Ricardo Demarco: “Hay evidencias por todos lados de que el humano llegó a la Luna”

06 de Agosto 2023 | Publicado por: Natalia Quiero
Fotografía: Astronomía UdeC

Existen quienes no creen que se alunizó en 1969, que dicen que fue un montaje, pero él es de los convencidos del hito de Apolo 11, de las pruebas y de que no fue un hecho aislado. ¿Qué lo demuestra?, ¿por qué no se ha vuelto en décadas?, son interrogantes que se ha empoderado en aclarar en distintas instancias, como una muestra y charlas.

Para abordar el tema protagonista de estas dos páginas hay que dividir al mundo en tres clases de persona: las que creen que el humano llegó a la Luna, quienes dudan y las que niegan.

Tres clases que pueden estar leyendo esta entrevista al astrónomo local Ricardo Demarco, quien asegura que “la llegada de los humanos a la Luna fue real” y desde esa convicción, alimentada por su vocación científica y pasión por la exploración espacial que también nutre al avance en astronomía, aborda la temática a partir de hechos que, dice el académico y divulgador del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción (UdeC), permiten zanjar dudas sobre la veracidad del alunizaje del Apolo 11 el 20 de julio de 1969.

Eso relata la exposición “Recuerdos extraordinarios de los primeros visitantes a la Luna” del que es director científico, que usa material documental y recrea elementos del programa Apolo y de la misión número 11, y que la comunidad local puede observar para reflexionar hasta el próximo 13 de agosto.

La muestra la organizan Astronomía UdeC y el Museo de Historia Natural de Concepción, donde está abierta desde el 15 de junio y ha incluido actividades divulgativas como conversatorios entre especialistas y charlas a las que han asistido decenas de personas interesadas en la exploración lunar; “¿Llegaron los humanos a la Luna?” fue de las últimas exposiciones que dio y buscó aclarar los cuestionamientos que podrían rondar al hito.

Hechos de evidencias

Hace 54 años el mundo vio por televisión cuando los astronautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin se convirtieron en las primeras personas en caminar sobre la superficie lunar.

Y “hay evidencia por todos lados de que se llegó a la Luna”, sostiene el también investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA). Y resalta que trascienden a la emisión televisada, que fue más de una vez y que se volverá a pisar la superficie lunar en un futuro próximo con un programa en pleno desarrollo.

Ahí una de las razones contingentes para enfocarse ahora en un suceso que ocurrió hace más de cinco décadas; también porque sigue dando de qué hablar en todo el mundo, por interés y más por los cuestionamientos. Esto incluye teorías que consideran al alunizaje un montaje cinematográfico para que Estados Unidos (EE.UU.) ganara la carrera espacial a la Unión Soviética (URSS), aseverando la enorme dificultad del viaje e imposibilidad de concretarlo con las herramientas o avances de esa época.

Polémica que impulsa a Demarco a acercar la hazaña a la comunidad local, sobre todo a nuevas generaciones, muy lejanas históricamente al hito e impacto que causó y su significado para marcar la historia de la humanidad.

Y él afirma que varios hechos sirven como evidencia. Está la transmisión en televisión, el registro de imágenes y los testimonios; aunque en estos las especulaciones de montaje o falsificación.

Al respecto, como primer punto aclara que las fotografías y aspectos de la imagen que podrían considerarse raros “son explicables con argumentos simples de la física”. También dice que “en la década de los sesenta y setenta no existía la tecnología para falsificar las misiones a la Luna en un estudio”, de cine o televisión. “Era tan complicado que era mucho más fácil ir a la Luna”, precisa.

Ahora reconoce que “se ven pedacitos de las misiones espaciales y con la tecnología computacional que existe es muy fácil falsificar y reproducirlos. En cambio, la caminata lunar se transmitió dos horas y media de manera ininterrumpida. Es imposible de falsificar”.

Desde allí plantea que lo más importante es comprender el contexto geopolítico de entonces, con la carrera espacial (1955-1988) como eje de la Guerra Fría, que tenía a la URSS y EE.UU., dos superpotencias globales, compitiendo por mostrar mayor capacidad y poder.

“Si se está en una competencia por lograr una gran meta, son dos competidores y uno gana con trampa, el perdedor obviamente no va a aceptar su derrota y va a denunciar con las pruebas que corresponda que el ganador hizo trampa. Los soviéticos, reconocieron y felicitaron el logro de EE.UU. al llegar a la Luna”, reflexiona.

Otra arista relevante para el académico es que hay varios satélites artificiales orbitando a nuestro satélite natural con cámaras de alta resolución: “han logrado fotografiar todos los lugares de alunizaje, se ven las bases de los módulos lunares, trazas dejadas por los pasos o ruedas de autos, o instrumentos que astronautas dejaron”.

