Ornitólogo Juan Carlos Torres: “En Concepción puedes ver una diversidad muy bonita de aves sin moverte mucho”

Uno de los autores del libro “Chile pájaros” relevó la privilegiada posición regional para observar a la rica fauna nativa lada y que se representa en el material que se lanzó hace poco.

Aves propias de paisajes de la costa, humedales, ríos, desierto, matorrales, praderas, bosques, cordillera o urbanos son parte de los invaluables tesoros que dan vida a la única biodiversidad nativa, que se busca acercar a la sociedad con el libro gráfico “Chile pájaros: una aproximación a las aves del centro sur de Chile” y en que la fauna alada local tiene importante rol.

El material se lanzó hace poco por la editorial Planeta Sostenible y entrega el conocimiento mediante una sinergia entre arte y ciencia. Y es que cada especie se hace presente con una ilustración del artista naturalista chileno Andrés Jullian y acompañan textos de los científicos Paloma González y Juan Carlos Torres para proveer la información esencial que permita educar, concientizar y promover la conservación de la naturaleza.

Centro del hotspot

“Con las imágenes se atrae la mirada del lector a un libro que, a través de las aves, quiere contar cómo es Chile”, afirmó el autor Juan Carlos Torres, porque “tiene una biodiversidad importante y una marcada diversidad de ambientes”.

Las aves son excelentes representantes de esa riqueza natural, especialmente porque el texto tiene su foco entre el norte chico a parte del sur, uno de los 34 hotspots del mundo. Son los puntos calientes de biodiversidad y son prioritarios de conservación al albergar especies de flora y fauna endémicas en un hábitat original impactado por la acción humana, habiendo amenazas para la preservación que urge frenar.

El ornitólogo resaltó que una de las características importantes de la biodiversidad de Chile es su alto endemismo, especies propias del territorio, lo que se debe también a las adaptaciones necesarias que han tenido que vivir las especies para habitar en las particulares condiciones naturales de la compleja geografía nacional, precisando que “la diversidad de aves son cerca de 500 especies”.

Y en el corazón del punto caliente está la Región del Biobío y por eso el ornitólogo no pudo más que enfatizar que “tiene una posición privilegiada, porque es el centro del país y una zona de transición entre los dos ambientes que conforman el hotspot de Chile, donde se encuentran especies características de los dos mundos”.

El científico aludió a que la mitad de Chile continental está en la región, específicamente en Coronel, y sobre todo a que el río Biobío es un límite natural que marca también el cambio entre la biodiversidad de la zona norte y la del sur.

Al respecto, precisó que “el hotspot tiene dos partes, el matorral mediterráneo que parte en Coquimbo y termina en Biobío, donde parte la otra parte que son los bosques templados australes”. En efecto, explicó que en la región como zona de transición es posible ver a flora propia tanto del norte como del sur y eso también se refleja en mucha de la fauna que habita los ecosistemas, y un claro ejemplo son las aves.

En este escenario, Juan Carlos Torres se detuvo en el panorama privilegiado que ofrece la intercomuna del Gran Concepción, que se muestra en el libro, porque enfatizó que “son bastantes las aves urbanas, porque es una zona con parques y humedales, cerca está el río y la costa. Es decir, puedes encontrar una diversidad de aves muy bonita sin moverte mucho”.

Cuidar

“Queremos que dure Chile y que la gente lo cuide”, manifestó el científico en relación con las motivaciones para crear y publicar el libro que lo impulsa desde el conocimiento y valoración de las aves que a sus autores tanto apasionan.

Se refirió a la biodiversidad, una que configura a una naturaleza valiosa para el planeta y paisajes tan atractivos para habitantes y visitantes, porque sin esta no se subsiste. “Dependemos de la biodiversidad, por eso tenemos que cuidarla”, sostuvo, ya que es desde esta que se proveen recursos naturales que sirven de alimento, medicina, energía, materias primas y sustento económico, espacios para habitar, además del agua y aire para vivir.

Son los servicios ecosistémicos y se brindan desde los roles ecológicos y las dinámicas que establecen los componentes de un ecosistema. Por eso hay que valorarlos, cuidarlos y preservarlos, lo que considera proteger y conservar a nuestras aves.

Y el ornitólogo resaltó que “las aves cumplen un rol muy importante dentro del ciclo natural del que somos parte”. Entre sus funciones mencionó control de plagas o enfermedades que afectan a cultivos o la salud humana, y también la polinización que permite que se mantengan los ecosistemas, tanto agrícolas como naturales, por ende la biodiversidad y sus servicios.