradas que se traducen en que “IIE es una de las líneas más importantes para Explora”, resaltó la directora del PAR Biobío Mónica Badilla.

Es una acción de carácter nacional, a diferencia de otras instancias que son locales como varias que se ejecutan por el programa de Biobío y en la región; suma varios años de trayectoria como iniciativa en particular y con otras predecesoras; y es la más transversal en cuanto a público e impacto, en tanto llega a estudiantes desde primero básico hasta cuarto medio, lo que también implica que en los clubes trabajan y colaboran por el mismo objetivo escolares de distintas edades.

Un dato relevante sobre el desarrollo de esta actividad es que, en versiones previas, una tradición era que los estudiantes socializaran los resultados de sus proyectos en congresos locales para elegir a quienes representaban en una instancia nacional.

Ante ello, Badilla relevó que “para desarrollar vocaciones científicas o en innovación es necesario trabajar desde las primeras edades. Para lograr un desarrollo científico a nivel país tienes que hacer el trabajo desde el inicio, es decir, desde la época escolar”.

Esto tiene su raíz en la marca para la vida que deja el involucramiento precoz con la ciencia: la incentiva como camino posible a seguir en una elección profesional, también como un método que es principalmente una forma de pensar y actuar en los distintos espacios de desenvolvimiento, sin obviar el impacto en tener una sociedad con una cultura de valoración científica.

Una experiencia

Con los varios años de trayectoria de este quehacer de Explora en Biobío y los cientos de clubes que se han conformado en este transcurso, sobran las personas con las que hablar de sus experiencias para demostrar el impacto en la formación integral y para la vida.

Una de tantas, y muy significativa, es la del profesor Héctor Soto del Colegio Bicentenario San Diego de Alcalá de Huépil, localidad de la comuna de Tucapel en la provincia del Biobío. Es que es uno de los históricos para el programa, porque desde 2004 su establecimiento a través de él se implicó con Explora, y continúa con un nuevo club acogido.

En casi dos décadas acumula muchos clubes, varias generaciones egresadas y mucho para contar.

Así que partió relatando que “fui entrando a Explora, participé en diversas actividades y competencias con mis chiquillos, no solamente en los congresos, porque hay infinidad de instancias que brinda Explora que, afortunadamente, hemos ido aprovechando”. Y aseguró que “casi todos mis alumnos en el colegio han seguido carreras científicas y yo creo que es gracias a Explora, que los ha motivado y llevado a esa área. Incluso, el colegio cambió su sello al área de las tecnologías desde esa época, y eso es algo que cuesta mucho”.

Una anécdota reciente que relató fue que “me encontré con una ex alumna, quien me dijo que gracias a Explora es ingeniera medioambiental, le encantó esta iniciativa”. La joven trabajó con María Dolores López, académica de la Facultad de Agronomía UdeC en los campus Concepción y Chillán, quien es una asesora científica histórica y este 2023 sigue su trabajo con el club del profesor Soto.

“Disfruto muchísimo poder apoyar a los escolares, porque es un rol distinto que en la enseñanza universitaria. Se trata de incentivar e impulsar a los niños, la enseñanza en sí viene detrás, y para ellos estar con alguien que trabaja en ciencia es maravilloso y son súper entusiastas”, afirmó.

Y es que para ella este quehacer que lleva años ejerciendo es sumamente valioso, tanto que manifestó que los académicos que tienen esta posibilidad deben “estar súper agradecidos, porque los niños son súper receptivos a todas estas iniciativas, siempre están felices de conocer y tienen muchas ilusiones y ganas de aprender”.

Ser capaces

Por eso perdura en esta senda que la satisface, porque el trabajo es alentador y enriquecedor para cada persona que participa del proceso, aunque el impacto beneficioso por el que se trabaja es para niños, niñas y adolescentes en su presente de cara al futuro que tengan como personas y las comunidades que integren, así también para la sociedad que construyan y el país del mañana.

Y el pedagogo Héctor Soto, desde su experiencia que certeramente da voz y ejemplifica la de muchos otros docentes y clubes, sobre todo de contextos más vulnerables y/o rezagados, puso el acento en que el mayor impacto no está en la vocación científica que se despierta y desarrolla, sino en la esfera socioemocional con las diversas habilidades que se desarrollan para transformarse en herramientas y oportunidades.

“Somos de una comuna muy pequeña, en la zona precordillerana, y ahí no hay muchas alternativas. Explora ha ayudado a que niños y niñas amplíen su mundo, y se han dado cuenta que desde nuestro pequeño pueblito son capaces. Todo partió con Explora, pero hemos estado en otras competencias, hemos llegado a actividades regionales y nacionales. Creo que ha subido el autoestima, les ha hecho creerse el cuento de que sí son capaces”, cerró.