“Hoy ninguna nación tiene esa motivación original para volver a la Luna”

“Si hay cuestionamientos justificados sobre la llegada del hombre a la Luna, creo que no”, manifiesta Ricardo Demarco, por las evidencias que expone. Pero, cuestionar es fundamento del pensamiento crítico, habilidad crucial para decisiones y dentro del quehacer científico que él ejerce.

Así que plantea que “teorías que dicen que hay cosas extrañas en las pruebas o fotos de la Luna se relacionan con un proceso de análisis básico de las evidencias y apoyadas por la experiencia en la Tierra. La Luna es otro mundo, la física da resultados distintos en la Luna que en la Tierra”.

“Para personas que no entienden cómo funciona la naturaleza y física es fácil mal interpretar las observaciones. Se puede partir de razonamientos con sentido, pero al poco andar quien entiende se da cuenta que los argumentos no son válidos”, asegura.

Hombre en la Luna

El astrónomo sostiene que el ser humano alunizó históricamente ese 20 de julio de hace 54 años como la primera de varias veces.

“Hubo 9 misiones Apolo tripuladas a la Luna”, precisa. “Las primeras misiones tuvieron carácter de prueba de naves y equipos, pero no necesariamente descendieron. Apolo 11 fue la primera en alunizar exitosamente. También las misiones 12, 14, 15, 16 y 17 llegaron a la superficie lunar y los astronautas pudieron realizar caminatas. La última misión fue en 1972”, detalla.

Apolo 13 también dio qué hablar, con una taquillera película noventera, aunque por drama, porque los astronautas tuvieron graves problemas con su nave. “La misión pasó alrededor de la Luna, pero no llegó a la superficie. Fue un periodo muy tenso, pero los astronautas regresaron salvos a la Tierra”.

Motivaciones y futuro

¿Por qué han pasado tantos años y no se ha regresado recientemente a la Luna? Interrogante que Demarco define “clásica que se utiliza como argumento para señalar que no se ha ido a la Luna y la respuesta es simple: no se ha ido porque no ha habido suficiente motivación”.

Aquí cobra relevancia el contexto geopolítico del hito, dice, una carrera espacial que ganó EE.UU. al pisar el suelo lunar. “Ir a la Luna es caro, siempre lo ha sido y lo será. EE.UU. estuvo dispuesto a gastar una cantidad casi ilimitada de recursos para ser los primeros en llegar a la Luna. Cuando llegó se terminó la carrera espacial. Hoy ninguna nación tiene esa motivación para volver a la Luna”, explica.

Con los años, añade, hubo un cambio en el método de exploración espacial e intereses más científicos, no políticos o de poder como fue en la carrera espacial. Ahora la trayectoria cambia y hay una idea renovada de ir a la Luna a través del Programa Artemis: “el objetivo es llevar gente a la Luna, entre estas a la primera mujer astronauta, para que el humano se quede a trabajar y vivir, y la Luna sirva como plataforma para explorar el espacio”.

“La misión Artemis I tuvo un vuelo con éxito en diciembre de 2022; Artemis II va a llevar astronautas alrededor de la Luna, sin descender en la superficie; y Artemis III va a llevar a seres humanos al polo sur lunar, entre ellos la primera mujer”, comenta.

Así que son grandes diferencias con Apolo, su motor geopolítico e idas y vueltas a la Tierra.
“Ahora el objetivo es marcar una presencia permanente y sustentable en la Luna para que las personas aprendan a vivir y trabajar en tiempos prolongados en la superficie lunar, utilizar los recursos disponibles para desarrollar bases y transformar a la Luna no sólo en una base de exploración científica, incluso de prospección minera para extraer recursos, también ser trampolín para misiones interplanetarias, por lo pronto ir a Marte”, resalta.

Un hito, muchos avances

Pese al interés original, Apolo promovió grandes avances en ciencia y tecnología, beneficiosos hasta ahora y que también dan evidencia, según Demarco.

Apolo promovió un avance científico-tecnológico tremendo, porque significó fabricar todo lo necesario para alcanzar la meta, con tecnologías que pudieron transferirse e impactar a otras áreas. “La tecnología que tenemos, incluso en nuestros bolsillos con los smartphones, probablemente no estaría al mismo nivel de desarrollo si no hubiese sido por las misiones a la Luna”, asegura.

También releva su implicancia para la seguridad y desarrollo industrial hasta ahora.

“Un concepto del Programa Apolo fue inventar el control de calidad durante todo el proceso de fabricación. Eso hoy es un estándar en la industria mundial para cualquier producción de cualquier producto”. Este desarrollo fue “porque había que probar y asegurar que ninguna pieza o componente iba a fallar, porque si ocurría los astronautas no volvían a la Tierra. Esa idea, ese tremendo desarrollo, es significado de la llegada a la Luna”.

*La exposición sobre el Apolo 11 estará abierta hasta el 13 de agosto en el MHNC que se ubica en el sector Plaza Acevedo y para saber de las actividades satélites que se realizan se pueden visitar su sitio web y redes sociales o de Astronomía UdeC.